La Venganza De Diana

A la mañana siguiente, César, mandó a arreglar todo para llevarse a Diana al extranjero...

Mientras en la villa donde vivía Zulema. El bebé de Diana no dejaba de llorar, extrañaba a su madre...

Zulema contrató a la enfermera, para que cuidara del bebé. Lo menos que ella quería, era hacerse cargo de un hijo que no era suyo.

Además, el bebé lloraba demasiado, era como si el bebé supiera que Zulema no era su madre...

Fastidiada, de escuchar al bebé llorar toda la noche... Zulema le ordenó la enfermera que se llevara al bebé, a otra habitación, a la habitación más lejana que pudiera haber en la villa...

Zulema no quería tener al bebé cerca, era demasiado enfadoso escuchar a un bebé llora todo el tiempo.

Durante toda la noche, Zulema, no pudo pegar ni un solo ojo, no podía dormir... Por estar pensando, en cómo le iba a decir a Marcelo, sobre la muerte de Diana, sin que la culpara a ella.

Al primer rayo de luz del sol, Zulema se levantó de su cama. Como todas las mañanas, se acercó a su closet, y escogió el vestido más elegante y hermoso, que pudiera tener dentro de él...

Lo dejó sobre la cama, se dio la vuelta y entró al baño, necesitaba bañarse. Después de una hora, Zulema salió del baño, con una toalla cubriendo su cuerpo...

Mientras se bañaba con agua extremadamente helada, Zulema, tuvo una idea.

Le diría a Marcelo que Diana, le intentó robar al bebé, en cuando nació, y que después de ser perseguida por los guardias, Diana les entregó el bebé y se arrojó por un acantilado...

Zulema solamente esperaba que Marcelo, no adelantará a su viaje de regreso. Para llevar a cabo su idea, necesitaba que Marcelo regresará, hasta dos meses después...

Si a Marcelo se lo ocurría adelantar su viaje de regreso, ella debería buscar inmediatamente otra idea con la que pudiera justificar la muerte de Diana...

Zulema deslizó la toalla que llevaba puesta por su cuerpo, caminó desnuda hasta donde estaba la cama, tomó el vestido, y se comenzó a vestir con él, al estar vestida.

Zulema se acercó al espejo delante de ella, comenzó a maquillar lentamente su hermoso rostro, al terminar de maquillar su bello rostro, Zulema escuchó que su teléfono sonaba...

Podía adivinar quién era, sin tan solo ver el número. Desde que Marcelo se fue de viaje, todas las mañanas le marcaba para saber cómo iban las cosas en la villa...

Enseguida, Zulema se levantó de la silla, donde había estado sentada por mucho tiempo.

Cogió su móvil, al mirar que era el número de Marcelo, un gesto de desagrado apareció en el rostro de Zulema...

La chica apretó el teléfono con fuerza. Lo más seguro es que él, quisiera saber, sobre, cómo estaban las cosas en la villa...

Después de respirar, Zulema contestó inmediatamente el teléfono, con una voz extremadamente dulce.

__ Hola mi amor, ¿Qué tal?... Dijo Zulema...

___ Estuve llamando toda la noche, pero tu teléfono estaba apagado ¿Qué sucede?... Preguntó Marcelo.

Zulema mordió su labio inferior con fuerza, tenía que decir algo convincente para dejar a Marcelo, convencido de Diana, se había escapado de la villa...

__ Lo que sucede es que… Zulema guardó silencio antes de terminar la frase.

__ ¡Qué sucede Zulema!..._ Marcelo levantó la voz con furia...

Zulema apretó su mano con fuerza, clavando sus uñas, sobre las palmas de su mano...

__ No te lo quería decir, hasta tu regreso. Pero ya que insistes tanto, te lo voy a decir todo Marcelo... __ Zulema guardó silencio haciendo que Marcelo se desesperara...

__ Habla Zulema ¿Qué es lo que está sucediendo?... Dijo Marcelo furioso.

El hombre tenía el presentimiento que Zulema estaba ocultando algunas cosas. Zulema solamente guardó silencio, necesitaba echar su mente a trabajar lo más rápido posible.

_ Zulema, ¡Te ordeno que hables ahora mismo!... Volví a decir Marcelo, pero esta vez con una voz que parecía haber salido del infierno.

__ Anoche, Diana comenzó atacarme, aprovechando que tú no estaban... Dijo que mi embarazo estaba demasiado avanzado, y que si se quería vengar por todo lo que le habías hecho Marcelo, sería con mi muerte y con la muerte de mi bebé.

Zulema no pudo terminar de hablar, cuando empezó a llorar, eso hacía más convincente lo que estaba diciendo...

__ Cariño, termina de decir las cosas..._ Dijo Marcelo en una voz muy dulce.

Zulema al escuchar, a Marcelo cambiar el tono de voz, una enorme sonrisa apareció en sus labios… Era momento en que Marcelo, supiera sobre el nacimiento del bebé y sobre la muerte de Diana...

_ Anoche, mientras salía de bañar, Diana entró a mi habitación. Ella traía un cuchillo en sus manos, al verme indefensa, se acercó a mí. Ella tenía una sonrisa perversa entre sus labios, le supliqué que no me hiciera daño, que estaba esperando un hijo tuyo. Pero a ella no le importó, Diana comenzó a agarrarme de los brazos y me empujó con fuerza para todas partes, ella y yo comenzamos a luchar por un tiempo, Diana me dejó caer con fuerza hacia atrás, al caer me golpeé fuertemente la espalda. Enseguida, las contracciones, me comenzaron a pegar con mucha fuerza, por un momento pensé que Diana había logrado su objetivo y había matado a mi hijo... Al ver la sangre salir de en medio de mis piernas, Diana se asustó demasiado, y salió corriendo de la habitación, por suerte la enfermera que cuidaba de mí, entró rápidamente a la habitación... Con la ayuda de uno de los guardias, la enfermera me pudo llevar a la cama, para atender mi embarazo... Mientras, yo daba a luz a mi pequeño Marcelo. Diana se escapó de la villa, los guardias salieron en su búsqueda, y al no tener escapatoria, Diana se dejó caer por un acantilado.

La historia que Zulema contó sonó tan real que, Marcelo, no pudo poner en tener el juicio, lo que ella acaba de decir... Después de todo lo que le había hecho a Diana durante todos esos meses, sonaba lógico que ya aprovechar a cualquier momento para poderse vengar de él y de Zulema...

Marcelo terminó la llamada sin tan solo haber dicho ni una sola palabra, sintió un gran remordimiento de la manera tan horrible, en qué Diana había terminado con su vida.