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MI QUERIDO SECRETARIO

MI QUERIDO SECRETARIO

Status: Terminada
Genre:Yaoi / CEO / Casada con el millonario / Jefe en problemas / Mujeriego enamorado / Completas
Popularitas:3.2k
Nilai: 5
nombre de autor: Fanny123

Un joven talentoso pero algo desorganizado consigue empleo como secretario de un empresario frío y perfeccionista. Lo que empieza como choques y malentendidos laborales se convierte en complicidad, amistad y, poco a poco, en un romance inesperado que desafía estereotipos, miedos y las presiones sociales.

NovelToon tiene autorización de Fanny123 para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

CAPITULO 13

El día había llegado. Alejandro Rivera, el hombre que siempre había sido dueño de su mundo y de cada situación, se encontraba nervioso por primera vez en mucho tiempo. Había repasado cada detalle junto a Valeria y Samuel: el mirador del hotel, las luces suaves, la cena íntima, la música de cuerdas. Todo estaba listo.

Sin embargo, lo más importante no estaba en la decoración ni en la perfección del escenario. Estaba en las palabras que brotarían de su corazón, en el momento exacto en que mirara a Gabriel Torres a los ojos y le pidiera quedarse a su lado para siempre.

La tarde transcurrió con normalidad en la oficina, al menos para Gabriel. No tenía idea de lo que se estaba preparando en secreto. Para él, era otro día más lleno de documentos, reuniones y miradas fugaces entre él y Alejandro, esas que siempre lograban que su corazón se acelerara.

Cuando llegó la hora de salir, Alejandro se acercó a su escritorio con una calma fingida.

—Gabriel, ven conmigo. Tenemos una cena pendiente esta noche.

Gabriel lo miró curioso.

—¿Una cena? ¿De trabajo?

Alejandro sonrió levemente, esa sonrisa discreta que usaba solo con él.

—No exactamente. Confía en mí.

Y Gabriel, como siempre, confió.

El coche los llevó hasta el hotel donde meses atrás habían compartido una cena que, sin saberlo, había marcado el inicio de algo mucho más grande. Gabriel lo reconoció en cuanto entraron al vestíbulo, y sus ojos brillaron con sorpresa.

—Alejandro… este lugar… —dijo, con un tono emocionado.

—Sí —respondió él, sin apartar la mirada de Gabriel—. Aquí comenzó todo para mí. Quiero que esta noche sea igual de especial.

Subieron hasta el mirador, donde una escena mágica los esperaba. Valeria y Samuel habían hecho un trabajo impecable: un sendero de pétalos de rosas los guiaba hasta una mesa para dos, iluminada por velas y rodeada de luces tenues que parecían estrellas suspendidas en el aire. Un cuarteto de cuerdas tocaba suavemente, llenando el lugar de una atmósfera romántica.

Gabriel se quedó sin aliento.

—Alejandro… esto es… increíble.

Él tomó su mano y lo guió hasta la mesa.

—Todo esto es para ti, Gabriel.

Cenaron entre sonrisas, miradas cómplices y recuerdos compartidos. El ambiente estaba cargado de una ternura que hacía que todo pareciera perfecto. Gabriel reía con esa timidez encantadora que tanto enamoraba a Alejandro, y Alejandro lo observaba como si el resto del mundo hubiera desaparecido.

Al terminar la cena, la música cambió a una melodía más suave, íntima. Alejandro se levantó, respiró hondo y extendió la mano hacia Gabriel.

—Baila conmigo.

Gabriel, sorprendido, aceptó con una sonrisa nerviosa.

—No soy muy bueno para bailar…

—No importa —susurró Alejandro, envolviéndolo en sus brazos—. Solo sígueme.

Se movieron lentamente, rodeados por la música y las luces de la ciudad que brillaban al fondo. Gabriel apoyó la cabeza en su hombro, y Alejandro cerró los ojos por un instante, saboreando la calma de tenerlo tan cerca.

Pero pronto, Alejandro se separó un poco, mirándolo a los ojos con una seriedad que hizo que Gabriel se pusiera nervioso.

—Gabriel Torres… —dijo, con la voz cargada de emoción—. Hay algo que necesito decirte.

Gabriel frunció el ceño, confundido.

