La Diabla

— ¡ay Rubí! No sabía que hacías magia en la cama y yo te hacía tanto caso—Empezó a reírse—ahora soy marioneta y no me entere. Tu tranquila, resuelvo esto cuando llegue de la reunión. No sólo inventan una relación entre nosotros, sino que también dudan de nuestra inteligencia. Te mereces el puesto, nadie puede dudar de mi intelecto, y respecto a la cirugía de nariz, sí, tal vez me llegue el precio de tu golpe jajajajaja

Ambos nos reímos un rato y me dirigí a mi puesto de trabajo mientras él iba con mi jefe, el vicepresidente, a la Reunión.

Cabe destacar que esos dos juntos eran dinamita a punto de explotar, son guapos, simpáticos y a la mínima entrada que dieras tenías que estar preparada porque no perdonan a ninguna mujer, gracias a dios o a un milagro llamado Lara Ivanov, ninguno trató de llevarme a la cama. Eran como mis hermanos, demasiado infantiles a veces y muy protectores.

Sabían toda mi vida y yo la de ellos, incluso sus fracasos en el amor, los quería y sin ellos mis días serían muy aburridos.

Después de 2 horas llegaron, pidieron una reunión en la sala de conferencias en la que fácil entraban 500 personas, y también se utilizaba para las fiestas que daba la empresa.

— Espero que todos estén aquí— empezó diciendo—lo haré corto. Dejen el chisme, yo tendré mil mujeres e inventen mil más si quieren, pero no involucren a Rubí en esa lista. Ella es como mi hermana menor, el puesto de secretaria lo tiene porque la conozco hace años, sé sus estudios e inteligencia, y si alguien quería ese puesto, seguro no llenó la horma del zapato. —sonrío de costado— No la elegí yo solo, también lo hizo la jefa de recursos humanos y mi amigo Jasha, el vicepresidente. Sobre el tema de la pelea con otra mujer, es cierto, ella la golpeó. Se defendió de una cachetada que le dieron antes, ¿ustedes no lo harían? Rubí no manda en mí, hago lo que quiero porque así yo sólo lo decido.

Espero que termine este tema, no volveré a decirlo, si no empezaré a despedirlos— concluyo.

Luego de eso salimos los tres a bailar, pero las cosas a veces no salen muy bien, Nicolai y Jasha bailaron con algunas mujeres y yo estaba bailando con un chico muy bonito, hasta que vino una piña voladora directo a mi cara.

Sí, me golpearon por segunda vez en el día, me agarraron con las defensas bajas y totalmente distraída.

Como pude me levanté y vi muy bien de quien se trataba. La plástica estaba con dos mujeres mucho más grandes que yo, no sólo en altura, sino en masa muscular, esas dos no eran hombres de milagro.

A penas me di cuenta del siguiente golpe que pude esquivar y lo recibió mi acompañante, él fue tan valiente que se fue luego e decirme unas palabras.

—Lo siento, es tu pelea, no golpeó mujeres.— levantó las manos y desapareció.

Yo sólo me reí mirando a esas mujeres, sabía que si movia la cabeza o miraba a alguien más, recibiría otro golpe. Empecé a devolver cada piñaso que querían darme y como pude, hecha pedazos, le di una piña con más fuerza que la anterior a la plástica.

Esta vez escuché la nariz sonar, pero no me importaba partirle la cara, ella vino con dos gigantes mujeres a atacarme.

Todos miraban la pista de baile que se había transformado en un ring de boxeo, nadie se metió, no dejé ni a los de seguridad que las sacarán, quería disfrutar y entrenar un poco.