Una Chica Ruda Reencarna en una Nerd Tímida

—Tranquila, Key. Oye, ¿podemos preguntarte algo? —preguntó Reval.

—No —respondió Key bruscamente.

—Ay, Key. Oye, ayer estuviste increíble venciendo al hermano Ed. Además, también estaba harto de verlo ayer. Te juro que no esperaba que pudieras ser tan genial —dijo Natan con entusiasmo. Incluso parecía estar imaginando lo que contaba.

Key solo asintió en señal de agradecimiento. Demasiado perezosa para responder. Sí, ya estaba acostumbrada a este tipo de cosas. ¿No es así la naturaleza humana? Si ven a alguien con muchas ventajas, seguro que muchos quieren acercarse. Pero si nuestra vida tiene muchas carencias, como la chica nerd de antes, ¿quién querría acercarse? Incluso a ella la excluían... el mundo es realmente cruel.

—Ayúdanos, Key, por favor. Estamos muy interesados en el modelo de tu coche. Te juro que es increíble. Especialmente la carrocería de tu coche. Hace que tu coche se parezca al de Keyna. ¡Eres genial! —dijo Natan con entusiasmo.

Key miró a Natan. ¿Natan conocía a Keyna antes? Pero, ¿por qué no lo conocía ella? —¿Conocías a Keyna? —preguntó.

—Pues claro que la conocía. Quién no conocía a esa chica. Te juro que era guapísima, experta en carreras, buena en artes marciales. Inteligencia por encima de la media. Te juro que era increíble. Soy muy fan de ella. Desafortunadamente, murió. Los chicos de la calle quedaron desconsolados. Incluyéndonos a nosotros —dijo Danil con una expresión de tristeza fingida.

—Es verdad. Tu coche de ayer nos recordó a Keyna, Key. Pensamos que eras Keyna. Pero resulta que eres Keyla —respondió Natan, no menos apesadumbrado.

—¿Alguna vez la conocieron personalmente? —preguntó Key, un poco curiosa. No sabía que antes fuera tan famosa en las calles.

—Pues no —dijo Natan con una risita nerviosa.

—Cómo nos íbamos a atrever, Key. Nadie se atrevía a acercarse a esa chica. Te juro que era muy fría. Además, era miembro de la pandilla Galaksi. Nos hacía retroceder antes de avanzar —dijo Reval.

—Sí, es verdad. Además, los chicos de Galaksi son muy guapos... Ella también era cercana al núcleo de la pandilla Galaksi. Dicen que era una de las líderes. Sí, el líder de la pandilla Galaksi es el hermano Mike, ¿verdad? Pero dicen que a Key también la mencionaban como líder —respondió Reval con entusiasmo.

Key asintió con la cabeza. —Oh —respondió.

—¿Nos ayudarás, verdad? Al menos, poder tener un coche como el de Key ya sería un orgullo para nosotros —dijo Reval de nuevo.

—¿De verdad la admiran tanto? —preguntó Key, sorprendida.

—Pues sí. El caso es que tienes que aceptar, ¿vale? —insistió Natan.

—No —respondió Key con pereza. Acababa de descubrir que tenía fans.

—Por favor, Key... Te daremos lo que quieras. Siempre y cuando nos digas dónde hacer un coche tan genial como el de Keyna —insistió Natan, bloqueándole el paso a Key.

—Ya basta, no te metas en mi camino. Ya vamos a tener los exámenes parciales. Búsquenlo ustedes mismos —dijo Key bruscamente.

—No podemos, Key. Ya lo hemos buscado, pero no podemos hacerlo tan genial como el tuyo. Solo tú puedes hacerlo exactamente igual que Key —insistió Reval.

—Apártense... —dijo Key. Sentía ganas de golpearles la cara. Pero desafortunadamente, esta mano no se lo permitía.

—Seremos tus amigos. Por favor, ¿sí?, también te invitaremos durante un año —dijo Natan suplicante.

—Vale —respondió Key al oír lo de invitarla un año. ¿Quién lo rechazaría?—. Pero que la modificación no sea igual, ¿eh? Diferente color, por ejemplo. Luego los de la pandilla Galaksi me degollarán —continuó.

—¿Eres de la pandilla Galaksi? —preguntó Natan histéricamente.

—Sí. Por eso —dijo Key con voz plana.

—Dios mío, Key. ¿Qué soñaste para que una chica nerd como tú sea tan popular? No me arrepiento de invitarte durante un año. Invítanos a unirnos a la pandilla Galaksi también, por favor —dijo Natan.

