Esteban es totalmente serio e incluso, un poco amargado; pero debe aceptar la derrota ante una apuesta con su mejor amigo y presentarse en una cita a ciegas en determinado lugar, donde coincide con una rubia que ya conoce.
Sabe que ella no es su cita, pero verla allí, con mirada pícara y burlona, lo hace bufar porque sabe que no demorará en molestarlo.
Soledad ha estado soltera por cinco años, así que, con la esperanza de encontrar el amor, descarga una aplicación y empieza a hablar con Sergio, con quién se verá esta noche. Aunque en su campo de visión aparece su jefe, el cual la fastidia y se odian mutuamente.
Sin embargo, la velada es una decepción para ambos, ya que sus citas no son lo que esperaban, ni lo que desean volver a ver, por lo que Esteban tratando de salvarse, se toma atribuciones indebidas con su empleada, e inventa una tonta excusa. Una que recordarán toda su vida.
NovelToon tiene autorización de Tamara Gallo para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Viaje a Colombia
A las nueve de la noche, un vuelo Uruguayo parte hacia Colombia, uno que el trío disfruta con comodidad, a pesar de la incertidumbre que los espera en aquel país.
Después de un par de horas, el avión aterriza en un importante aeropuerto y ellos viajan en taxi hasta el edificio de Esteban para dejar sus cosas. El departamento de Soledad queda debajo del Penthouse del CEO, y justamente frente al de Braian, quién ha estado viviendo allí desde que Esteban se fue a Uruguay, y ahora es su hogar.
Soledad, aunque quisiera darles privacidad, ellos le piden que los acompañen porque es muy tarde y no quieren dejarla sola, además de que su departamento tiene la despensa totalmente vacía así que ni siquiera podría cenar.
En el estacionamiento están los autos de los amigos, pero irán y volverán juntos, por lo que usarán uno de Esteban para tenerlo en movilidad. Unos pocos minutos lo separan de su destino, donde señora Arango ya los espera en el pasillo, antes de que entren a ver al señor.
—¡Mamá!— Esteban la saluda con un abrazo.
—Hijo mío— le acaricia las mejillas— Qué bonito estás, ¿comes bien?— consulta haciéndolo sonrojar.
—Claro que sí, tía. Soledad se encarga de darle sus comidas en horario— se burla Braian abrazando a la señora.
—¿Soledad, la secretaria?— cuestiona ella mirando a la rubia.
—Un gusto, señora Arango. Soy Soledad, la secretaria y asistente de su hijo.— estrechan las manos y sonríen mutuamente.
—Tu pesadilla se hará realidad— le susurra Braian al CEO al verlas juntas.
— Un gusto, querida. Dime Carla, solamente. — le permite la madre de su jefe.— Puedes pasar, hijo. Tu padre está mejor. Sólo fue un pequeño golpe.
—Dijeron que es grave, no mientas, mamá.
Ella quiso mentirle para calmar las posibles malas noticias, pero no ha sido posible.
—¿Quién lo dijo si nadie lo sabe y yo no he llamado a Uruguay?— pone sus manos en la cintura, exigiendo una respuesta inmediata.
Sin quererlo, los amigos miran a Soledad y ella contesta nerviosa porque sabe que a su jefe no le gustará saber quién ha sido.
—¡Miərda!— murmura— Fue Dulce Mendoza.
—¿Le creíste?— indaga Esteban.
—Sí y no hice mal porque su padre realmente está mal— reprocha Soledad, olvidando dónde está y frente a quiénes.
Sin embargo, por otro lado, Carla levanta una ceja por tal interacción y Braian se acerca a ella disimuladamente para hablar en su oído.
—Te dije, tía. Es la mujer ideal para él.
Solamente ella ha podido escucharlo, por lo que ambos sonríen mientras observan la pequeña pelea a causa de Dulce.
—¿Pasa algo con tu novia?— cuestiona la señora.
—Soledad no es mi novia.— responde de inmediato
—Lo dije por Dulce— ríe con picardía, aunque solo quiere jugar—¿Estás celosa, querida?— mira a la rubia y ella se sonroja.
— No, señora. De su hijo jamás— sonríe tímidamente —, estoy conociendo a alguien.
Esa confesión y seguridad, sorprende a los presentes y decepciona a más de uno porque la quieren como la esposa de Esteban. Además, desaparece la oportunidad del CEO si quisiera fingir una relación.
—Que lástima, ustedes tendrían lindos hijos— Braian los señala a ambos y la señora asiente de acuerdo.
—Entra a ver a tu padre, cariño— pide Carla y Esteban obedece, dejando a su secretaria en inminente peligro.
—Esteban es un gran candidato a esposo— asegura Braian.
—Eres su amigo y lo conoces mejor que nadie— responde Soledad —, cásate tú con él.
Eso hace reír a la señora Arango y disfruta internamente el poder tener una nuera tan ingeniosa para sus ataques.
La quiere sí o sí en su familia y es una enorme pena que solo tiene un hijo para casarlo con ella, sino intentaría infinidad de veces con diferentes candidatos, sin importar cuál. Pero que finalmente sea su nuera.
—He ganado una apuesta con mi amigo y podré tener una cita interesante con la mujer que quiero, así que prefiero brindarte la oportunidad a ti— dice él.
—Agradezco la oferta, pero me niego. Tendré una cita con Sergio en pocos días.
—¿Ese quién es?
— Un futbolista profesional. Aunque ahora está aquí para jugar contra Colombia.
Ninguno de los dos dice nada porque saben que estando ambos en el mismo país de "visita" hay muchas posibilidades de que se vean. Más aún si son natales de Uruguay, donde incluso podrían vivir juntos y si por alguna razón, esa relación funciona; Esteban nunca tendrá oportunidad.
Más tarde, el trío se va y el CEO se queda cuidando a su padre, pero Braian lleva a ambas mujeres a cenar para luego ir a descansar al edificio, donde Carla usará el Penthouse de su hijo.
