Valeria toma la decisión de ser una joven mantenida por un hombre mayor,sin imaginar que esto le costara más de lo que ella se imagina. Luego de conocer a Álvaro Ramirez todos sus sueños se cumplen, pero todo se acaba por una mentira creando en ella una ambición sin fin que la llevará a un destino incierto.
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De regreso.
Luego de una semana de duro trabajo estoy de regreso y después de esta junta voy a tener tiempo para jugar con mi linda gatita callejera, de seguro ya está arañando las paredes por verme.
- Álvaro porque tan sonriente y feliz.
- Estoy contento de volver Sátira.
- No me digas así, lo odio y más en público.
- Pero si ese apodo te queda pintado.
- ¿Vamos por un trago está noche? Así me puedes seguir llamando de esa manera en un lugar más privado.
- Lo siento ya tengo una cita.
- Tch bueno mañana o cuando acabes con tu cita.
- Ya te dije que no quiero Sátira, déjame en paz y vete a trabajar.
- Recuerda tus palabras y luego no vengas como un perro con la cola entre las patas a buscarme.
- Ja ja ja Ya quisieras.
📨 Esta noche te espero en mi departamento.
📩 Álvaro por fin sé algo de ti cariño.
📨 Ven a verme a las 22.
📩 Entendido nos vemos cariño 💋
Lo primero que me toca enseñarle es que odio las atribuciones de cariño excesivo. Bueno supongo que está noche la tendré que castigar.
Por fin sé algo de él, ya estaba entrando en pánico, que bueno que me volvió a llamar sin duda alguna tengo que hacerlo muy feliz está noche.
- Valeria que haces tenemos que entrar.
- Hey Ron como te gusta que tu novia te sorprenda en los días especiales.
- De que estás hablando ahora mujer.
- Ya sabes cuando están peleados y ella quiere hacer las pases. ¿Qué trucos usa para seducirte?
- Valeria estás enferma y delirando, porque me preguntas algo tan privado y personal.
- Vamos no seas malo y ayúdame quiero hacer feliz a mi novio y no sé cómo hacerlo.
- ¿Desde cuándo tienes novio?
- Desde ahora.
- Y ya están disgustados ja ja ja eres pésima.
- Gracias, yo pensé que éramos amigos.
- Está bien te lo diré solo por qué te veo desesperada. Cómprate un bonito vestido y no uses nada debajo eso siempre me prende.
- Anotado. ¿Algo más?
- No le digas que no llevas nada debajo, deja caer un cubierto o algo al piso e inclínate, no sé usa tu imaginación.
- Eres el mejor, luego te invito algo sabroso de comer.
- Más te vale y no le digas esto a nadie.
- Mis labios están sellados.
Así que un vestido lindo y nada por debajo, prepárate Álvaro está noche te voy a hacer el hombre más feliz del mundo.
La tarde pasa demasiado lenta y apenas termina mi turno salgo corriendo a casa para prepararme como se debe, paso más de 2 horas en el baño dejando todo listo y en orden. Busco el vestido perfecto y me coloco un poco de mi nuevo perfume que compre especialmente para él.
Me gustaría pedirle que mande a alguien a buscarme, pero me da mucha vergüenza que vea el lugar en el que vivo. Maldición ya no quiero andar en Uber y más cuando me toca caminar 5 cuadras para tomarme uno.
Al llegar vuelvo a sentir esa ansiedad del primer día, esas miradas como las odio, pero si le pido bajar por mí tal vez se enoje. Respiro profundo y abro la puerta, esa perra me ve con asco, pero la ignoro y sigo mi camino.
- Disculpe señorita tiene permitido subir.
- Por supuesto me están esperando.
- ¿Tiene alguna tarjeta?
- Ya me viste el otro día no actúes como si fuera una desconocida o acaso quieres que llame a mi amigo.
Su cara cambia de inmediato, pero ya estoy enojada, que la hace pensar que es mejor que yo. Saco mi celular y lo llamo de inmediato.
📱 Valeria.
📲 Cariño ya estoy aquí, pero la recepcionista no me deja subir.
📱Ahora bajo.
- ¿Contenta ahora? Mi amigo ya está bajando y no va a estar feliz.
Me quedo sentada esperando mientras observó mis uñas y al abrir la puerta del ascensor veo al increíble y perfecto hombre de mis sueños.
- Que está pasando aquí.
- Perdóname no quería molestarte, pero ella no me dejó subir. Dice que necesito de un permiso especial porque no soy digna de este lugar.
- Señor eso no es...
- ¡Cállate! Desde cuando se necesita un permiso para entrar a este edificio y más cuando ella ya ha estado aquí.
- Yo.. Lo siento señor.
- Álvaro tranquilo ella solo hace su trabajo aunque de muy mala gana, le dije lo mismo, que ya me había visto, pero bueno vamos arriba.
- Que esto no se vuelva a repetir si es que quiere mantener su trabajo.
- Lamento el inconveniente señor, señorita.
Me cuelgo de su brazo emocionada mientras le lanzó un beso a esa descarada, para que aprenda cuál es su lugar.
- Eres muy infantil Valeria.
- ¿Yo porque?
- No creas que no te vi.
- Es injusto, ella es la que me ve de esa manera desagradable... Odio cuando la gente me ve así como si fuera una cucaracha entrando en sus casas.
- Lo entiendo, no pongas esa cara ya pasó.
- Estoy feliz de verte amor.
- Yo igual.
Porque tiene que ser tan serio aunque así se ve muy guapo me gustaría que fuera un poco más cariñoso conmigo después de todo soy su mujer o no.
- Bienvenida de vuelta a mi hogar.
- Muchas gracias. ¿Dónde has estado estos días?
- De viaje por trabajo.
- Ya veo, mucho trabajo tanto así que ni un mensaje me pudiste escribir.
- Valeria vamos a dejar en claro algo aquí y ahora. Nosotros dos no somos pareja, no somos novios ni nada que se le parezca si estás buscando eso entonces lo mejor es que está sea la última vez que nos veamos.
- Álvaro..
- Pensé que lo entiendas, pero parece que no.
- Lo siento es que te extrañaba mucho.
- Otra cosa no me gustan esos mensajes cursis mejor guárdalos para alguien especial.
- Lo entiendo, me confundí y ya no se volverá a repetir.
- Muy bien, lo ves hablando las personas se entienden ahora quítate el saco y sírveme un trago antes de la cena y el postre.
Maldito bastardo te crees mucho simplemente por tener dinero, yo estaba siendo amable por lo generoso que fuiste conmigo, pero si así lo quieres así lo tendrás.
