Objeto: Enamorarte

NOAH 

En este punto, agradezco que la comida haya terminado y nos estemos parando de la mesa, porque estoy totalmente arrepentido de haber traído a Michelle. 

Lo cierto es que se comportó como una mocosa, tanto que me avergoncé de ella.

Pero al final de cuentas, yo soy el mayor idiota por traerla, sabiendo que sería un mal movimiento. 

Me acerco a mi cuñada y a mi hermano y aunque aún estoy molesto con ellos, sé que lo que hicieron con una buena intención detrás, así que me disculpo por el comportamiento de Michelle con ambos. 

Ellos aceptan sin más las disculpas, quitándole importancia al intercambio. 

-Ven, vamos fuera a hablar un poco- dice Mateo y salimos al patio. 

-Si quieres decirme sobre lo de que Michelle me abandonará en el futuro y a nuestro hijo, ya lo sé- digo. 

-En realidad no quiero hablar de eso. Ahora que estás más calmado, quiero explicarte por qué Paloma te obligó a casarte con ella y te quitó todo a tu nombre- dice, calmadamente. 

-Eso ya lo sé, ¿no tiene que ver con evitar un matrimonio arreglado?- le respondo.

Mateo me mira confundido, al igual que mi madre, pero responde. -En realidad no. Es cierto que lo del matrimonio y quitarte tus bienes y dinero fue idea de Paloma, pero quién le pidió que hiciera algo para apartarte de Michelle, fui yo- admite, sorprendiéndome. 

-¿Tú?- pregunto, sin esperarme esta confesión. 

-Sí. Fui yo el que la convenció de separarlos y aunque al principio no quería, aceptó, sabiendo que probablemente la odiarías y sería la villana para todo el resto- sigue.

-Y lo hiciste por lo que viste en el futuro- digo, sabiendo la respuesta. 

-Puedes pensar que es poco y que no te importaría pasar por eso, pero escucha bien Noah- dice, mirándome directamente -Si tu te hubieras visto en ese tiempo, también harías lo que fuera necesario. 

-¿Tan mal?- pregunto, sabiendo la respuesta. 

-Imaginate un hombre destruido, sin autoestima, sin ganas de vivir, sólo haciendo un esfuerzo mínimo por un niño que también estaba sufriendo. Un niño que había perdido a su madre y para todos los efectos a su padre. Hermano, juro que no quieres quedarte cerca de esa mujer- dice tomando mi hombro, mirándose suplicante. 

Retiro mi mirada, porque duele ver la expresión tan real que significa una vida arruinada. 

-Le dije que aunque todos se volvieran en su contra, odiandola, yo estaría de su lado y la convencí, sabiendo que sufriría- sigue hablando de Paloma. -Así que por favor, no seas tan duro con ella. Si quieres enojarte conmigo, hazlo, pero no la odies. 

-¿Por qué iría tan lejos?- pregunto para mí mismo, sin comprender. Es verdad que si creyera que alguien está sufriendo, Paloma lo ayudaría, pero no creo que iría tan lejos como para casarse con el novio de su hermana. 

-Es algo obvio, al menos para mí. Siempre estuviste tan deslumbrado por Michelle que nunca notaste que Paloma te amaba- dice, sorprendiéndome nuevamente. 

-Pero ella es como…- empiezo a decir, pero Mateo me corta. 

-¿Cómo tu hermana menor?- pregunta con una sonrisa irónica y asiento. -Eso lo piensas tú, nada más. Ella ha estado enamorada desde que es una niña- voy a protestar, pero me lanza una mirada para callarme y sigue -Puedes creer que es un enamoramiento de niña o lo que quieras, pero eso no es verdad. Lo vi en ese futuro jodido en el que todos fuimos miserables. Ella guardó su amor en silencio y nunca se involucró en el camino de Michelle contigo. Aún de adulta, nunca dijo nada, simplemente lo descubrí porque yo también amaba a alguien que no me correspondía. En esta ocasión, no quería que las cosas siguieran tomando el mismo rumbo, así que la confronté y me aproveché de sus sentimientos para apartar a Michelle de ti. 

-¿Por qué me dices esto? ¿Por qué decir su secreto?- pregunto. 

-Porque le prometí a Paloma que si el mundo la odiaba, yo estaría de su lado y esta también es una forma de apoyarla. Quiero que seas conciente de ella y quiero que la veas como algo más que una hermana menor y porque temo que en algún momento salga huyendo, sin siquiera haberte confesado sus sentimientos, sólo porque la heriste demasiado. Y lo hago porque en esa vida y en esta, no ha habido, ni habrá una persona que te quiera más que ella.