Solo Está En Mi Mente

Los padres de July al enterarse de que su hija había cometido una falta tan grave, la encerraron en su casa para evitar que la gente comenzara a dañar con habladurías la reputación de la familia Gómez.

Después de que el hijo de July nació, la partera (Doña Candelaria) se apiadó de ella, dejándola sostener al niño en sus brazos por unos minutos, sin embargo los padres entraron a la habitación y rápidamente le arrebataron al niño, para que horas más tarde lo dieran en adopción a una pareja, July jamás supo quienes fueron los que se llevaron a su bebé, y sus padres se llevaron ese secreto a la tumba.

Meses después de que July había dado a luz, sus padres arreglaron una boda con un hacendado muy rico de la zona, ese hacendado quería casar a su hijo con una muchacha de buenas costumbres y acostumbrada a la vida de campo, su hijo era Carlos, quien acababa de regresar del extranjero después de haber estudiado la carrera en leyes, en aquel momento él tenía 26 años.

Aunque July ni Carlos estuvieron de acuerdo con la boda, era bastante común las bodas arregladas para unir a las mejores familias en negocios grandes, así que tuvieron que aceptar la decisión de sus progenitores.

Macario, por su parte recordó aquellas épocas de juventud, cuando tenía 16 años y estaba en el bachillerato, se la pasaba bebiendo con sus amigos de un lado a otro. No le importaba gastar y mal vivir su vida, solo buscaba diversión.

Hasta que un día su padre cansado del libertinaje de su hijo, se lo llevó a vivir al recién fundado pueblo de San José, ahí tenía un rancho que estaba prosperando apenas. Enérgicamente el padre de Macario, le advirtió que debía cuidar del ganado que tenían y las cosechas con ayuda de los demás empleados, o de lo contrario no tendría para comer. Su padre salió de ahí dejando sólo a Macario.

Sin embargo, lejos de obedecer, Macario se dedicó a dar órdenes a los empleados, y el se la pasaba vendiendo los bienes del rancho (el ganado, los muebles y demás cosas de valor que encontraba), para darse una buena vida en ese mugroso pueblo como le decía.

Una tarde, estaba en la plaza como de costumbre con amigos del pueblo, cuando vieron a algunas muchachas pasar por ahí, en particular hubo una que le llamó la atención, el aspecto de la joven estaba bien cuidado, parecía tener clase a diferencia de las demás, porque era la hija de un hacendado rico, su familia era conocida por el apellido Gómez.

Con el pasar de los días Macario comenzó a cortejar a la joven, ella tenía 15 años, era ingenua y soñaba con enamorarse y ser correspondida. Él en cambio quería pasar un buen rato con ella en aquel pueblo. Con promesas falsas logró hacer que la joven se le entregará en cuerpo y alma.

Así pasaron algún tiempo, hasta que el padre de Macario regresó al rancho y lo vió desmantelado, los empleados habían sido sacados del lugar por órdenes de su hijo, y los pocos que quedaban no podían avisarle a su patrón las barbaridades que hacía su primogénito.

Inmediatamente, tomó lo poco que le quedaba y lo vendió al rancho de a lado (con el padre de Carlos) para tratar de recuperar un poco. Mientras que su hijo se divertía en la cantina del pueblo, su padre lo buscaba furioso. Después de un rato de no encontrarlo, se fue dejando a Macario.

Al regresar Macario, intentó entrar solo para descubrir que la cerradura había sido cambiadas, desesperadamente pateo varias veces el portón, hasta que un empleado se asomo para decirle que ese rancho era propiedad privada, esa misma tarde le fue vendida a su patron y si no quería problemas que se fuera antes que llamara a la policía.

Atónito por lo que escuchó, pero no tuvo más remedio que irse a otro lado, esa noche Macario durmió en la plazuela, pues no había habitaciones en renta, y aunque lo hubiera se había gastado todo en apuestas y alcohol.

A la mañana siguiente, con lo único que tenía puesto, caminó sin mirar atrás hacia la entrada del pueblo y comenzó a pedir a los pocos carros que pasaban que le dieran un aventón a la ciudad de Domínguez, el trayecto era de dos horas en auto, y casi nadie iba para allá, lo más que podían hacer era llevarlo por tramos cortos y otros él tenía que caminar, llegar a su casa fue una verdadera proeza.

Mientras tanto, los días pasaron y Macario conoció a una chica de la ciudad, ella era Marcela de 16 años, hija de un comerciante. Como antes hizo, intentó conquistar a la joven, pero esta vez, ella no se dejó llevar por amor, sino que presionaba constantemente hasta conseguir un matrimonio digno. Lo malo fué que el padre de Marcela, escucho los chismes de su primo que decían que su hija Marcela ya se había enredado con Macario.

Furioso el padre de Marcela, fue a exigir inmediatamente que los dos jóvenes se casarán, así en poco más de un mes Macario ya tenía una esposa, a quien culpaba por haberlo forzado a casarse y por otro lado a Marcela su familia la olvidó culpandola de inmoral y ofrecida.

Mientras que en el pueblo San José, una desesperada joven, buscaba por todos lados a Macario, para darle la noticia de su embarazo, debían casarse lo más pronto posible para darle un hogar a ese niño y que sus padres no la excluyeran de la familia.

Sin embargo, todos sus intentos fueron en vano, hasta que un día, una amiga de ella de la misma edad, llamada Petra, le dijo que Macario ya se había casado porque sus padres lo habían obligado. Además de que él ya no regreso a San José, porque habían vendido el rancho que tenían en el pueblo, y se regresaron a su ciudad natal.