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Mi Suggar Es Un Mafioso

Mi Suggar Es Un Mafioso

Status: En proceso
Genre:Romance / Amor prohibido / Posesivo / Mafia / Diferencia de edad
Popularitas:26.3k
Nilai: 5
nombre de autor: Celina González ♥️

En las calles vibrantes, pero peligrosas de Medellín, Zaira, una joven brillante y luchadora de 25 años, está a tres semestres de alcanzar su sueño de graduarse. Sin embargo, la pobreza amenaza con arrebatarle su futuro. En un intento desesperado, accede a acompañar a su mejor amiga a un club exclusivo, sin imaginar que sería una trampa.

Allí, en medio de luces tenues y promesas vacías, se cruza con Leonardo Santos, un hombre de 49 años, magnate de negocios oscuros, atormentado por el asesinato de su esposa e hijo. Una noche de pasión los une irremediablemente, arrastrándola a un mundo donde el amor es un riesgo y cada caricia puede costar la vida.

Mientras Zaira lucha entre su moral, su deseo y el peligro que representa Leonardo, enemigos del pasado resurgen, dispuestos a acabar con ella para herir al implacable mafioso.
Traiciones, secretos, alianzas prohibidas y un amor que desafía la muerte.

NovelToon tiene autorización de Celina González ♥️ para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capitulo 14

Leonardo aún la sostenía entre sus brazos, como si soltarla fuera una blasfemia. Sus respiraciones entrecortadas se mezclaban, cálidas, densas, pegajosas de deseo satisfecho... pero no saciado. El aire entre ellos vibraba, cargado de electricidad erótica, como si el mundo hubiese dejado de girar y solo existieran los latidos salvajes de sus corazones.

Zaira intentó moverse, aún temblorosa, con la piel erizada y las piernas flojas, pero él no se lo permitió. La sujetó con más fuerza, como un animal que aún protegía su presa. Su mirada oscura se clavó en la de ella, intensa, ardiente, peligrosa.

—No es suficiente —gruñó con voz ronca, áspera de placer contenido—. Una sola vez no me basta. No contigo.

La frase la atravesó como un relámpago, arrancándole el aire de los pulmones. Su vientre palpitó con una nueva oleada de deseo, mientras el calor entre sus muslos volvía a prenderse. Lo sintió endurecerse otra vez contra su vientre, pulsante, urgente.

—Espera…

No tuvo oportunidad de decir más. Él la alzó con una facilidad desconcertante, como si su cuerpo ya fuera una extensión del suyo. Avanzó por el pasillo con paso firme, decidido, el suelo frío rozando sus pies desnudos mientras ella se aferraba a sus hombros con el corazón disparado.

Empujó la puerta del baño con el hombro y entró sin detenerse. El lugar estaba en penumbra, iluminado apenas por la luz cálida del espejo que lanzaba reflejos dorados sobre el mármol blanco y el cristal. El ambiente olía a jabón, a vapor, y ahora también a ellos… a sexo reciente, a sudor, a deseo.

La colocó sobre el lavabo de mármol, y el frío contra su piel ardiente la hizo jadear, arquearse, con un estremecimiento que subió por su columna y se clavó en su nuca. El espejo frente a ella devolvió una imagen devastadora: sus labios aún hinchados por los besos, el cabello enmarañado, las mejillas encendidas y los ojos dilatados por el deseo.

Leonardo abrió la regadera y el sonido del agua llenó el cuarto como una cascada envolvente. El vapor comenzó a subir lentamente, acariciando sus cuerpos. Él tomó una esponja húmeda y la enjabonó con cuidado perverso, recorriendo cada centímetro de su piel. Pasó por su cuello, sus clavículas, sus pechos, su vientre… hasta llegar a su centro.

—No... —susurró, apretando los muslos con pudor, pero su cuerpo ya lo traicionaba, suplicante, empapado.

—Shh… —murmuró él, acariciándola con la esponja y luego con la palma abierta, tocándola con una ternura erótica que la desarmaba—. Me gusta verte así… tan real, tan entregada.

Cuando la hizo darse vuelta y pegarse a la pared, su piel caliente contrastó con el frío azulejo, provocando otro jadeo. Él se pegó a su espalda, su erección deslizándose entre sus glúteos mojados, y con una mano le sujetó la cadera mientras con la otra le apartaba el cabello para besarle el cuello.

—Mírate —susurró, su aliento recorriendo su oreja mientras la acariciaba—. Tan jodidamente hermosa. Tan mía.

Zaira giró la cabeza ligeramente y se miró en el espejo lateral. La imagen que vio era salvaje, visceral, poderosa. Desnuda, mojada, con la espalda arqueada y los labios entreabiertos… deseando lo imposible una vez más.

—Estás loco… —murmuró, apenas audible.

—Por ti, vale la pena.

Se arrodilló detrás de ella, y sus labios comenzaron a trazar un sendero ardiente por el interior de sus muslos. El vapor del baño se condensaba en gotas sobre sus cuerpos, haciéndolos resbalar uno contra el otro. Cuando su lengua tocó su centro, Zaira se aferró al borde del lavabo con un grito ahogado.

