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Alma Rota: El Despertar De Aria

Alma Rota: El Despertar De Aria

Status: Terminada
Genre:Amor prohibido / Romance paranormal / Atracción entre enemigos / Demonios / Cambio de Imagen / Poderosas criaturas sobrenaturales / Completas
Popularitas:2.1k
Nilai: 5
nombre de autor: Crisbella

Mi madre tenía una extraña obsesión: la vida después de la muerte. Y yo, que la amaba con locura, vivía aterrorizada por sus historias. Su amor incondicional por mí y por mi padre era nuestro universo, un refugio perfecto donde todo giraba en torno a la familia.
Mi padre, un hombre que se desvivía por nosotros, era la definición de lo que era una familia normal, hasta que ella hablaba. Hasta que llegaban esos días en los que, sin aviso, rompía la normalidad con sus historias sobre reencarnación y un destino que, según ella, ya estaba escrito. En esos momentos, nuestra vida perfecta se sentía como una frágil mentira, a punto de romperse.

NovelToon tiene autorización de Crisbella para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capitulo XI Indicio de sus dones

Punto de vista de Ethan

Algo había cambiado en Aria, y no era solo que hubiera dejado de usar sus anteojos. Después de presentar esos exámenes, se había vuelto distante, casi como si estuviera en un trance.

Fuimos a la siguiente clase, que pasó tan lenta como el resto del día. Aria se mantuvo alejada de mí, y no me gustaba. Cuando llegó la hora de irnos a casa, la esperé fuera de la escuela.

—Pensé que no saldrías nunca —dije en broma.

—Lo siento, solo me distraje un momento —respondió, encogiéndose de hombros.

—Deberías estar feliz. Aprobamos ese examen y, de paso, el profesor nos pidió disculpas —comenté.

—No me siento bien. Me voy a casa. Nos vemos después.

Pude oler su miedo. Algo la había asustado tanto que se sentía desorientada.

—Vamos, te llevo.

—Mejor voy en el auto que envió mi mamá.

—No me rechaces. Además, quiero invitarte a un helado, y si no me acompañas, mi corazón se partirá en dos —dramatizaba para convencerla.

—Está bien, deja el drama, iré contigo.

Una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro y, por primera vez, me fijé en el color de sus ojos.

—Tienes los ojos verdes —comenté.

—Sí, pensé que ya lo habías notado —respondió con una mueca.

—Con los anteojos no se te notaban, y esta mañana no se veían tan verdes —dije, confundido.

—Son ideas tuyas. Siempre los he tenido del mismo color. Ahora, vamos por ese helado antes de que me arrepienta.

Una idea absurda cruzó por mi cabeza: "¿Y si Aria es la humana que buscan?". Pero era imposible. Según la descripción, esa humana posee una belleza insuperable y... No, no es posible. Sacudí esa idea de mi mente y subí al auto.

Conduje hasta una heladería cerca de nuestras casas. Nos quedamos allí, platicando. Pasar tiempo con Aria era extraño; me gustaba su compañía, pero no era el tipo de humana con la que solía pasar el rato.

—Creo que ya deberíamos irnos. Mi mamá se preocupará si no llego temprano —dijo Aria, con una voz suave como el viento.

—Tienes razón. No quiero que tu mamá se moleste conmigo —respondí.

Ella tenía un poco de crema en la comisura de la boca. Por instinto, la limpié con mi pulgar y una corriente eléctrica me atravesó el cuerpo. No supe qué fue eso. Se suponía que no debía sentir nada así. Había estado con otras humanas, pero solo era instinto, nada más.

—Perdón —dije, apartándome de ella.

—No te preocupes. Gracias por no dejarme salir con la boca llena de crema como si fuera una niña pequeña.

Salimos de la heladería y, en la calle, nos encontramos con mis amigos. Como siempre, estaban molestando a alguien.

—¡Ey, Ethan! Pensé que tenías algo que hacer y por eso no nos acompañaste después de clase.

—Sabes que ahora los gustos de Ethan se han vuelto un poco... de mal gusto —intervino Clara, mirando a Aria con desprecio.

—Al menos mis nuevos gustos no andan ofreciéndose ni me aburren como otros —dije, furioso.

