ADICTOS A MENORES

SAMARA

Desde que mi madre murió cuando apenas era una niña, mi padre se volvió sobreprotector conmigo, me gusta pero ahora que tiene muchos negocios por fuera ahora quiere que ande con guardaespaldas donde quiera que vaya, si de por si no tengo amigos por que dicen que mi padre da mucho miedo. Cuando iba a las fiestas y reuniones que hacía en mi colegio con los guardaespaldas, nadie siquiera se atrevía a mirarme.

Por eso me deshice de ellos dándole un montón de dinero con mi tarjeta negra. Hoy daré una fiesta para celebrar el regreso a clases, ofrecerle alcohol bien caros para conseguir amigos, solo me quieren por mi dinero Les daré un poco para no estar sola.

Mi padre tiene un montón de identificaciones falsas para cuando nos toque huir del país, tomaré una donde soy mayor de edad y compraré alcohol.

Dejo a todos en mi casa disfrutando de la comida y la música mientras voy a comprarlo. Me subo a mi auto, y voy a una licorería que está a 5 cuadras de mi casa.

Después de comprar, salgo con una sonrisa pues se que con esto muchos dejaran de tenerme miedo. Tuve que decir que estaba sola en casa para que pudieran venir a mi fiesta.

Me subo a mi auto y de repente empieza a llover, casi no puedo ver nada, acelero a fondo porque siento que el auto no se mueve tan rápido.

—¡Mierda!, se ha quedado sin gasolina—me frustro. El auto se detiene, sin saber que hacer me bajo del auto dejando que el agua fría de la lluvia me empape toda hasta que encuentro un techo donde refugiarse, aún estoy lejos de mi casa.

Tendré que esperar que pase algún auto para pedirle ayuda.

Tengo mucho frío, mis labios tiemblan, al igual que mis dientes y cuerpo.

—¿Qué hace una chica sola a estas horas? —dice un hombre que está borracho mirando mis pechos, rápidamente me cubro con mis manos mientras el señor se acerca y yo retrocedo asustada, mi corazón late rápido.

Sin pensarlo más me echo correr al auto con él detrás de mí y justo cuando estoy a punto de entrar al auto escucho el ruido de una moto y un disparo. Me detengo para ver… El señor está tirado en el suelo, y de la moto se baja un hombre alto casi dos metros si no estoy mal, muy bien vestido, peli negro con ojos azules. Es muy guapo.

🌸Dorian🌸

Después de tomar 5 vasos de licor Macallan, recuerdo que voy a la dirección donde hay una fiesta y no se quien es su hija. Le envío un mensaje y me manda una foto de la chica.

Me levanto de golpe, me quedo perplejo al ver que es la chica que ví salir de aquí con mucho licor en las manos. ¿Que no es menor de edad?.

—¡Mierda! —camino rápidamente hacia la salida pero me percato de que está lloviendo, me acerco al vendedor quien tiene una chaqueta de cuero—Disculpe, ¿Puedo comprar su chaqueta?.

Lo duda pero acepta. Le pago con la tarjeta 500 dólares.

Me la pongo, me subo rápidamente a la moto y conduzco a la dirección, después de unos 30 segundos manejando paso y veo a la chica siendo perseguida por un hombre, rápidamente saco mi arma y lo mato.

Me estaciono, el cabello se me pega a la frente por lo que paso mis manos echándolo hacia atrás. Me bajo y ella se vuelve a mi mirándome fascinada mientras mi respiración se acelera mientras más me acerco.

Mis demonios pelean entre ellos dentro de mi cabeza, uno me repite que es ella y que debería simplemente llevarla conmigo, otro me dice que debería matarla por llevar un hermosos rostro parecido al de helena mientras mis su conciencia me repite que no es ella, y que debería dejar de soñar. No puede apartar la mirada de mi dejando caer sus manos, me distraigo al ver sus pechos marcados en la blusa que está transparente por el agua. Trago grueso y desvío la mirada repitiendo me que es una niña.

—¡¿Por qué no estás usando brasier?! —la regaño bajando la cabeza con la mano en mi frente.

—Primero—la miro y se tapa con las manos—¡Con esta blusa no se usa brasier! Y segundo ¿Quién eres tú para regañarme?—chilla y frunce el ceño.

—Tu padre me envió a cuidarte.

—Si, pues no lo necesito te puedes, o ¿Cuanto quieres para que te vayas?. —dice con voz tierna.

—¿Crees que puedes comprarme?, tengo mas plata que tu padre niña…Vamos te llevaré en mi moto. —digo volviendo a la moto y se sorprende, rápidamente se acerca a ella olvidando que sus tetas están visibles, comienza a reparar la moto con entusiasmo como si supiera, la clase de moto que es.

—¿Me dejas manejarla? ¡Porfis! –chilla saltando y no puedo apartar mirada de su pecho no tan grande.

—¡Mierda! —musito para mi mismo quitándome la chaqueta, me acerco a ella y le ayudó a ponérsela cierro el cierre de la corredera hasta que cubre toda su garganta mientras ella me mira esperando una respuesta.

—Vamos, y no. No vas a manejar.

—Entonces me quedaré aquí—se cruza de brazos enojada.

—Niña, no me gusta perder el tiempo y menos con una mocosa—aunque admito que la moscosa es bien…la miro de arriba a bajo. ¡Mierda, despierta es una niña!.

Paso las manos por mi cabeza, y con un movimiento rápido la tomo por las piernas llevándola a mi hombro.

—¡¡Oye!!, ¡eres un atrevido! ¡Bájame ahora! —chilla pataleando.

Me subo con ella delante de mí, enciendo la moto y arranco con fuerza haciendo que ella enrolle sus piernas al rededor de mi cintura y sus brazos a mi cuello. Hacer eso y con su cara solo hace que pueda pensar en helena.