NovelToon NovelToon
Los Que Imitan

Los Que Imitan

Status: En proceso
Genre:Terror / Apocalipsis
Popularitas:941
Nilai: 5
nombre de autor: jose yepez

En un mundo donde la posición del ser humano en el planeta se ve amenazada por intrusos desconocidos que intentan ocupar su lugar, este diario que acabas de encontrar contiene en el las voces de aquellos que no quieren quedar en el olvido

NovelToon tiene autorización de jose yepez para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

27/04/2026

Joel

Me duele el costado.

La herida que pensé que había sanado se ha vuelto a abrir. No le dije a Emily. No quiero preocuparme. Si este es mi final, quiero que lo recuerdes con una sonrisa, no con miedo.

Anoche la fiebre volvió. Me desperté empapado en sudor frío, con el pulso martillando en mis sienes. Cada latido era un golpe sordo en mi cabeza, como si alguien llamara desde dentro de mi cráneo. Me sentía desorientado, atrapado entre el sueño y la realidad. La luna entraba por la ventana rota de la cabaña donde nos refugiamos, iluminando el rostro dormido de Emily. Parecía tan tranquila, tan ajena a mi tormento. Su respiración era rítmica, un sonido suave que contrastaba con la tormenta que rugía en mi interior.

Me levanté con dificultad y me arrastré hasta la pequeña cocina. Cada paso era un desafío. Las piernas me temblaban y la visión me bailaba frente a los ojos, como si el aire estuviera hecho de agua. Necesitaba revisar la herida lejos de su mirada. No podía permitir que viera lo mal que estaba. Al levantar mi camisa, lo que vi me heló la sangre. La infección se había extendido, formando líneas rojas que avanzaban desde la herida hacia mi pecho. Sabía lo que eso significaba. Septicemia. Envenenamiento de la sangre.

Mordí un trapo para no gritar mientras limpiaba la herida con el agua que nos quedaba. El dolor era insoportable, una quemadura profunda que se arrastraba bajo la piel. Apliqué más del ungüento de hierbas que Emily había preparado, una mezcla que hasta ahora me había ayudado a contener la infección. Pero en el fondo sabía que era inútil. Necesitaba antibióticos, cirugía, un milagro. Y este mundo ya no es un lugar donde los milagros sucedan.

Me quedé un rato allí, sentado en el suelo, con la espalda apoyada contra la pared descascarada. Afuera, el viento azotaba la madera podrida de la cabaña, silbando entre las rendijas como una voz antigua. Me pregunté si sería la última noche que tendría fuerzas para levantarme.

Cuando regresé junto a Emily, ella se había dado vuelta en su sueño, murmurando algo incomprensible. Me pregunté con quién soñaría. Si serían pesadillas sobre las criaturas o sueños sobre el mundo de antes. Tal vez soñaba con su hermano. Tal vez con su casa, su familia, los veranos en el lago que me había descrito hace unos días. Me senté a su lado, observando cómo su pecho subía y bajaba con cada respiración. En ese momento, pareció tan lejana de todo esto, como si aún quedara algo puro que proteger.

Esta mañana fingí estar mejor. Me lavé el rostro con lo poco de agua limpia que quedaba, cubrí la mancha en mi camisa con otra capa de ropa y me forcé a mantenerme erguido. Preparé un té con las últimas hierbas que nos quedaban y desperté a Emily con una sonrisa que me costó mantener. Me senté junto a ella, fingiendo que podía disfrutar del calor del líquido, pero apenas lo probé. Mi estómago estaba revuelto, y sentía que todo lo que entrara saldría igual de rápido. No parecía notar que apenas tocaba mi propio desayuno, ni que me movía más lentamente de lo habitual.

Caminamos menos hoy. Yo fui quien lo sugirió.

Una pequeña casa de campo junto a un campo de maíz seco nos ofreció una excusa perfecta para detenernos. “Para recuperar fuerzas”, le dije. “Mañana tendremos un día largo.” Emily asintió sin cuestionar, aunque noté cómo sus ojos estudiaban mi rostro, buscando signos que me esforzaba por ocultar. No sé si me creyó. Tal vez sí. Tal vez solo me permitió la mentira porque sabía que la necesitaba.

La casa era modesta, con paredes de adobe agrietado y muebles cubiertos de polvo. Pero tenía una chimenea intacta y ventanas que aún cerraban. Emily arregló un pequeño fuego mientras yo me sentaba en un rincón, pretendiendo revisar nuestras provisiones. La verdad es que solo quería descansar. Mi cuerpo dolía como si me hubieran golpeado con piedras.

Esta tarde, mientras Emily salía a buscar leña, escribo estas líneas con mano temblorosa. Me cuesta sostener el lápiz. Cada trazo se vuelve más lento, más inseguro. No sé cuánto tiempo me queda. La fiebre va y viene, y cada vez que regresa es más fuerte. A veces siento que las paredes se mueven a mi alrededor. Oigo voces que no están. Sombras que se arrastran por el rabillo del ojo. Figuras que se mueven justo fuera de mi campo de visión. Sé que no son reales, pero también sé que es cuestión de tiempo antes de que ya no pueda distinguir la diferencia.

No le diré a Emily. Nisiquiera se porque lo escribo si ella podría leerlo. No quiero que mi final se convierta en su carga. Ha perdido demasiado ya. No quiero que cargue con la culpa de no haber podido salvarme. No quiero que se quede conmigo hasta el último aliento solo por obligación. Quiero que me recuerde como era ayer, riéndonos junto al arroyo por una cabra imaginaria con sombrero de copa. Quiero que recuerde la música, no el silencio que vendrá después.

Y si esto es el final, que no venga con llanto. Que no se convierta en peso.

Quiero que, algún día, si vuelve a reír, piense en mí con esa misma alegría que compartimos bajo el cielo gris.

Si este es mi final, quiero que lo recuerdes con una sonrisa, no con miedo.

1
Eloi Martinez
Tu forma de escribir te envuelve en ese escenario , seguiré leyendo.
♡お前のペンデハ♡
🤩¡Tu novela me tiene enganchada! No puedo esperar para leer lo que sucede después.
Đông đã về
Tu historia es mágica, los detalles y la trama me hacen querer más🧚‍♀️
Koichi Zenigata
Impactante capítulo
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play