—No vale la pena, mejor llévame a casa —Aria me tomó de la mano, haciendo que mi enojo se disipara al instante.

—Sí, salgamos de aquí.

Subimos al auto, no sin antes lanzarle una mirada reprobatoria a mis ahora ex-amigos. Con esto, supe que las cosas no volverían a ser las mismas.

Punto de vista de Lorenzo

Trataba de no mostrar mi preocupación por mi hija, pero por dentro me moría de miedo. Saber que pronto cumpliría los dieciocho años y que después de eso sería un blanco fácil para esa criatura que quería desaparecerla, me estaba matando. Aria tenía derecho a saber sobre su destino, y pensaba que no podíamos seguir negando lo que ella era.

—Sé que es hora y que tenemos que preparar a nuestra hija para lo que viene, pero tengo miedo —dijo Alma con voz temblorosa.

—Es mejor que se lo digamos nosotros y no que ella un día despierte y pueda hacer cosas que no entiende.

—¿Y qué tal si ella nunca despierta esos dones y se queda así, como es?

—Sabes bien que eso no pasará. Mira lo que pasó hoy: puede ver sin necesidad de usar anteojos. Eso es prueba suficiente de que sus dones empezaron a manifestarse.

—Tengo miedo de lo que pueda pasar.

—Lo sé, amor mío, yo también tengo miedo.

Pero juntos, como familia, lo vamos a lograr.

Era un poco tarde y Aria no había llegado. Teníamos la sospecha de que estaba con el joven De La Fuente. Últimamente, andaban siempre juntos, y él la cuidaba como si de verdad sintiera algo por ella. Esperaba que así fuera.

—Aria ha tardado mucho —comentó Alma cuando se dio cuenta de que casi anochecía.

—Debe de estar con ese muchacho, pero cuando llegue debe dar una explicación —respondí, preocupado.

—Nuestra hija está sintiendo por primera vez la ilusión del amor, pero no podía escoger a alguien que no fuera... un muchacho desenfrenado.

Alma tenía razón, el tal Ethan era un joven sin freno, y sus padres no le ponían límites. Aunque no era lo que quería para mi hija, tenía que dejar que el río siguiera su rumbo y que ella tuviera sus propias experiencias. Además, no podía juzgar a Ethan, ya que yo también fui horrible cuando conocí a Alma, y su amor fue lo que me hizo cambiar.

Continúe mi conversación con Alma, usando escuchamos el motor de un auto fuera de nuestra casa, mire por la ventana a mi hija llegando con Ethan, ella se veía muy sonriente.

Cuando Aria cruzo el umbral de la puerta Alma se acercó rápidamente a ella. —Estas no son horas de llegar. Nos tenías muy preocupados.

—Lo siento mamá, Ethan me invitó a tomar un helado y se nos fue el tiempo platicando. —Respondió, Aria apenada.

—Ethan, Ethan siempre ese muchacho. Debes ser más responsable.

—Ya te pedí disculpas¿Qué más quieres que haga?

La situación se estaba poniendo algo tensa así que decidí intervenir. —¡Ya basta! Dejen de discutir. Vamos a sentarnos y hablamos de esto.

Aria empezó a respirar rápido, como si algo se estuviera saliendo de control, Alma y yo nos miramos preocupados, ya que las luces a nuestro alrededor empezaron parpadear. Me acerqué a mi hija con la seguridad de que era ella la que estaba haciendo esto.

—Tranquila hija, respira con calma.

Aria me miró y sus ojos cambiaron a un azul intenso, del mismo color que tenía cuando nació, un instante después se volvieron verdes nuevamente. Y en la casa todo volvió a la normalidad.

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Andrea Carvajal
que historia más hermosa. gracias autora
Ysabel Correa: Gracias 🫂 a ti por confiar 😊
total 1 replies
Lilybell Larrosa
buena lectura. mi pregunta no que ellos viven frente a frente y a qué llevo en moto a Aria....está buena está historia /Heart//Rose//Heart//Wilt//Good/
Lilybell Larrosa
chismoso /Joyful//Sneer//Facepalm//Curse//Yawn//Smirk//Brokenheart//Heart//Brokenheart//Good//Bomb//Good//Bomb/
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