MATRIMONIO FRACASADO.

Con el pasó de los meses me resigné a estar en éste lugar. Nadie me trataba mal. Podía pasear, nadar, comer todos mis antojos y el médico venía a revisarme con regularidad. Mi bebé estaba creciendo sanó y fuerte. Eso era lo más reconfortable. Además de todo eso Tyler era muy atento. Siempre me preguntaba si me sentía bien, si necesitaba algo, y por mucho que intenté sacarlo de sus casillas el simplemente me sacaba la vuelta.

En el sexto mes de mi embarazo supimos que sería una niña. Ya me la imaginaba, cabello negro como el de su padre, mis ojos, sería preciosa.

El día que supe lo que era también empezó a darme pataditas. En un principio me asusté y grité.

— ¿Qué pasó.? ¿Porqué gritaste.? — Tyler entró a la habitación preocupado y yo me reí.

— Lo siento.

— ¿Estás riendo.? — Preguntó sorprendido.

— Es normal en mi.

— Antes lo era. Pero desde que te traje no haces otra cosa que enojarte.

Lo ví con disgusto.

— ¿Porqué gritabas.?

— Me pateó. — Recordé eso y sonreí de nuevo.

— ¿El bebé te pateó.?

— No. Mi lombriz.

El se rió.Yo tenía la virtud de hacerlo sonreír. Hacía tiempo que no pasaba.

...Tyler....

Había olvidado lo graciosa que era. Estos tres meses se la ha pasado enojada conmigo.

Ella tocó su estómago y ví cómo algo se movió. Me sentí tentado a tocarla. Pero sabía que se iba enojar. ¿Para que arriesgarme.?

Ella se acercó lentamente a mi.

— ¿No quieres tocarla.?

— ¿Puedo.?

Ella tomó mi mano y la puso sobre su estómago. Sentí como se movía. Era algo extraño, pero también hermoso.

...Zuri....

El día del parto llegó y con el mi hermosa princesa. No quería dejar de abrazarla. Era tan linda, tan pequeña, tan delicada.

— Te amo. — Le dije mientras la besaba. Me cansé de tenerla en mis brazos y le pedí a Tyler que la cargará.

— No. No puedo.

— ¿Porqué.?

— Se ve demasiado frágil. ¿Y si la rompo.?

Eso me hizo reír.

— Qué cobarde eres.

— No lo soy.

— Entonces cargala. Estoy cansada y no hay quien me ayude.

El se acercó y miró con miedo a la bebé.

— Coloca tus brazos así. — El hizo lo que le pedí y se la puse. — La voy a soltar. Más te vale que no tiembles.

La solté de a poco y el la sostuvo en sus brazos.

— Es hermosa. Se parece mucho a tí. — Esas palabras me sacaron una sonrisa.

— Zuri cásate conmigo.

— ¿Qué.?

— Quiero darle una familia a nuestra hija. Ella merece tener a su padre y madre juntos. Por favor casemonos.

No podía responder una pregunta así, tal vez yo también quería dejarle una familia a mi hija, pero después de todo lo que había pasado con el me sentía insegura de estar a su lado.

— Te daré unos días. Piénsalo bien.

Los días pasaron y al ver lo cariñoso que era con la niña decidí olvidar el pasado. Empezar de nuevo con el. Criar juntos a nuestra hija y ser una familia. Tal vez el no me amaba pero yo a él si.

Mi amor tenía que ser suficiente. Lo fue durante nueve años. ¿Porqué no podría serlo ahora.?

Fuí a su despacho, tenía la intención de aceptar su propuesta. Sin embargo su conversación Ethan lo arruinó todo. De nuevo.

— Mi abuelo ya sabe que soy padre. Está tan feliz que me dará su empresa.

— Todo te sale bien.

— Porsupuesto, Zuri y esa niña han sido mi mejor error.

¿Error.? ¿Eso es lo que piensas de mi.?

— ¿Y cuándo serás el nuevo dueño.?

— Cuándo me casé.

¿Así que por eso quería casarse.?¿Cómo pude ser tan ingenua y pensar que de verdad quería formar una familia conmigo.?

— ¿Quiere que te cases.?

— Si.

— No te imaginó casado. Si de novios le eras infiel.

— Sólo le era infiel cuándo no estaba con ella. — Una lágrimas cayó de mis ojos.

¿Cómo se atrevio a llamarme basura cuándo la única basura es el.?

— ¿Y creés que ella acepté.?

— Se lo propuse hace unos días. Estoy esperando su respuesta.

No debería hacerlo esperar más. Ya decidí que no me casare. Me fuí a mi habitación y cerré la puerta. Traté de no llorar, pero no pude.. Otra vez me había roto el corazón. Una tercera decepción ya no era aceptable. Tenía que alejarme de él. Tenía que tirar a la basura el amor que siento.