—Oh... Leo…

La lengua de él se movía con ritmo paciente y cruel, saboreándola como si fuera su festín. Los sonidos húmedos llenaban el baño, mezclándose con sus jadeos, el agua corriendo, el eco íntimo de su entrega. Sus dedos se enredaron en su cabello mojado, guiándolo inconscientemente mientras su cadera temblaba contra su boca.

Y justo cuando el orgasmo se avecinaba como una tormenta, se detuvo.

—No… no pares —gimió con desesperación.

Leonardo se incorporó, con los labios brillantes, los ojos ardiendo como brasas.

—Ahora sí —murmuró contra su boca—. Quiero verte quebrarte con mi nombre otra vez.

Sin aviso, la penetró con una estocada firme y profunda, haciéndola jadear de golpe. Su espalda golpeaba suavemente contra la pared con cada embestida, mientras el vapor del agua envolvía sus cuerpos como una nube densa. El mármol frío se volvía insignificante ante el fuego que ardía en sus entrañas.

—Eres tan estrecha, Zaira… tan jodidamente perfecta para mí —murmuró él con la voz rota, besándole la nuca mientras la embestía más rápido.

Ella solo podía gemir, decir su nombre, clavarle las uñas en los brazos. Estaba deshecha, vuelta ceniza, y al mismo tiempo más viva que nunca.

Leonardo la cargó sin salir de ella, llevándola a la cama. El cuarto se llenaba de humedad, de vapor, de deseo vibrante.

La colocó de espaldas a él, con las rodillas abiertas. La embistió con fuerza mientras sus manos le atrapaban los pechos y su boca susurraba obscenidades dulces al oído.

—Así me gustas… rendida… perdida por mí…

—Sigue… por favor… no pares…

La sensación de plenitud era insoportable. Ella gritó su nombre cuando el segundo orgasmo la quebró, su cuerpo sacudido como una cuerda tensa que finalmente se soltaba.

Leonardo vino segundos después, enterrado hasta el fondo, rugiendo su placer como una bestia que marcaba su territorio.

Quedaron en silencio, únicamente el sonido de sus respiraciones pesadas llenaba el cuarto. Sus cuerpos mojados se pegaron en la cama, sin importar la humedad, sin importar el mundo exterior.

Él la acomodó contra su pecho, como si quisiera guardarla dentro de sí.

—Esta vez... —susurró al fin, con la voz aún ronca, su aliento enredado en su cabello—. Esta vez no vas a huir de mí.

Zaira no respondió. No podía. Solo se aferró más fuerte a él, con los ojos cerrados, con el corazón latiendo como un tambor de guerra.

Porque en el fondo… sabía que ya no quería huir.

Y que su cuerpo… ya había elegido.

1
Alicia Marin Silva
Rico ,pobre hombre 🤔🤔🤔
Francy Eliana Castillo Gallon
Zaira está manejando su dolor con rabo aw indiferencia hacia Leonardo y el siente q quiere morir sin ella pero no sé lo dice no lo demuestra
Francy Eliana Castillo Gallon
a veces somos egoístas morimos de ganas de llamar escuchar un te extraño pero no nos arriezgamos y nos quedamos esperando
Violeta Banquez Martinez
excelente más capítulo
Carola Videla🇦🇷🇦🇷🇦🇷🇦🇷
la cagaste Leo y lo sabes, te haces el tonto
Carola Videla🇦🇷🇦🇷🇦🇷🇦🇷
tiene miedo y mucho dolor,
Carola Videla🇦🇷🇦🇷🇦🇷🇦🇷
🫂
Carola Videla🇦🇷🇦🇷🇦🇷🇦🇷
error sr, la dejaste sola🤦🏽👿
Carolina Acosta
ahora es que están bonitos los 2 el esperando que ella escriba y ella esta igual 🤦🏻‍♀️ si no toma alguno la iniciativa no habra interacción nada más que los sábados
Carolina Acosta
lo importante es que lo reconoces
Francy Eliana Castillo Gallon
ahora q Zaira lo verá como su cuenta bancaria con cara y cuerpo hermoso pero frío como el hielo el la querrá ver cómo la mujer q ama q le devuelve algo de calor a su congelado corazon
Francy Eliana Castillo Gallon
el está sumido en el dolor nunca pensó q se volvería a enamorar su corazón le está jugando una mala pasada y se siente vacío q ella no lo merece
Carolina Acosta
ya va o yo estoy mal o ella no quiere ver el trató que el le da
Carolina Acosta
como quieres que te vea❓️🤔 porqué hasta ahora te haz completado muy hostil con Leonardo
RUTH MARTINEZ
Excelente
马里克鲁斯
jajaja no como pedirte maratón de capítulos /Sob/si me acabo de leer uno bien largo @Celina González ♥️/Sob/
马里克鲁斯
jajaja sufre Daddy Suggar
马里克鲁斯
jajaja 🤣 me encanta la actitud de ella 😃
马里克鲁斯
Eso eso no le mandes mensajes, jajaja si quieres que aparezca solo sal con un chavo y verás que aparece en menos de lo q canta un 🐓
马里克鲁斯
Eso dale para adelante q ese Daddy solo es tu suggar, pero pensándolo bien ambos ya están enamorados /CoolGuy/
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