Anastasia

Al día siguiente, Anastasia despertó y encontró a Ernesto a su lado. Al mirar el reloj, se percató de que eran las 11 de la mañana.

Ernesto, al sentir que ella se movía, la abrazó y le preguntó: ¿A dónde vas, amor?

Anastasia le respondió: Son las once de la mañana.

Ernesto replicó: Está bien, hoy es domingo, podemos descansar un poco más.

Anastasia, entonces, sugirió: Debemos comer algo. Iré a ducharme.

Ernesto abrió los ojos y le dijo: ¿Puedo acompañarte? Anastasia sonrió y asintió: Me parece perfecto.

Ambos entraron a la ducha, donde se llenaron de amor nuevamente.

Posteriormente, salieron, se cambiaron de ropa y solicitaron algo para comer. Mientras disfrutaban de la comida, Ernesto le sugirió a Anastasia ver alguna película para pasar el día juntos. A Anastasia le entusiasmó la idea, por lo que le propuso que fueran a comprar algunas cosas para compartir. Ambos se dirigieron al supermercado, donde adquirieron dulces y otros productos. Además, Ernesto aprovechó la ocasión para comprar dos prendas de ropa en el centro comercial ubicado frente al supermercado. Finalmente, regresaron a la habitación del hotel.

Anastasia se encargó de organizar las cosas, mientras que Ernesto guardó las mudas de ropa, ya que quería tener algunas disponibles cada vez que se quedara con ella. Posteriormente, se acomodaron con golosinas y disfrutaron de una maratón de películas.

Ana, por su parte, estaba maquinando un plan para arruinarle la felicidad a su hermana. No le agradaba que Anastasia tuviera todo lo que deseaba y que, además, pareciera ser la favorita de todos. Al mirar la hora y notar que Anastasia aún no había llegado, supuso que estaría con Ernesto y, para incomodarla, comenzó a llamarlo.

Ana 📲 Rin, rin.

El teléfono de Ernesto sonó y Anastasia, que se encontraba cerca del aparato, miró a Ernesto. Él le pidió el favor de que le pasara la llamada. Al tomar el teléfono, ella vio en la pantalla que aparecía el nombre Ana Blanco y supuso que se trataba de su hermana. Entonces, preguntó: ¿Por qué te está llamando mi hermana?

Ernesto, algo nervioso, respondió: Es tu hermana, es extraño. ¿Pasará algo? Anastasia no sospechó de nada y dijo: Bueno, contesta a ver. Yo miraré en mi teléfono para comprobar si me estaba llamando a mí.

Tomó su celular y al ver que no tenía llamadas perdidas, empezó a sospechar algo.

Ernesto respondió: Hola.

Ana 📲: Hola, cariño. Pensé que no ibas a contestar. ¿Acaso estás con la estúpida de mi hermana?

Ernesto 📲: Hola, Ana. Sí, estoy con Anastasia porque ha ocurrido algo.

Ana 📲: ¿Todavía estás con ella? ¿Acaso ustedes dos...?

Ernesto no la dejó terminar y respondió: Sí, estamos bien. No te preocupes, la llevaré a su casa más tarde.

Ana 📲: No te atrevas a colgar.

Ernesto colgó el teléfono y Anastasia lo miró.

Ernesto le comenta a Anastasia: “Amor, tu hermana te estaba llamando porque no habías regresado”.

Anastasia responde: “Es extraño, no tengo ninguna llamada de ella”.

Ernesto menciona: “Quizás tu teléfono esté fuera de cobertura”.

Anastasia replica: “No, en realidad no. Mira, tengo toda la cobertura. Además, es curioso que mi hermana te llame a ti para preguntar por mí. Ella nunca me llama”.

Ernesto, visiblemente nervioso y sin saber qué responder, se limita a decir: “Bueno, amor, no puedo saberlo, pero le dije que estamos juntos”.

Anastasia no añadió nada más.

Ernesto la miró y le comentó que no solo había preguntado si estábamos juntos, a lo que él respondió que sí.

Anastasia giró para ver la televisión, mientras Ernesto respiraba con dificultad, muy nervioso. No quería que Anastasia supiera nada; disfrutaba de su compañía y le agradaba estar a su lado. Si ella llegara a enterarse de todo, no lo perdonaría.

Cerca de las 5 p.m., dejaron de ver películas y Anastasia se duchó para regresar a su casa. Ernesto también se duchó y ambos se dirigieron al estacionamiento.

Ernesto llevó a Anastasia a su casa. Antes de que ella entrara, él se bajó del auto, la abrazó y le dio un beso, susurrándole que la iba a extrañar. Anastasia sonrió y le respondió que se verían mañana en la universidad. Ernesto le dio un último beso antes de que ella entrara en su hogar.

Ana, que estaba en el balcón de su habitación y presenció toda la escena, se llenó de furia y decidió salir para confrontar a Anastasia. Al bajar las escaleras, le gritó: Anastasia. Sorprendida, Anastasia giró hacia arriba y le preguntó: ¿Qué ocurre, Ana?

Ana: Ven aquí, necesito que me digas si pasaste la noche con Ernesto.

Anastasia se quedó paralizada, sin saber qué responder, avergonzada por la pregunta. Le contestó: Ana, ¿por qué me preguntas eso?

Ana: Te pido que respondas a mi pregunta.

Anastasia: No lo haré, es mi vida privada. ¿Desde cuándo te interesa lo que hago?

Ana: Está bien, no me respondas, pero solo quiero decirte una cosa: antes de entregarte a Ernesto, pídeles que te cuente con quién más ha estado y con quién ha salido.

Anastasia, sorprendida, se quedó pensativa.

Subió a su habitación y reflexionaba sobre lo que Ana había dicho. ¿Acaso ellos dos estaban saliendo? No podía permitir tener esta incertidumbre, así que decidió llamarla de inmediato. Agarró su teléfono y marcó varias veces, pero la línea estaba ocupada.

Ana se dirigió al patio de la casa y le llamó a Ernesto.

Ana 📲 Rin, rin

Ernesto 📲 ¿Qué quieres ahora? Te he dicho que me dejes en paz, esto ya se acabó.

Ana 📲 ¿Te acostaste con ella?

Ernesto guardó silencio.

Ana 📲 Está bien, esto se ha terminado. Pero, para tu sorpresa, tampoco podrás estar con ella.