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Fuego En La Tormenta

Fuego En La Tormenta

Status: En proceso
Genre:Mafia / Traiciones y engaños / Secretos de la alta sociedad / Romance oscuro
Popularitas:7.9k
Nilai: 5
nombre de autor: America Blancas

El destino de los Ling vuelve a ponerse a prueba.

Mientras Lina y Luzbel aprenden a sostener su amor en la vida de casados, surge una nueva historia que arde con intensidad: la de Daniela Ling y Alexander Meg.

Lo que comenzó como una amistad se transforma en un amor prohibido, lleno de pasión y decisiones difíciles. Pero en medio de ese fuego, una traición inesperada amenaza con convertirlo todo en cenizas.

Entre muertes, secretos y la llegada de nuevos personajes, Daniela deberá enfrentar el dolor más profundo y descubrir si el amor puede sobrevivir incluso a la tormenta más feroz.

Fuego en la Tormenta es una novela de acción, romance y segundas oportunidades, donde cada página te llevará al límite de la emoción.

NovelToon tiene autorización de America Blancas para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Cicatrices con nombre y apellido

**CAPÍTULO 1:**Cicatrices con nombre y apellido

(Desde la perspectiva de Daniela Ling)

El cielo estaba nublado, con ese gris extraño que no sabía si quería quedarse en calma o romperse en tormenta.

Lo suficiente para opacar la ciudad, pero no tanto como para justificar la nostalgia de una lluvia.

Y a mí me gustaban los días así: tibios, sin extremos.

Ni el sol sofocante que me obligaba a sonreír como si todo estuviera bien, ni esas lluvias interminables que parecían cantar funerales y me arrastraban a recuerdos que prefería enterrar en lo más hondo de mi memoria.

Estaba tirada en mi sofá, patas arriba, la cabeza colgando hacia el suelo, como si buscara que la sangre se me subiera al cerebro y me ayudara a pensar mejor en mis desastres existenciales.

Las piernas reposaban en el respaldo, mi cabello caía desordenado como cascada oscura sobre la alfombra, y en mis oídos sonaba una canción vieja de Julieta Venegas.

“Yo no sé lo que me pasa, me estoy volviendo a enamorar…”

Suspiré, no porque la letra me partiera el corazón —aunque sí lo hacía un poco— sino por lo irónico que resultaba.

Últimamente, cada canción de amor parecía burlarse de mí.

Como si alguien hubiera contratado a Spotify para recordarme lo patética que podía llegar a ser.

Habían pasado dos meses desde que Lina me reveló la verdad.

Dos meses desde que mi vida dio un giro tan brutal, que aún hoy me costaba procesarlo.

Lina y yo éramos hermanas.

No solo amigas.

No solo cómplices de travesuras.

No solo las que se cuidaban mutuamente de los monstruos de la vida.

Hermanas.

Y aunque lo intuía desde hace tiempo —esa conexión rara entre nosotras no era normal— escucharlo en su voz temblorosa me revolvió por dentro de una manera que nunca olvidaré.

Antes de Lina…

¿Quién era Daniela Ling?

Una chica con una sonrisa lista para cada situación.

Una máquina de frases sarcásticas y carcajadas forzadas.

Una mujer rodeada de lujos, ropa de marca y un apellido con peso.

La que todos creían feliz, popular, con la vida resuelta.

Pero detrás de todo eso había una pared tan alta alrededor de mi corazón, que ni yo misma sabía qué había del otro lado.

Tenía dinero.

Tenía autos de lujo.

Tenía “amigos” que me buscaban para fiestas, favores o contactos.

Y aun así… nunca me sentí tan sola.

Hasta que apareció ella.

Lina.

Tan distinta a mí.

Tan reservada, tan sencilla… tan real.

Nos peleamos al principio —porque claro, yo soy un dolor de cabeza y ella tampoco es santa paloma— pero fue como si de pronto encontrará una pieza de mí que llevaba años perdida.

Me hizo reír cuando no tenía ganas.

Me escuchó cuando nadie más lo hacía.

Me abrazó cuando me rompí por dentro.

Y sin que lo supiera, me enseñó lo que era tener una hermana, aunque todavía no sabíamos que la sangre nos unía.

Recordé con claridad la noche en que me lo confesó.

Sus ojos húmedos, la voz temblorosa que tanto odiaba escuchar porque significaba que había dolor detrás.

“Daniela… tú y yo somos hermanas.”

Y yo, en lugar de gritar o enojarme, empecé a reír.

A reír llorando, porque la vida tiene un sentido del humor tan retorcido que ni Shakespeare lo hubiera escrito mejor.

Rodé sobre el sofá hasta quedar boca abajo, abrazando una almohada como si fuera mi salvavidas.

Pensé en Lina, en su luna de miel en una isla privada con Luzbel —Ese hombre al que yo nunca me cansaré de decir que no merece a mi hermana— y en mi pequeño sobrino, ese bebé hermoso que apenas tenía meses y ya me había robado el corazón.