—Ustedes sí que piden mucho, ¿eh? Y además, son parlanchines. Nuestra pandilla tiene pruebas, ¿por qué no intentan hacerlas? —preguntó Key.

—Ya lo hicimos. Pero uno de nosotros no fue aceptado antes. Así que, en lugar de separarnos y no ser amigos, preferimos no unirnos —respondió Danil apesadumbrado. Se podía asegurar que el que no fue aceptado era él.

—No pasa nada, Nil. Al menos, durante la prueba pudimos ver a Keyna de cerca y echarle miradas furtivas —Natan le dio una palmada suave en el hombro a Danil para calmarlo.

Key sonrió levemente. ¿Qué pasaría si supieran que la que estaba frente a ellos era Keyna? ¿Aunque el cuerpo fuera diferente? —Ya está. Entremos —dijo.

—Pero de ver—

—Sí, parlanchín. Después de clase —interrumpió Key a Danil. Mientras Danil se rascaba la nuca, sin saber si le picaba o no.

Key solo negó con la cabeza. En realidad, no quería... pero verlos tan entusiasmados con su verdadero yo la conmovió un poco. Además, su solidaridad convenció a Key para acercarse a ellos. Al menos así tendría amigos en la universidad.

Mientras Key caminaba, muchas miradas cínicas se posaron en ella. Si esas miradas fueran cuchillos, se podría asegurar que el cuerpo de Key ya estaría hecho pedazos. ¿Cómo podía ser? Era porque Key caminaba con el grupo de Danil y compañía.

¿Por qué era así? ¿Porque Danil, Reval y Natan eran los príncipes del campus? ¿Quién no los conocía? Chicos malos que no se relacionaban con chicas, con estilo genial, rostros guapos, muy idolatrados, ¿ricos? Ni lo preguntes. Todos hijos de sultanes. ¿Altos? Key apenas les llegaba al pecho.

¿Si le echaban un vistazo a una chica?

La chica se desmayaba al instante por los nervios.

¿Si se les acercaban?

Se desmayaban de inmediato.

Pero desafortunadamente, no les gustaban las chicas.

No es que fueran gais, quiero decir. Sino que aún no habían encontrado a la chica de su elección.

¿Por qué Key podía estar cerca de ellos? Era porque tenían un interés. Además, la apariencia de Key no era inferior a la de otras chicas. Si Key fuera desaliñada y fea, ¿cómo iban a querer acercarse? Así es la naturaleza humana. Aunque esto solo sea una novela, en el mundo real también existe, ¿sabes?

...

—Buenos días casi mediodía a todos. —Un profesor de mediana edad entró llevando una carpeta marrón que contenía las preguntas del examen parcial.

—Buenos días, señor profesor... —respondieron todos en la clase.

—¿Empezamos el examen de una vez, sí? —preguntó él. El nombre del profesor era señor Ade Kosasi.

—Sí, señor profesor.

Key miró al señor Ade pensando intensamente, ¿cómo podría hacer el examen con la mano herida? ¿Y además la mano derecha? —¿Podría hacer el examen oralmente, señor profesor? —preguntó Key espontáneamente cuando el señor Ade se paró frente a ella para darle el papel del examen.

—¿Y eso por qué? —preguntó él.

—Tengo la mano herida, señor profesor, no puedo escribir. ¿No hay problema si es oral, señor profesor?

El señor Ade miró la mano vendada de Key. —¿Estás segura de que quieres hacer el examen oral? —preguntó con suavidad. ¿Quién no sabía que Key era tonta?

Key juró que se sentía muy enfadada por haber reencarnado en el cuerpo de esta chica nerd. La familia no la quería, su vida era difícil, no tenía amigos, y además era tonta. Qué vida tan perfecta, ¿no?... —Sí, señor profesor... —respondió convencida.

—¿Estás segura, Key, de que quieres hacerlo oral? Esta asignatura es difícil, sabes —dijo Danil, que estaba sentado detrás de Key.

—Sí, parlanchín —dijo Key—. ¿Está bien, señor profesor? —preguntó Key mirando al señor Ade.

—Puedes. Después de que reparta estos papeles, vienes al frente a verme, ¿de acuerdo? —dijo con suavidad.

—Gracias, señor profesor —dijo Key.

Este señor Ade Kosasi era el mejor profesor. Además de guapo aunque ya mayor, era bondadoso y también firme. Sí, desafortunadamente ya tenía esposa.

¡Recuerden que ya tiene esposa y no es un personaje principal, ¿vale?!

.

.