En esta vida parece que el mundo te protege, pero... eres la única que no sabe lo que pasó en la vida anterior, podrás perdonar o será muy tarde para hacerlo.
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Cap. 2 El Dragón se acerca.
Un joven de 17 años entró a la habitación, su nombre es Jonier, veía al joven castaño y al rey regente de los fénix discutir y decidió calmar las aguas.
—Tío querido, no te exaltes, tú eres un padre para mí, solo cálmate, haré entrar en razón a est…, este mocoso, ahora ve a ver las comitivas, no queremos que el Juez de almas se sienta nervioso —dijo el joven castaño mientras empuja al Serafín de forma amigable y un poco juguetona.
—Dile que deje de dar problemas, de verdad estoy preocupado —dijo el hombre mientras se retiraba.
El castaño miró al jovencito que tenía el ceño fruncido al tope.
—Yled, deja de causar problemas, solo cuídate de ese Rey Dragón y del Juez de almas, en especial del Rey Dragón, creo que es un poco pervertido, podrías tener problemas —dijo entre risas mientras se iba.
Yled, por otro lado, parpadeo varias veces, “pervertido”, sin embargo, descartó eso, dicen que ese hombre es un mujeriego y, ya que él es un hombre, nada podría pasar, sin embargo, una duda se instaló en su corazón.
El Juez de almas llamó a una reunión, Elián, el rey Dragón fue y también se llevó al joven asistente que había comprometido para hacer este tipo de cosas, aunque al Juez de almas no le gustaba para nada el famoso rey dragón, ya que lo consideraba un hereje, lo ponía tranquilo que tenga asistentes masculinos, al menos en su presencia no haría actos en contra de la moral.
Elian, pasa papeles y pide que a su nuevo asistente le sirva el vino, pero, por otro lado, Yled se arrepiente de no tener veneno, habría podido envenenar a ese tipo, que se sienta mal, que, si no se muere que vomite todo, pero amarga sería lo que sabría después y se arrepentiría de no envenenarlo ese día.
—Pichoncito, escribe esto en limpio y llévame algo de comer a mi habitación, además instruye que preparen mi baño —dijo el Dragón mientras el jovencito chirría los dientes, ese tipo es insoportable.
Refunfuñaba mientras hacía sus deberes.
—Pichoncito?, ¿Cómo se atreve a llamarme así?, vengo de una línea pura de Fénix y me llama así de despectivo, ese maldito Dragón, ya verá —murmura mientras lleva la comida al dormitorio del hombre.
Cuando entró a la habitación, había dos mujeres que estaban casi desnudas, sin embargo, se veía al rey Dragón que las miraba con fastidio, en cuanto lo vio, solo dio la orden de forma perezosa y desinteresada.
—Pichoncito, saca a estas mujeres de aquí, y dile a mi capitán que encuentre a la persona que las dejó entrar y que la mate, no quiero este tipo de situaciones —dijo el hombre mientras el jovencito estaba rojo como un tomate, y no por las mujeres, el Rey Dragón estaba casi desnudo, se estaba preparando para su baño cuando ellas entraron para seducirlo.
Yled estaba tan avergonzado que solo llamó a dos guardias que sacaron a las mujeres de inmediato, ambas pedían al Dragón clemencia, pero el hombre ni las miraba, ya que se enfoca en el sonrojado niño que estaba en la puerta.
Una sonrisa burlona salió de sus labios, estaba muy divertido por la situación.
—Pichoncito, ven, ayúdame a bañarme, tengo ganas de relajarme un momento en la bañera —dijo mientras se dirigía al cuarto de baño, donde hay una tina con agua caliente.
Yled se quedó petrificado, no podía creer que esto estaba pasando, estaba tan avergonzado, pero no le quedaba de otra, era eso o que ese hombre descarado le ponga las cosas difíciles al rey fénix regente, Serafín saldría muy perjudicado.
Cuando entró casi le sangran las mejillas, ahí estaba el hombre alto y fuerte, completamente desnudo, sus ojos azules en forma de gato lo hacían ver sensual, pero el jovencito bajó la cabeza sin saber para dónde mirar.
—¿Qué pasa pichoncito, nunca viste a otro hombre desnudo?, ven, talla mi espalda y llena de agua de vez en cuando, quiero relajarme un rato —dijo mientras el asistente entra y mira para todo lado menos hacia el rey, además, ese hombre debería tener algo malo ahí abajo, eso se veía como otra pierna.
Cuando el joven tallaba su espalda, el rubio tomó sus manos mirándolas y acariciando suavemente, tenía mucho cuidado con su tacto.
—Tus manos son pequeñas y suaves, parece que no blandiste nunca una espada, tendré que enseñarte, ahora pon esas pequeñas manitas en mis hombros y masajea —dijo tranquilo mientras que el jovencito está terriblemente avergonzado y ofendido, se cuestionaba si las palabras de Jonier eran verdad, si ese tipo era un degenerado que le gustaban incluso los hombres.
Después de masajear por mucho tiempo, y las manos acalambradas de Yled, el Rey se paró de repente y pidió su bata, así como su ropa de dormir, a estas alturas el niño estaba exhausto, eso de ser asistente era cansador y más aún con la tensión que le provocaba ese hombre, quería asesinarlo por ser así de descarado y exigente.
Cuando el jovencito estaba por salir, sintió que unos brazos fuertes lo abrazaron por detrás, sintió como olían su cuello, los labios del hombre rozaron su piel haciendo que se erice entero.
Yled saltó y salió corriendo, estaba en pánico, solo quería huir.
Llegó a su habitación y con un gran calor, tenía algo de agua fría en su cuarto de baño, se quitó la ropa revelando una delgada cintura, quitó una coraza ligera que le daba una apariencia más rectangular y los vendajes de su pecho descubriendo unos lindos senos, y abajo unas caderas torneadas, obviamente el relleno de la entrepierna se fue con el pantalón, una esbelta figura de una jovencita de 17 años se vislumbra, se quitó un peluquín que le daba apariencia de pelo corto, su largo cabello castaño cayó en su fina espalda, en ese momento resaltan sus rasgos femeninos a simple vista.
Cuando ella estaba por ingresar a la bañera…
—Yo tenía razón, eres en realidad una linda pichoncita de Fénix—la voz gruesa y sensual del rey Dragón se escuchó en la puerta haciendo que Dely Anahary Valerian se quede petrificada.
El término Anahary se usaba para los que llevan sangre pura, y los gemelos fénix Dely Valerian y Jonier Valerian eran de sangre pura, por lo que el término Anahary se usaba con ellos, obviamente los Dragones llevaban este título también, ya que eran de sangre pura y no podían tener hijos con otros clanes, odian ese apelativo, ya que sienten que solo los clanes impuros deben aclarar que son de sangre pura, mientras que el clan Dragón, ellos eran puros y listo, aunque eso les cueste el exterminio de su estirpe