Primer Amor

Se ven a dos enamorados abrazándose. Sus rostros están llenos de amplias sonrisas, insinuando sentimientos profundos.

"Te amo, Ra..." Dice Niko, soltando lentamente el abrazo. Sus dos ojos miran a los ojos de la chica que hace que su corazón lata de forma impredecible, como tambores a punto de la guerra.

"Yo también te amo..." Responde Dyra con el rostro sonrojado como un cangrejo hervido. Los ojos de ambos se miran llenos de significado y profundidad... tan profundos como el océano.

Niko acerca su rostro al de Dyra. Cerca y cada vez más cerca. Dyra cierra los ojos, sintiendo lentamente que esa cosa suave comienza a tocar sus labios.

Niko besa a Dyra suavemente, tan suave como el algodón de azúcar. Siente la dulzura de esos labios rojizos. El beso que al principio era suave, poco a poco se vuelve exigente, como si hubiera una compulsión de la lujuria en lucha.

Niko ya ha abierto un botón de la camisa de Dyra. Dyra, que se da cuenta, empuja el cuerpo de Niko con fuerza.

"¿Q-qué quieres hacer?" Pregunta Dyra nerviosa, apretando el botón de su camisa que ya está abierto.

"¡No tengas miedo! ¡Pase lo que te pase, yo seré totalmente responsable!" Dice Niko con un tono serio. "Lo prometo... ¡Si te quedas embarazada, nos casaremos de inmediato!"

"¿E-embarazada?" El rostro de Dyra palidece repentinamente al escuchar esa palabra. Nunca había pensado en quedarse embarazada en los próximos años. Y mucho menos casarse y tener hijos.

"Vamos, cariño... dijiste que me querías... Que me amabas... ¡Tienes que demostrar lo que dices!" Dice Niko lleno de halagos y persuasión, y luego tira de la mano de Dyra.

"¡Te odio!" Dyra sacude la mano de Niko. Hay tristeza y decepción en su corazón. Niko no es un hombre bueno. Las palabras de su madre resuenan en sus oídos.

"Si te quedas embarazada, tendrás que dejar la escuela..."

Dyra sacude la mano de Niko y sale corriendo. Con lágrimas corriendo por sus mejillas.

"¡Cariño, espera!" Dice Niko persiguiendo a Dyra. La chica no hace caso y sigue corriendo.

"¡Cariño... cuidado!" Grita Niko.

¡Gubrakkk!

"Dyra... ¿qué te pasa, hija?" Pregunta el padre. El hombre de mediana edad sale inmediatamente de la habitación al escuchar un sonido bastante fuerte de la habitación de su hija. Y encuentra a su hija tendida en el suelo.

"Papá..." Lloriquea Dyra con rostro triste, extendiendo la mano para que la ayuden a levantarse.

"Por eso no debes moverte tanto al dormir. Duermes como una niña. Y además, te caes de la cama..." Repite la madre largamente.

"Ya basta, Bun..." El padre no tiene corazón para ver el rostro triste de Dyra que ya tiene los ojos vidriosos conteniendo las lágrimas. "Ya basta, hija, no pasa nada. Es normal que la gente no se dé cuenta cuando está durmiendo".

El padre levanta a Dyra en brazos y la sienta en la cama.

"Papá..." Dyra abraza a su padre con fuerza y comienza a llorar a lágrima viva en los brazos de su padre. Está triste y asustada de soñar así. Un sueño que para ella es muy malo.

"¿Dónde te duele? Deja que mamá te cure..." La madre se siente culpable, Dyra llora seguramente por sus reproches de antes.

Dyra niega con la cabeza suavemente. "Dyra quiere dormir con papá".

El padre cubre a su única hija con una manta. "Ya duérmete. Papá está a tu lado. ¡No volverás a tener pesadillas!"

Dyra asiente aferrándose al brazo de su padre, y luego cierra los ojos. El padre le acaricia la cabeza suavemente. Lleno de afecto, hasta que hace que la chica se duerma.

"¿Ya se durmió Dyra, papá?" Pregunta la madre en voz baja al entrar en la habitación.

El padre asiente mientras suelta lentamente su brazo que Dyra estaba sujetando. "Mamá, duérmete primero, ¡ya te alcanzo!"

