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SIEMPRE FUISTE TÚ

SIEMPRE FUISTE TÚ

Status: En proceso
Genre:Escuela / Romance / Comedia / Amor de la infancia / Aventura de una noche / Embarazo no planeado
Popularitas:3.1k
Nilai: 5
nombre de autor: Yazz García

¿Qué pasa cuando el amor de tu vida está tan cerca que nunca lo viste venir? Lía siempre ha estado al lado de Nicolás. En los recreos, en las tareas, en los días buenos y los malos. Ella pensó que lo había superado. Que solo sería su mejor amigo. Hasta que en el último año, algo cambia. Y todo lo que callaron, todo lo que reprimieron, todo lo que creyeron imposible… empieza a desbordarse.

NovelToon tiene autorización de Yazz García para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Golpes bajos en la mesa equivocada

Han pasado varias semanas desde aquella noche. Y si soy sincero… la he pasado en el cielo.

No exagero.

Todo lo que hacíamos antes como “mejores amigos”, ahora lo hacemos como novios.

Las salidas, las películas, los planes, los chistes internos, los mensajes de madrugada.

Todo es lo mismo… pero ahora hay besos.

Besos, caricias y abrazos que no quiero soltar nunca.

Hasta hoy.

Hasta que el cielo se me cayó encima en plena cafetería.

Era viernes, y habíamos salido del bloque de clases justo antes del almuerzo. Nos encontramos con Sofía y Kevin, y decidimos sentarnos juntos. Lía venía más callada de lo normal. Tenía el rostro pálido y se le notaban unas ojeras tenues. No había probado casi nada de su comida.

—¿Estás bien? —le susurré mientras le pasaba una servilleta.

Asintió, sin decir mucho. Me regaló una de esas sonrisas pequeñas que pone cuando no quiere preocupar a nadie.

Y justo cuando creí que la cosa podía fluir tranquila…

Kevin abrió la boca.

—Ey, vi que Vanessa estuvo hoy en el entrenamiento buscándote —dijo, con ese tono que usa cuando quiere molestar—. Te fuiste con ella en privado… Uy, galán. No deberías usar el tiempo de entreno para tus ligues.

Mi cara se desfiguró. Sofía lo miró como si quisiera ahorcarlo con el pitillo de su jugo.

Y Lía…

Lía dejó el tenedor sobre la bandeja con un golpecito seco.

Y me miró.

—¿Te fuiste con Vanessa en privado? —preguntó. Sin levantar la voz. Pero dolió.

Mucho más que si lo hubiera gritado.

—Nena, no es lo que estás pensando. De verdad.

—¿Y qué es lo que estoy pensando? —levantó las cejas, con ese tono que usa cuando está más herida que enojada—. ¿Que uno de tus ligues te busca, y tú le das tiempo a solas? ¿Y ni siquiera me lo mencionas?

—Ella fue a buscarme, sí —admití—. Pero yo fui el que le dijo que habláramos un momento. Quería dejarle claro que no la quiero ver más por allá. Le dije que tengo novia, que no quiero ningún jueguito ni escenas ni visitas sorpresa. Que ya fue. Que se acabó.

—¿Y me estás diciendo esto recién ahora? —preguntó, sacando sus cosas de la mesa—. ¿Ni siquiera pensaste que debía saberlo?

—Quería evitarte esto, justo esto —intenté explicarle, parándome también—. Te ves estresada, te ves agotada. No quise sumarte algo más.

—No me cuides de esa forma, Nico. Yo no soy una niña. Prefiero que me lo digas antes de enterarme por Kevin, el vocero del chisme—soltó, fulminando a Kevin con la mirada antes de irse.

Fui tras ella. No me importó que todos nos vieran.

—¡Nena, espera! —le llamé desde el pasillo.

Y fue justo ahí que la bomba explotó.

Sofía y Kevin salían detrás de nosotros, y claramente escucharon todo.

Kevin se quedó congelado.

—¿“Nena”? —repitió, lento, como si acabara de descubrir un secreto del FBI—. ¿Desde cuándo le dices así?

Sofía lo fulminó con una sola mirada, pero Kevin no captaba.

