Erick, El Mafioso

Me tiró a la cama de un empujón, caí sobre la suave y acolchada sábana que cubría todo el colchón, no lo mire, pero escuché como Noah entro y luego cerró la puerta, un sonido metálico me hizo dar cuenta de que se estaba desabrochando el cinturón

—Voy a saborear cada centímetro de ti—dijo con voz agitada

Yo me quedé quieto en la cama, no era mucho lo que podía hacer, en realidad, no había nada que pudiera hacer.

—Eso es, quédate quieto... Yo me encargo del resto—dijo mientras subía a la cama.

Mi corazón comenzó a latir más rápido, sentía el miedo y la desesperación crecer en mis piernas, quería patearlo y salir corriendo, pero eso resultaría peor.

Se acercó a mí y me lamió la pierna de abajo a arriba, la piel de me erizo al sentir su humedad contra mi piel descubierta, me miró y comenzó a reír descontroladamente.

—Tienes que ver tu cara de miedo—dijo riendo—¿En serio pensaste que pasaría? estás muy equivocado.

Una parte de mí se relajó y otra no estaba tan segura el porqué se detuvo tan repentinamente, él se bajó de la cama y luego camino a la puerta del balcón, la abrió y salió fuera.

Él me miró desde allá con expresión fría y sombría, algo que me hizo dar pánico, volvió a caminar hacia adentro de la habitación y me miro fijamente.

—Mañana te voy a matar, ¿Bien?—dijo con seguridad en su voz.

Yo lo miré fijamente con miedo, definitivamente no podía escapar de esta situación.

El camino hacia la puerta de la habitación y salió, cerrándola con fuerza, finalmente me solté, las lágrimas comenzaron a brotar y a correr por mi rostro sin parar, estaba muy asustado, no quería morir, al menos no a manos de ese mafioso despiadado.

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Era tarde de la noche, yo tenía mucho sueño, pero no podía bajar la guardia y solo quedarme dormido, si entraba Noah con un cuchillo para matarme, no tendría cómo defenderme, me levanté de la cama y camine a la puerta, la abrí y salí afuera.

Estaba buscando el baño, el pasillo oscuro y frío me hacía erizar levemente, por más que buscará no encontraba el baño, decidí subir las escaleras al tercer piso, tratando de encontrar el lugar, me tope con algo muy perturbador, una puerta estaba medio abierta y de ella salía una luz, unos sonidos muy raros me llamaron la atención, así que me acerque y mire.

En el suelo estaba Noah sin ropa, estaba teniendo s3x0, con un cadáver, las náuseas volvieron a mí, el cuerpo estaba totalmente abierto, como si le hubieran sacado los órganos, esto solo me hizo dar mucho más pánico del que tenía.

Este hombre era todo lo que estaba mal con el ser humano y también es un maldito necrofílico, mi mirada solo estaba puesta en el cuerpo de la víctima, pero cuando alcé la cabeza para ver a Noah, el corazón se me detuvo, me estaba mirando con una sonrisa pícara en el rostro.

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