El Diario

Diez personas están sentadas en una larga mesa sobre una tarima, frente a ellos un plato con 10 tacos bien preparados con cebolla, cilantro y algo de col y tomate como guarnición, la verdad era una delicia el solo verlos

Un sujeto presenta a cada participante y explica en que consiste el reto que es simplemente comer la cantidad mayor de tacos en 15 minutos, después de dar publicidad a los puestos de comida que aportaron los tacos, da la cuenta regresiva y todos los miran comer como si no hubiera un mañana

Raúl tiene una técnica envidiable, de dos mordiscos termina un taco, pero las reglas son claras, el plato debe estar limpio para que sea cambiado por uno nuevo, así que levanta el plato, lo inclina y mete toda la verdura en su boca que se pasa como si fuera agua

- Cómo hace eso? - pregunta Nati impresionada

- Créeme que nadie sabe - responde Pedro sonriente

Deja el plato sobre la mesa y de inmediato es cambiando por uno lleno, Raúl se mueve sobre la silla acomodando las tripas para poder continuar, está lleno, lo sabe, pero también sabe que puede con un poco más

Comienza de nuevo con esa técnica que tiene perfeccionada, ahora más lento, pero con un ritmo definido, está solamente como 30 segundos más adelante que el mejor contrincante, su confianza es mucha así que continúa

Una sensación extraña en su boca hace tener un gesto de molestia, aun así traga, dirige la vista al plato y observa con detenimiento, tiene una mano sobre la comida mientras con la otra se lleva otro taco a la boca cuando...

Entre sus dedos se mueve un gusano gordo del mismo color que la carne, abre grande los ojos al verlo y se concentran en lo que tiene dentro de la boca

Se mueve, él lo mastica y se revienta, un líquido viscoso se esparce por todos sus dientes creando el sabor más asqueroso que jamás haya probado

Se levanta de golpe, con un gran esfuerzo aguanta hasta llegar a la orilla de la tarima, se pone de rodillas y sin más vomita sacando todo lo de su estómago, el recuerdo del sabor junto con sus jugos gástricos hace que no puede detener las arcadas, literalmente saca hasta lo que comió esa mañana

Un grito de asco generalizado se escucha de todos los espectadores, Pedro corre hasta estar a su lado

- Estás bien? - le pregunta acariciando su espalda

- Agua - dice con dificultad escupiendo y volviendo el estómago de nuevo

Pedro corre hasta la mesa, toma una botella de agua y la entrega, Raúl enseguida enjuaga la boca y escupe hasta terminarla

- El ganador!!! - grita el presentador y estallan los aplausos mientras Raúl se endereza dejándose caer sentado

- Mi plato? - pregunta Raúl y su hermano lo mira mal

- Deja de pensar en comida!! - le regaña

- Algo había en mi plato - le dice aún con el sentimiento de querer devolver de nuevo

Pedro se levanta y va en busca del plato, remueve un poco la comida sin ver nada extraño, lo toma y lleva a Raúl

- No hay nada - dice y lo acerca a él

Con el ceño fruncido Raúl lo examina, mira molesto a su hermano

- Ese no es - dice claramente enojado

- Es este Raúl - el chico lo sigue viendo

- Estás seguro? -

- Sí -

Completamente cabreado toma el plato y lo lanza al suelo sobre su vómito

- Vamos - le dice Pedro al ponerse de pie y le extiende la mano

- Quiero ir a casa - dice Raúl cuando está de pie, se ve cansado y su rostro sigue algo pálido

- Bien, regresemos al departamento -

- No, quiero ir a casa con papá -

Pedro asiente, se despiden de los amigos quienes no pierden la oportunidad de burlarse un poco, suben al auto y el camino lo hacen en completo silencio, cada uno perdido en los pensamientos de lo que pasó

Llegan y la casa está vacía, llaman a sus padres, se enteran de que están en una fiesta y regresarán hasta el día siguiente, agotados mentalmente deciden irse a sus cuartos sin hacer ningún comentario

A las nueve de la mañana el ruido de la puerta siendo tocada con insistencia les despierta

- Quien demonios molesta tan temprano en domingo - se queja Raúl desde su puerta

- Ahora te lo digo - responde Pedro arrastrando los pies y quitándose las lagañas

Abre la puerta y la impresión lo deja estático

Es una señora de alrededor de 50 años, detrás de ella está Martha sacudiendo la mano en forma de saludo

- Buenos días - dice la señora de forma amable - mi nombre es Georgina, soy la abuela de Martha y me gustaría hablar con usted si es posible -

- Quién es? - dice Raúl acercándose al ver que su hermano no reacciona, ve a las dos mujeres y arruga el ceño - Pedro -

- Te comió la lengua el ratón, Pedro - dice la chica sarcástica, Raúl tuerce la boca y la señora fulmina con la mirada a su nieta

- Estamos aquí para hablar sobre lo que descubrieron mi nieta y usted anoche, por favor, es importante -

- De qué hablan? - vuelve a preguntar Raúl, Pedro lo mira, regresa la vista a la abuela y su mirada cambia a molestia

- Son unas estafadoras -

- Le aseguro que tenemos respuestas que necesita saber -

- Déjalo abuela - responde Martha también molesta - lo intentamos, si no quiere la ayuda allá él -

La señora Georgina suspira, asiente y mira a Pedro - estaremos tres semanas en la feria, si se decide puede ir y buscarnos -

Se dan la vuelta y Raúl ahora mira intrigado a su hermano, su vista se pasa de él a ellas alejándose

- Espere - grita Raúl acercándose - lamento la reacción de mi hermano, si necesitamos respuestas, pero lo mejor es no hablar aquí - observa con cuidado a ambas - es algo sobre el demonio verdad? - Georgina asiente - cuando podemos ir a verlas? -

- Cuando gusten, siempre y cuando sea antes de las 5 de la tarde -

Raúl termina de hablar con ellas asegurando que pronto les buscará...