Me dolía aceptarlo, pero Lina había logrado lo que yo nunca: vencer sus miedos, dejar atrás su dolor y empezar de nuevo.

Y yo… bueno, yo seguía aquí, en el sofá, peleando con canciones cursis y con mi propio corazón.

Y entonces pensé en él.

En Alexander Meg.

El problema con Alexander es que… bueno, es Alexander.

Ese tipo de hombre que no se olvida aunque quieras arrancarlo de tu mente con bisturí.

Misterioso.

Guapo hasta el pecado.

Con esa mirada que parecía arrancarte capas de piel hasta dejarte desnuda por dentro.

Y tan mafioso, tan peligroso, que a veces me preguntaba si debajo de sus trajes de diseñador llevaba un arma escondida… o un poema a medio escribir.

Desde que lo conocí, supe que era un problema.

Un peligro con nombre y apellido.

El tipo de hombre que te atrae, te envuelve… y luego te rompe en pedazos.

Y yo no quería romperme otra vez.

Ya tenía suficientes cicatrices.

Así que me alejé.

Le dije que no lo quería cerca.

Que no lo necesitaba.

Que no me interesaba.

Y tal vez una parte de mí lo creyó de verdad.

Pero otra… otra maldita parte lo recordaba todo.

La tensión en sus mandíbulas cuando alguien me miraba de más.

La forma en que buscaba mis ojos cuando Lina no estaba cerca.

El modo en que me cuidaba desde lejos, como si no quisiera que lo notara…

Pero yo lo notaba.

Siempre lo hice.

Quizás por eso me alejé.

Porque Alexander Meg dolía.

Porque yo soy luz y él… sombras.

Porque yo soy risa y él… silencio.

Porque yo merezco algo mejor.

¿O no?

Fruncí los labios, sintiéndome ridícula por pensar en él otra vez.

Me di una palmada en la frente y susurré:

—Tonta. Supéralo, Ling.

Justo cuando iba a cambiar de canción, mi celular vibró en la mesa.

Lo tomé sin muchas ganas, pero al ver el nombre en la pantalla, una sonrisa automática se dibujó en mis labios.

Lina.

Abrí el mensaje.

**MSJ de Lina :**“Bebé, ya falta solo una semana para volver. Te extraño como loca. Y sí, Luzbel no me dejó tener despedida de soltera, pero apenas llegue, tú y yo tendremos una noche de chicas sí o sí. Prepárate.”

Solté una carcajada solitaria, de esas que te hacen sentir idiota pero también te calientan el pecho.

Extrañaba su presencia, su voz, a mi sobrino, nuestras rutinas de sarcasmos y confidencias.

Pensé en Luzbel y rodé los ojos.

No es que lo odie —aunque ganas no me faltan—, pero sigo convencida de que no está a su altura.

Aunque, para ser justos, nadie lo está. Lina es demasiado para cualquiera.

Cerré los ojos un momento, dejando que la canción de fondo me envolviera.

“Y aunque me duela, tengo que decir adiós…”

Me quedé callada, con la voz de Julieta resonando en mi cabeza.

—¿Adiós a qué, Dani? —me pregunté en voz baja.

¿Adiós a mi antigua vida?

¿A mis miedos?

¿A las paredes que me construí para no dejar entrar a nadie?

¿O… adiós a Alexander?

No lo sabía.

Lo único que tenía claro era que esa semana iba a parecer eterna.

Porque, aunque no me atreviera a admitirlo en voz alta, la verdad era simple:

No solo extrañaba a mi hermana.

También lo extrañaba a él.

A ese hombre que era cicatriz y tormenta, y que llevaba nombre y apellido tatuado en mi memoria: Alexander Meg.

Y si el destino es tan cruel como creo, tarde o temprano, volverá a ponerlo frente a mí.

Y cuando eso pase… ni el cielo nublado ni las canciones tristes podrán salvarme de lo inevitable.

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Stella Romero
linda muy misteriosa
Stella Romero
esta novela es maravillosa tiene todo hasta el menú de comernos las uñas de hacer un río de lagrimas😭😭😭
Stella Romero
ayyy que miedo verraco miedo senti g/Sob//Sob//Sob//Sob//Sob//Sob//Sob/
Stella Romero
no no muera porque aca terminó de leer
Stella Romero
vaya que aburrida pensar en lo que le dijo amara y no estar pendiente de la misión....
Stella Romero
el cómplice de Emiliano será el padre de Alexander?
Stella Romero
porque no decirle la verdad que vio a Emiliano
Stella Romero
curvas del destino es linda ahora voy por la segunda temporada fuego en la tormenta
America Blancas: Espero que te guste hermosa❤️
total 1 replies
Romy Sinner
espectacular
Romy Sinner
súper atrapante la novela! te felicito y espero ansiosamente más capitulos
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