Atrapando Un Alpha

CHARLIE Y JADE

Como un pez fuera del agua rodeado de personas adineradas, que no pertenecían a su mundo o estatus social, pero al mismo tiempo sabia como manejarlos, su trabajo en el bar le había permitido estudiar a esa clase de personas y saber dialogar con ellos llevando una conversación completa sobre cualquier tema de interés.

La villa estaba situada en un exuberante paraje natural, donde la opulencia se fusionaba con la belleza salvaje del entorno, rodeada de vastos bosques de árboles altísimos, con una densa vegetación que albergaba una rica fauna, frente a la villa había un lago cristalino que reflejaba el cielo, rodeado de senderos naturales. Los susurros del viento entre las hojas y el canto de los pájaros creaban una atmósfera de serenidad y conexión con la naturaleza, algo que para esos grandes aristócratas no era importante, al parecer sus conversaciones sobre la bolsa de valores y quien será el mejor en los negocios era todo en lo que podían mostrar interés, a excepción del padre de Jade, quien no dejaba de mirar todos sus movimientos, esa semana sería algo difícil de superar.

-          ¿Todo bien Charlie? – le dice Melissa la prometida de Arthur

-          Si, solo admiraba el paisaje – le dice, se encontraba frente a la villa.

-          Oh, si es hermoso ¿no lo crees? – le sonríe

-          Si – le responde

-          ¿Dónde está Jade? – le pregunta Melissa

-          Cambiando su ropa – le dice

-          Entonces por eso estas aquí solo.

-          Me gusta la vista desde aquí – en realidad no podía quedarse en la habitación que les designaron para quedarse mientras la mujer se cambiaba, pero eso no podía decirlo.

-          Tenía años sin venir aquí – le dice Melissa – es agradable apreciar todo esto de vez en cuando – le sonríe

-          ¿Dónde dejo a su esposo? – le dice de forma cortante, algo había en esa mujer que no encajaba

-          Aun no estoy casada – sonríe y lo mira.

-          ¡Charlie! – le grita Jade mientras se acerca a ellos – Lamento la tardanza ¿esperaste mucho?

-          No – la mira, estaba en camiseta, se podía ver claramente el color de su sostén

-          Lo distraje un momento por ti – dice Melissa sonriendo – Bueno, ya me retiro – les dice sonriendo y se retira

-          Arthur tiene pésimo gusto – dice Charlie entre dientes.

-          ¿Qué? – dice Jade volteando a mirarlo - ¿Dijiste algo?

-          Que puedo ver claramente a través de tu camiseta – le dice mirando su pecho

-          ¡No puede ser! – dice cubriéndose, por lo general no solía avergonzarse de esa forma, pero la mirada del hombre parecía desnudarla- iré a cambiarme.

-          Ya olvídalo, he esperado mucho – toma su mano y comienza a caminar – Creo que vi un camino de senderos, vamos a explorar – la guía halando de ella.

-          ¿Por qué estás tan apurado? – le dice apresurando el paso para acoplarse al hombre

-          Oh, lo siento – dice aminorando el paso, no había notado que la mujer casi corría para ir a su paso.

-          ¿y? – le dice Jade más calmada, aun caminaban de la mano - ¿Qué hablaron Melissa y tú? – le pregunta buscando algún tema de conversación que rompiera el incómodo silencio entre ellos.

-          Nada interesante – le dice – solo me pregunto por ti.

-          ¿Fue idea mía o estaba muy cerca de ti? –le dice Jade, parecían muy íntimos.

-          Solo fue tu imaginación – aunque si tenía algo de razón.

-          Cualquiera que los hubiera visto diría que se te insinuaba – ríe

-          No lo hacía, pero creo que de ser ese el caso, ¿estarías feliz porque te dejaría el camino libre con Arthur? – le dice de forma presuntuosa

-          ¿Quieres dejar esos chistes de lado? – le dice, Charlie sonríe.

-          Apreciemos la vista – era agradable caminar a su lado.

-          Charlie, creo que ya podemos soltarnos de la mano – ya se habían adentrado más en el bosque, dejando atrás los otros, además tomarlo de la mano la ponía nerviosa.