—¡Un momento! ¡¿Ustedes están juntos?! ¡¿Desde cuándo?! ¡¿Por qué nadie me dijo nada?! ¡¿Era secreto o qué?!

Sofía se cruzó de brazos y bufó:

—Porque tú no sabes callarte, Kevin. Por eso.

Yo ya estaba al lado de Lía, que tenía los ojos aguados y los labios apretados.

—No quería que te enteraras así —le dije, bajito.

Ella respiró hondo. No dijo nada.

Solo me tomó de la mano.

Y caminamos lejos, dejando a los otros dos en medio del pasillo, con más preguntas que respuestas.

Nos alejamos hasta el jardín detrás del bloque de música.

Ese lugar donde a veces íbamos a leer en silencio.

O simplemente a ver el cielo mientras hablábamos de la nada.

Nos sentamos en una banca de piedra. Lía soltó mi mano y apoyó los codos sobre las rodillas.

Miraba al suelo como si ahí hubiera una respuesta que yo aún no le había dado.

—Perdón —dije, antes de que me lo pidiera.

—¿Por qué no me lo contaste, Nico?

—Porque… no quería que pensaras lo que terminaste pensando. No quería que doliera. Y fue rápido, en serio. Vanessa apareció, me pidió hablar y yo acepté solo para dejar las cosas claras. Ni cinco minutos.

Ella me miró entonces. Sus ojos ya no estaban tan enojados. Ahora solo se veían tristes.

—¿Y qué te dijo?

—Que me extraña. Que no entiende por qué no respondí sus mensajes. Que quiere intentarlo conmigo. Yo solo la miré y le dije: “Tengo novia. Y es con ella con quien quiero estar. Así. Literal.

Lía parpadeó, sorprendida.

—¿Así le dijiste?

Asentí.

—Me tienes loco, Li. ¿Cómo iba a permitir que alguien viniera a arruinar esto que tengo contigo?

Esto que es… tan jodidamente importante para mí.

Ella tragó saliva, sin despegar los ojos de mí. Me acerqué, sin tocarla todavía.

—No te mentí. Solo… no quise que te alteraras. Pero debí confiar en ti.

—Sí —susurró ella—. Porque ya no somos solo amigos. Porque ahora… ahora esto es algo serio.

Tomé su rostro con ambas manos. Le acaricié la mejilla, con ternura. Su piel seguía algo fría, pero esa mirada…

Esa mirada ya no tenía rabia. Solo amor contenido.

—¿Sigues enojada conmigo? —pregunté, bajito.

Ella negó con la cabeza.

—Solo… me dio miedo.

—¿Miedo?

—Sí —dijo, cerrando los ojos un segundo—. De qué me dejaras de lado, sin explicaciones.

La abracé. Esta vez fuerte, como si el mundo dependiera de ese abrazo.

—No hay nadie más. Solo tú. Tú me haces sentir que son los mejores días de mi vida. Tu me haces sentir que pertenezco.

Ella sonrió, débil.

—Yo tampoco quiero a nadie más. Pero… tenemos que ir más despacio, Nico.

—¿Por lo de hoy?

—Por todo —respondió, soltándose despacio del abrazo para mirarme de frente—. Porque hay cosas que todavía no sabemos manejar. Porque esto sigue siendo un secreto y porque si alguien de nuestras casas lo descubre, no sé qué puede pasar.

—¿Y por qué tiene que ser un secreto todavía? —pregunté, sincero—. No estamos haciendo nada malo, Li. No estamos dañando a nadie. Solo… nos queremos.

Ella bajó la mirada. Apretó los labios.

—Porque hay muchas personas que no van a verlo así y porque si esto sale mal… no quiero que nos separen a la fuerza.

Yo la tomé de nuevo de las manos. Y esta vez no dije nada más.

Solo la abracé.

Ella sonrió, débil… y luego soltó una risita entre dientes.

—¿Qué te pasa? —le pregunté, medio confundido.

—Nada… solo que dijiste “pertenezco” y sonaste como un Pokémon deprimido.

Solté una carcajada.

—¿Qué? ¡No! No dije eso con tono triste.

—Sí, dijiste: “tú me haces sentir que… pertenezcooo”, como si fueras un pokemon abandonado en un callejón.

