En Esta Vida No Moriré

Creí que estaba soñando que alguien me golpeaba la ventana, me levanté medio adormilada y me acerque pensando que podría haber sido algún insecto, luego note en las sombras la figura familiar de Adam, traía su camisa abierta y se veía agitado, como si hubiera corrido.

- ¿Te has vuelto loco?_ dije

- Necesitaba verte de nuevo_ respondió

- ¿Y no podías esperar mañana?_ pregunté

Mi tía te va a retar si te descubre, me meteras en problemas_ le reclamé

Subió por mi balcón, ¿acaso no me escuchó? Le estoy diciendo que es un problema. Mi reputación está en juego cuando eres jóven, quería golpearlo.

- Tranquila me iré pronto_ comentó el

Quería avisarte que haré un viaje lejos, y me tomara un tiempo en volver_ comentó

- Bueno, podías haberme dicho en la fiesta o mañana_ dije molesta

- Saldré mañana temprano y esto es algo que me enteré una vez que llegué al castillo_ argumentó

- También no estaré por unos meses_ dije simplemente

Mientras Adam me iba a decir algo más, me cubrió la boca al oír un ruido proveniente de afuera, un sujeto estaba abajo y me llamaba, evidentemente estaba ebrio:

- ¡¡¡Leonor!!! ¿¡Cómo me haces esto?!_ era la asquerosa voz de Antonio

Entendí que está escena era algo para afectar mi reputación, seguramente Flora le dijo sobre lo ocurrido hoy en la Fiesta. Bueno si quieren causar más problemas lo tendrán, haré que mi abuelito investigue las acciones del Conde y lo sometan a juicio por intento de asesinato contra el ya que enviaron a una persona a envenenarlo.

Conociendo lo estúpidos que son volverán a hacerlo, pensé disgustada.

- Ese sujeto lo detestas_ dijo mirándome Adam asombrado

¡¿Qué te hizo ese infeliz que pareces vibrar de odio?!_ mencionó él alarmado

- Solo digamos que son capaces de todo para lastimarme_ dije y fue cuando note que me caían algunas lágrimas.

Adam me abrazo, aún se oía la odiosa voz de Antonio, pero me sentía tranquila en los brazos de Adam, me aferré a él. Supongo que aún llevo en mi mente el dolor de traición y el sufrimiento que pase, él comenzó a acariciar mi rostro:

- Le suplico al caballero que se retire o llamare a los guardias_ escuché abajo la voz de Charles

- Exijo que Leonor me diga porque no me habla, y porque me está evitando cuando me hizo creer que le gustaba_ elevó la voz

- El caballero debió golpearse la cabeza por qué usted y el señor conde tienen prohibido entrar, ¡¿cómo es posible que insinue siquiera que ella lo pretendía?!_ dijo con calma y enfado en la voz

- ¡¡Leonor!!_ grito y yo me quise levantar para salir Pero Adam me detuvo. Los guardias llegaron y se lo llevaron mientras él gritaba y reclamaba sus supuestos derechos. Adam no me dió tiempo para reaccionar cuando me sujeto a su pecho y me beso con pasión.

Mi corazón dió un vuelco, así que me gustaba este hombre. Sus labios eran cálidos y me daban una sensación electrica en todo el cuerpo que jamás experimente. ¿Cómo este beso se podría comparar a los que alguna vez, pensé que eran especiales? Adam...

- Es solo un beso de despedida_ susurró el cuando alejo su rostro

- Como_ susurré media confundida por lo esperimente

- Quiero volver cuando sea tu fiesta de debutante y ser el primero en bailar contigo_ mencionó

Ese día, espero que me esperes para lo que quiero decirte_ comentó el y mientras todo el lugar estaba en silencio, Adam aprovecho el momento de saltar e irse. Me dejó ahí, como si hubiera Sido un sueño muy lindo.

A la mañana siguiente recibi la visita de mi abuelo, estaba furioso porque supo por Charles sobre Antonio y su visita nocturna.

- Me voy asegurar de que no esté en ningún club de caballeros_ aseguró mi abue

- Hermano debes calmarte, Charles lo envío con los guardias y fue severamente advertido_ respondió mi tía preocupada por la salud de mi abuelito. Ni siquiera pudo asistir a mi fiesta por su estado, aún se estaba recuperando y efectivamente el doctor le recomendó reposo, además confirmo que estaba consumiendo una sustancia venenosa:

- Abuelito hay algo que debo hablarte_ dije y estaba decidida a decirle lo que pensaba sobre el conde, aunque necesitaba las pruebas

- No me digas que es verdad lo que dice ese sujeto_ comentó alarmado y angustiado

- No abuelito, pero el escándalo que intento hacer Antonio, debió ser debido a Flora y el conde para perjudicar mi reputación. Esto que debo hablar es más delicado..._ argumente

Sospecho que el conde quiere envenenarte metiendo gente en la mansión, no tenía pruebas, pero hubo una doncella que la descubrí trabajando para ellos y creo que volverán a buscar a alguien más para hacerte daño_ dije tomando su mano

- Por eso tú y Adam me pidieron que me fuera. Llamaste a tu tía para que te acompañara y yo pudiera ver a un doctor sin que ellos sepan_ agregó entendiendo todo

- Era más seguro así abuelito_ respondí

- Gracias por decirme todo mi niña, ahora que sé de quienes viene este ataque hacia tú imagen haré que se arrepientan_ respondió el

Las palabras y lo enojado que se encontraba mi abuelito me decían que actuaría de inmediato.

Los días siguientes efectivamente Antonio había exparsido e inventado que yo tuve una relación secreta con él, que acepte su cortejo y que luego me aleje porque atraje la atención del principe heredero. Por supuesto también se sabía que él jamás puso un pie en la mansión, lo que hacía poco creíble su historia. Flora debía estar complacida junto al conde, y mi abuelito a la semana de los rumores regreso a la mansión, poco antes Adam me escribió una carta donde confirmo su viaje y que este tardaría como poco más de un año. Suspiré nostálgica, quizás sea lo mejor, me había prometido no enamorarme, debía enfocarme en cosas más importantes.

Durante la llegada de mi abuelito a la mansión, llegaron nuevos empleados buscando ser aceptados, mi abuelito me advirtió sobre esto y que ahora podría acusar con pruebas al conde de su intento por qué mi abuelito muera.

- No permitiré que ese maldito tipo, me quite a las personas que amo de mi lado, no de nuevo_ comentó mi abuelito

Sus palabras me hicieron pensar en lo que sucedió con mi madre, sobre las sospechas de que también fue envenenada lentamente.

Mi abuelito tiene razón, estás personas deben pagar sus acciones.