-          No sabemos quién podría estar por allí – le dice sonriendo sin parar de caminar – quedémonos así un rato más -  siguieron caminando hasta llegar a un banco para descansar situado frente al lago – podemos sentaron allí, si estas cansada.

-          Si, necesito descansar – su cuerpo se sentía pesado.

-          Luego podemos volver – le dice – creo que escuche algo sobre unos juegos – se quedaron allí durante una hora, disfrutando de la naturaleza a su alrededor, platicando de temas si sentido.

-          Chicos, ¿Dónde estuvieron?, se perdieron el almuerzo – les dice Agnes al verlos llegar.

-          Lo siento, estuvimos explorando un poco y perdimos la noción del tiempo – le responde Jade.

-          ¿Te sientes bien? - le dice Agnes – no te veo buen semblante.

-          Sí, es solo que creo tuve mucho sol por el día de hoy – sonríe disimulando.

-          Creo que lo mejor será que descanses el resto de la tarde – le dice Charlie

-          Si, iré a descansar - sonríe

-          Charlie, ¿puedes acompañarla? – le dice Agnes, no quería ser un mal tercio en la pareja, acompañando ella misma a Jade.

-          Si – Jade comienza a caminar hacia la villa y Charlie la sigue, entran al lugar, suben las escaleras y llegan a su habitación - ¿Tienes tu teléfono a la mano? - le pregunta frente a la puerta.

-          SI, aquí lo tengo- lo saca de su pantalón - ¿Para qué?

-          Llámame si me necesitas – le dice – Estaré en el salón de abajo- se da la vuelta y se marcha.

-          Estaré bien con solo descansar – entra a la habitación y se acuesta sobre la cama arropándose con las sabanas cubriendo su cabeza.

Charlie bajo las escaleras hasta llegar a una pequeña sala de estar, en el rincón había una pequeña biblioteca con varios libros en ella, comenzó a revisar los títulos buscando alguno que llamase su atención, “tomando al toro por los cuernos”, un libro de auto ayuda, se sentó en el sillón y comenzó a leerlo mientras esperaba, no era muy interesante, pero al menos entretendría un poco su mente. Al cabo de una hora pudo ver un celaje subiendo las escaleras hacia las habitaciones.

-          Jade, ¿Te encuentras bien? – Arthur se encontraba frente a la habitación de Jade y Charlie – tu madre nos dijo que no comerías porque te sentías un poco enferma – le dice, aunque no recibe respuesta alguna, solo el silencio - ¿Jade? – toma el pomo de la puerta - ¿Puedo entrar? – gira la perilla.

-          Está dormida – le dice Charlie sosteniendo la puerta para evitar que Arthur la abriera – por eso no te responderá, me pidió que no la molestaran – se para frente a la puerta, su mirada era un poco amenazante.

-          Bien – dice Arthur – solo quería saber cómo se encontraba – da un paso hacia atrás

-          Está bien, solo necesita descansar – le explica – estuvo expuesta mucho tiempo al sol y se insolo un poco, nada más.

-          Entonces, espero que se recupere – le dice sonriendo de forma incomoda – o se perderá de toda la diversión – se marcha.

-          Él va a ser todo un fastidio – dice suspirando, toma el pomo de la puerta, lo gira y la abre – Sabia que no era una simple insolación – dice al entrar en la habitación, Jade se encontraba en el suelo, su respiración era agitada, sus mejillas estaban totalmente rojas, su cuerpo estaba empapado.

-          Charlie – dice entre suspiros, su cuerpo estaba ardiendo – no puedo aguantar – el lugar estaba impregnado de las feromonas de la mujer.

-          De no haber estado cerca le hubieras saltado encima a un hombre que está a punto de casarse – dice Charlie

-          Charlie – le suplica – por favor, ayúdame – no podía aguantar más, quería lanzarse sobre el hombre.

-          Tranquila, te dije que me llamaras si me necesitabas – se acerca y la abraza – te ayudare todas las veces que quieras – la besa.