—¡Ya vas a empezar con tus cosas raras! —Me eché hacia atrás, negando con la cabeza y llevándome la mano al pecho como si me hubiera herido.

Ella se rió de verdad esa vez.

—Perdón, es que cuando te pones serio y romántico me dan ganas de besarte… pero también de molestarte.

—¿Y no puedes hacer las dos?

—Mmm… puede ser —dijo, acercándose de nuevo a mí para darme un piquito rápido—. Pero igual me debes otra cita para compensar la metida de pata.

—¿Una? Te debo diez.

Ambos nos miramos cómplices… hasta que una voz interrumpió detrás.

—¿Puedo pasar o están muy ocupados teniendo su romance adolescente?

Nos volteamos. Kevin y Sofía venían acercándose despacio, con cara de “ok, ya entendimos todo”.

—Yo… lo siento —dijo Kevin, rascándose la nuca—. No sabía nada. Solo hablé por hablar. Como siempre. Y… metí la pata hasta el fondo.

—Sí —dijo Sofía, dándole un codazo—. Pero al menos gracias a eso nos enteramos de algo importante.

Se giró hacia Lía y sonrió como niña en Navidad.

—¡Coronaste! ¡Por fin están saliendo!

Yo bufé, mirando a Lía.

—¿Ves? Ya no hay forma de esconderlo. Esta gente va a hacer pancartas.

—Ya las mandé a imprimir —dijo Sofía, fingiendo que sacaba el celular—: “#TeamNicolía”, en rosa con glitter.

Nos echamos a reír los cuatro.

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Carola Videla🇦🇷🇦🇷
que no se retracte 🙏. Seguro alguien los va ayudar🙏
Carola Videla🇦🇷🇦🇷
Él no labestq pasando bien tampoco, por lo menos Lia tiene a su hija , su madre amigos , electa solo con gente que solo quiere sacar un pedazo de él
Carola Videla🇦🇷🇦🇷
😢 guau , noble esperaba así autora, pero me encantó. Las perdonas se cansan de fingir. ojalá alguien les de una oportunidad 🙏
Linilda Tibisay Aguilera Romero
póntelo que han tenido que aguantar ls dos, el fingiendo y ella viendo todo y estar sola con la niña
Carola Videla🇦🇷🇦🇷
porque no busca un periodista y le cuenta su verdad que vean la otra cara de la moneda que son dos adolescentes que son padres , pero quieren progresar y luchar por su hija, sin renunciar a sus sueños
Carola Videla🇦🇷🇦🇷
no ya es demasiado, ya no me gusta
Linilda Tibisay Aguilera Romero
eso es lo malo de la fama pura apariencia y tener que aceptar esas estupideces demoran magen vende
Carmen Cañongo
por eso es mejor hablar con la verdad Nico ahora cómo té vá a creer
Carmen Cañongo
guao no creo que Nico sé le haya subido el ego y ya ande con otra no no no
Carmen Cañongo
lo bueno es qué rectificó a tiempo y reconoció su error, cómo toda madre
Linilda Tibisay Aguilera Romero
ella tiene razón debiste contarle lo que venia
Linilda Tibisay Aguilera Romero
que malo debiste llamarla antes de todo para contarle y ser sincero
Carola Videla🇦🇷🇦🇷
ahora lo critica y ellas lo empujaron para que se fuera
Carola Videla🇦🇷🇦🇷
es triste pero es in niño y esta solo. Solo quería formar un futuro, pero lo que tenes que sacrificar es mucho 😭😭 ojalá se arreglen
Carola Videla🇦🇷🇦🇷
aclarado antes que la pierdas
Lorena Espinoza
Nooo Nico por q ????💔 Si ellas son lo más importante en tu vida
Linilda Tibisay Aguilera Romero
yo Confío en Nico Pero por qué no la ha llamado
Carola Videla🇦🇷🇦🇷
confío en Nicolas. Espero puedan tener la familia que siempre soñaron. No me gustaría que se separaran💔
Linilda Tibisay Aguilera Romero
eso está bien el debe construir un futuro para los 3
Carola Videla🇦🇷🇦🇷
pobrecitos los dos ella porque se ven aplazados sus sueños , él porque la desicion que tome lo hará sentir culpable . Ojalá no los separes autora , porque se aman y sería injusto
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