NO RENUNCIARÉ A NOSOTROS.

Luciana.

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Un nuevo día ha comenzado, hoy es sábado y me encuentro en mi habitación estudiando para un examen, Abril está a mi lado estudiando también. Ambas estamos  sentadas en mi cama, leyendo nuestros apuntes, de pronto escucho un golpe suave en la puerta, miró a Abril y me levanto para abrir ya no me sorprende ver a la directora del internado, es usual en ella que siempre ande haciendo recorridos,  me mira mientras se queda de pie en el umbral.

—Luciana, tienes una visita —dice la señora Smith con su cara seria, creo que desde que estoy aquí jamás la he visto sonreír.

Me sorprende la noticia y mi corazón comienza a latir con emoción. ¿Quién podría ser? ¿Mis padres? ¿O al fin los padres de Leticia la traerían a verme? Me pregunto.

—¿Quién es? —pregunto, curiosa.

—Es Leticia, tu amiga de México —responde la señorita Smith. —Está esperándote en la sala de visitas, ya tu madre habló conmigo y no podrás estar con tu amiga por más de dos horas.

Me emociono al escuchar el nombre de Leticia, me molesta un poco que limiten el tiempo.

_ ¿Puede ir por favor, Abril conmigo? Me gustaría que conociera a Leticia. _ le pido a la directora y ella asiente.

_ Está bien, pero nada de llamadas, sabes que ninguna de las dos lo tiene permitido.

_ Claro, no se preocupe, señora directora. _ ella ha e un ademán.

Entro nuevamente a la habitación, me coloco unos zapatos cómodos.

_ Vamos para que conozcas a mi mejor amiga. _ invito a Abril, ella deja sus cuadernos sobre la cama y se pone de pie.

_ Vamos. _ nos tomamos de la mano y salimos para comenzar a caminar trás la directora quién nos guía hasta uno de los salones de visitas.

Se va y yo abri la puerta del salón para entrar con Abril. Cuando entro en la sala, veo a Leticia sentada en un sofá, con una gran sonrisa en el rostro y una canasta llena de algunos postres y comida mexicana en las manos, le sonrio a mi mejor amiga.

—¡Leticia! —exclamo, corriendo hacia ella y abrazándola fuerte.

—¡Luciana! —responde ella, devolviéndome el abrazo, y me siento como si estuviera en casa nuevamente.

Abril, mi nueva amiga, se acerca a nosotros y se queda de pie detrás de mi.

_ Te presento a mi nueva amiga. _ le digo a Leticia cuánto nos separamos del caluroso abrazo y me volteo para mostrarle a la pelirroja.

—Hola, soy Abril — dice la hermosa pelirroja, sonriendo.

—Hola, Abril —responde Leticia, estrechándole la mano. —Soy Leticia, la mejor amiga de Luciana. _ no se aguantan y se a raza también. _ Woo, eres más hermosa de lo que me contó Luciana, me encantas. _ dice tocándole el pelo y Abril ensancha su sonrisa.

_ Gracias, tu también eres hermosa.

_ Sentemonos, quiero que prueben las delicias que he traído desde México. _ dice mi mejor amiga y nosotras obedecemos.

Nos sentamos en el sofá y Leticia comienza a sacar los postres y platos de la caja.

—¿Cómo has estado? —pregunta Leticia, mientras me ofrece un trozo de pastel a mi y luego a Abril.

—He estado bien —respondo, masticando el pastel. —Pero te extraño mucho, a tí, a Sergio, mi escuela, mi vida de allá, sobre todo a Alejandro.

— Me lo imagino, yo también te extraño mucho, todos te extrañamos —dice Leticia, sonriendo. —Pero estoy aquí ahora, y te traje algo especial.

Leticia saca una caja pequeña de su bolso y me la entrega, yo sonrio por lo hermosa que es y al ver las mariposas solo puedo pensar en alguien.

—¿Qué es? —pregunto, curiosa.

— Abre la caja, es algo que te envía el amor de tu vida —responde Leticia en voz baja, sonriendo.

Abro la caja y el olor del perfume de Alejandro invade mis cosas nasales, me emociono mucho al ver las cartas y comienzo a abrirlas, todas están escritas a mano. Las lágrimas comienzan a caer por mis mejillas mientras leo las palabras de amor de Alejandro, es tan tierno y dulce.

_ Oh, tu novio es muy romántico y dulce, es un detalle muy lindo que haya enviado cartas escritas a mano. _ dice Abril tomando una carta entre sus manos.

—Gracias, Leticia —digo, emocionada. —Esto significa mucho para mí.

Leticia sonríe y me abraza.

— Me alegra verte reír feliz, Luciana —dice. —Siempre estaré para ti.

Pasamos el resto del día hablando y riendo juntas. Es un día especial, un día que siempre recordaré, Leticia me muestra muchas fotos de ella con Sergio del día que se hicieron novios, me muestras otras de Alejandro al lado de mi yegua y en el bosque cerca al riachuelo.

Él tiempo se agota y Leticia debe irse, lloramos abrazadas y ella le pide a Abril que me cuide, escribo una carta para mí novio y de la envío con mi amiga.

Volvemos a nuestra habitación abril y yo, siento melancolía en mi corazón, pero me reconforta la compañía de Abril.

Abril y yo nos acostamos y encendemos la televisión para ver una película . De repente, escuchamos un golpe suave en la puerta. Está vez fue Abril quien se levantó para abrir y se encontró con la directora.

—Abril, tienes visita —dijo la directora con su postura sería y firme.

Abril se puso tensa y su rostro se ensombreció. Me miró y pude ver la ansiedad en sus ojos, solo dos personas podrían venir a visitarla, su padre o su madrastra.

—¿Quién es? —preguntó Abril, tratando de mantener la calma.

—Son tus padres —respondió la directora. —Están esperándote en el salón de visitas.

Abril se quedó en silencio por un momento, y luego me miró con una expresión suplicante.

—Luciana, ¿puedes venir conmigo? —preguntó Abril, su voz temblorosa.

Me levanté de la cama y asentí con la cabeza.

—Claro que sí, Abril —dije, poniendo una mano en su hombro.

Abril me sonrió débilmente y juntas salimos de la habitación para enfrentar a sus padres.

Al llegar al salón, noto como Abril se tensa más y entonces reparo el entorno, y me doy cuenta de algo, abril me había contado que su madrastra era rubia y ahora al verla me doy cuenta de que se teñido el cabello, ahora es pelirroja.

_ Está intentando imitar a mi madre. _ murmura muy bajo abril solo para las dos.

Mi odio por esa mujer crece más.

_ ¿Te quedarás todo el día parada en la puerta?.  _ reclama el padre de Abril, ella niega

El señor es de piel clara, alto, atlético, de cabello entre cano, podría tener unos cuarenta y tantos años.

_ ¿Quien es la chica? _ pregunta su madrastra.

_ Es mi nueva amiga y mi compañera de cuarto. _ contesta Abril y la mujer asiente, nos presentan y tomo sus manos ya por educación, luego quisiera gritarles mil cosas a la cara.

_ ¿Qué le pasó a tu cabello, hortensia? _ pregunta Abril con fingida calma.

_ A pesar de lo que le hiciste,  Hortensia se ha teñido el pelo para parecerse a ti, para ver si así, al fin te agrada y la aceptas. _ es su papá quien responde.