El rostro de la madre se pone hosco. "Mamá tiene miedo, papá..." Lloriquea la madre, que no es muy diferente al llanto de la hija. El padre niega con la cabeza, no es de extrañar que Dyra sea tan mimada, resulta que es herencia de la madre.

Al día siguiente en la sala de profesores.

"¡¿Así que fuiste tú la que se atrevió a abofetear a mi hermosa hija?! ¿Acaso tus padres nunca te enseñaron? ¡¡Llama a tus padres aquí!!" Dice la madre regañando a Dea, que solo baja la cabeza.

"Ya, señora... ¡cálmese!" El director trata de calmar las emociones de la madre.

"No puedo calmarme, señor, intente ponerse en mi lugar. ¿Cómo se sentiría si abofetearan a su hija? ¡¡Yo nunca he abofeteado a Dyra!!" La madre es como las madres en general. A menudo regaña a su hija, pero en cuanto alguien molesta a su hija, se transformará en una leona. Muy feroz y lista para atacar. Modo de codazo y corte.

Dyra saca la lengua burlando a Dea, que se queda callada mientras su madre la regaña.

No tarda en entrar una mujer apresuradamente.

"¿Cuál es el problema aquí?" Pregunta la mamá de Dea.

"Es así..." Dice el director.

"¡Tu hija se atrevió a abofetear a mi hija!" La madre interrumpe las palabras del director.

"¿Es cierto eso, Dea?" Pregunta la mamá con los ojos saltones.

"S-sí, mamá... Es que Dyra coqueteaba con el chico que le gusta a Dea, mamá. ¡Es una ofrecida con Niko!" Se queja Dea contraatacando porque ya está su mamá.

"¡Eres una niña malcriada! ¡Por un hombre te atreves a abofetear!" La emoción de la madre ya está en la coronilla.

"¿Por qué dice que mi hija es malcriada? ¡Su hija es una ofrecida desde pequeña!" La mamá de Dea y la madre se enfrascan en una discusión justificando a sus respectivas hijas. El director se lleva la mano al pecho al ver a esas dos leonas rugiendo.

"Ya... ya basta. Señoras, por favor, cálmense. ¡Si no se tranquilizan, salgan de aquí!" El director muestra su lado firme.

Las dos leonas se callan y se sientan una frente a la otra con sus hijas a su lado. Están en guerra con la mirada.

El director explica entonces el meollo del asunto. De acuerdo con lo que muestra la grabación de las cámaras de seguridad de la escuela, cuando Dyra llegó a la escuela. Dea y sus amigas, inmediatamente arrastraron a Dyra a la fuerza a la parte trasera de la escuela. Confirmando que Dea fue la que empezó a buscar problemas. Además del testimonio de un profesor que las vio pelear a las cuatro.

"Ya... ¡pídele disculpas a Dyra! ¡No quiero volver a oír que acosas a la gente!" La mamá finalmente regaña a Dea. Porque Dea también admite que lo hizo por celos.

"Perdone a mi hija, señora... Es que todavía es una adolescente inestable. Ya le daré una lección en casa".

"Está bien, señora. ¡Solo déle una lección con calma! Pero así son los adolescentes..."

De repente, los que están en la habitación se confunden y se sorprenden. Las dos leonas parecen llevarse bien, a diferencia de sus dos hijas que se dan la espalda. Aunque ya se han dado la mano pidiendo disculpas.

"Me da curiosidad el chico llamado Niko, ¿no, señora?"

"A mí también... ¿Cómo será el chico para que las dos se tiren del pelo?" Se ríen al unísono.

"Pero también es divertido, señora... me recuerda a mis días en la escuela secundaria, cuando me peleé por culpa de que me quitaran a alguien..."

"Ah, sí, sí. Yo también..." Las dos se enfrascan en una conversación y se olvidan del problema inicial.

Toc

Toc

Toc

"Disculpe... ¿Me llamó el señor?" Un estudiante entra en la habitación. De repente, las dos madres se quedan petrificadas al ver una figura que parece brillar y se miran con pleno significado.

"Sí... Entra aquí primero". El director le dice al estudiante que entre. "Señoras, este es el estudiante llamado Niko por el que se pelean las chicas..."

'Semilla de primera.' Piensan las dos leonas al unísono en su corazón.

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¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO 🥳🥳🥳