—¿Qué ocurre?

Alejandro respiró hondo y, sin apartar la mirada de él, se arrodilló lentamente en el suelo.

Gabriel se quedó congelado, llevándose ambas manos a la boca, incapaz de creer lo que estaba viendo.

—Alejandro… —susurró, con la voz quebrada.

Alejandro sacó de su bolsillo una pequeña caja de terciopelo. Al abrirla, un anillo sencillo pero elegante brilló bajo la luz tenue. En el interior llevaba grabadas dos palabras: Siempre tú.

—Gabriel —empezó, con la voz firme pero cargada de sentimiento—. Cuando llegaste a mi vida, lo hiciste de una forma inesperada. Eras torpe, nervioso, cometías errores… pero con cada uno de esos momentos, me hiciste ver lo humano que necesitaba sentir. Me devolviste algo que pensé que había perdido: la capacidad de amar de verdad.

Los ojos de Gabriel se llenaron de lágrimas. Alejandro continuó:

—Me enamoré de ti sin darme cuenta. De tu bondad, de tu lealtad, de tu forma de ver el mundo. Y ahora, no puedo imaginar mi vida sin ti a mi lado. Por eso… —tomó aire, su mirada brillando—. Gabriel Torres, ¿quieres casarte conmigo?

El silencio duró apenas unos segundos, pero para Gabriel fue eterno. Su corazón latía tan fuerte que parecía querer salir de su pecho.

Finalmente, dejó escapar un sollozo y asintió con fuerza.

—¡Sí! Sí, Alejandro, quiero casarme contigo.

Alejandro se levantó, poniéndole el anillo en el dedo con manos temblorosas. Apenas lo hizo, Gabriel lo abrazó con tanta fuerza que casi lo derribó, y lo besó con lágrimas resbalando por sus mejillas.

El cuarteto de cuerdas intensificó la melodía, y de repente, un grito de alegría interrumpió el momento.

—¡Sííííííííííííí! —chilló Valeria, que junto a Samuel había estado observando desde una distancia prudente. Ambos salieron corriendo a abrazarlos, riendo y llorando de felicidad.

Gabriel los miró entre lágrimas y risas.

—¿Ustedes sabían?

—¡Claro que sí! —dijo Valeria, emocionada—. Alejandro nos pidió ayuda para planearlo todo.

Samuel le dio una palmada en la espalda a Alejandro.

—Bien hecho, hermano. Sabía que lo lograrías.

Alejandro, con el brazo alrededor de Gabriel, sonrió como pocas veces lo había hecho.

—No podía hacerlo sin ustedes.

Esa noche, mientras regresaban al departamento, Gabriel no podía dejar de mirar el anillo en su mano. Tocaba el grabado una y otra vez, con una sonrisa que no podía borrar de su rostro.

—“Siempre tú”… —murmuró, con los ojos brillando—. Alejandro, eres increíble.

Él lo atrajo hacia sí, besando su frente con ternura.

—No. Increíble eres tú, Gabriel. Gracias por decir que sí.

Gabriel apoyó la cabeza en su hombro, cerrando los ojos mientras una felicidad inmensa lo invadía.

—Te amo, Alejandro.

—Y yo a ti, mi querido secretario. —respondió, con un susurro cargado de amor.

El futuro era incierto, como lo es para todos. Pero en ese momento, no había dudas ni miedos. Solo existía la certeza de un amor que había sobrevivido a pruebas, secretos y obstáculos, y que ahora estaba listo para unirse para siempre.

Esa noche, bajo el mismo cielo que había sido testigo de su promesa, Gabriel y Alejandro se abrazaron sabiendo que lo mejor apenas estaba por comenzar

CONTINUARA

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Fanny
🥰
orneidy soto
Hermosa esta novela gracias por compartir
Fanny: Muchas gracias 🥰🥰
total 1 replies
Fanny
linda
☫ Queen ✜S. D. R꫞
gracias por apoyarme, de nada apoyarse, te deje un puntos de 199 de cafecito. espero que continúe el capítulo🥰☺️
Fanny Rodriguez: 🥰🥰🥰🥰🥰🥰🥰🥰🥰🥰🥰🥰🥰🥰
total 1 replies
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