Juan Pablo Torres y Charlotte del Rio se conocen en la empresa de Arsenio del Rio, magnate más poderoso del país y padre de Charlotte, ella caprichosa y altiva, Juan Pablo hombre humilde y constante en sus metas, quien comienza trabajando como vigilante en las empresas del Rio y poco a poco va escalando posición hasta convertirse en el Ceo de la empresa.
ambos tienen que superar muchas pruebas y trabajar el uno por el otro, después que el odio los une y los lleva a creer que el amor duele, les demuestra que las almas que nacen para estar juntas nunca serán separadas
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Niña Mimada cap 1
El Lamborghini color rosa se estacionó a las afueras de aquel edificio lujoso, ubicado en la zona más cara de la ciudad, una de las puertas se abrió, cómo si de una nave espacial se tratara.
La puntiaguda zapatilla fue la primera en asomarse, luego la otra, levantándose sobre ellas una mujer rubia de contextura delgada, cabellos dorados que jugueteaban con el viento, con su mano delicada levantó los anteojos negros dejando al descubierto aquellos ojos grises que dominaban y paralizaban con tan solo una mirada, mujer estilizada que a pesar de aquella belleza hacia temblar a todos los empleados de su padre Arsenio del Río, hombre poderoso y dueño de casi medio país.
Un hombre mayor que portaba el uniforme de la empresa le dió la bienvenida se acercó a aquella chica de apenas veinte años
-buenos días señorita Charlotte!- está ni lo miró, solo le entregó las llaves del auto y caminó altiva hacia adentro del edificio, a su paso todos la saludaban y hasta daba la impresión que iba pasando una reina porque al verla todos iban apartándose, mientras ella sin decir una palabra mantenía la mirada ergida.
El único que no se inmutó al verla fue Juan Pablo Torres, un hombre robusto de tez dorada y cara cuadrada, cabellos indios color negros. Juan Pablo tenía treinta y cuatro años, era su primera semana como vigilante en aquella empresa, al ver cómo se alborotó el lugar con la llegada de la joven, levantó la cabeza para descubrir lo que pasaba, al ver a la rubia como todos la adulaban, inmediatamente supo que está mujer no era más que otra chiquilla, consentida que pensaba que todos estaban por debajo de ella, así que trató de ignorarla.
El solo trataba de mantener su trabajo al día y no distraerse con tonterías, su vida tenía cosas más importantes según el en las que pensar, bajo la mirada indiferente hacia los papeles que revisaba con cuidado, tratando de concentrarse para entregárselos al supervisor encargado quien le había pedido que los entregara antes de terminar la jornada laboral
Pero Charlotte al pasar por su lado se fijó en la indiferencia de este no podía soportar que alguien la ignora, menos un empleado de su padre, dejó caer a propósito la pequeña cartera, Cartier, justamente a los pies de el para verlo humillarse cómo los demás, pero muy al contrario a lo que ella creyó el continúo llenando algunos reportes como si no le importara aquella mujer, ella molesta le gritó, todos al rededor quedaron inmóvil ante aquellas palabras
-recoge mi bolso! Acaso no ves que se me cayó?- el hombre continuo con lo suyo ignorándola por completo, ella al verse frente este hombre que la ignoraba se llenó de ira y trató de bofetearlo por la ofensa, pero antes que ella tocara su mejilla el le tomó la mano, la bajó con delicadeza, luego sin decir nada recogió la pequeña cartera y la colocó en la mano de porcelana de aquella muchacha, esta sintio su corazón latir con fuerza pero estaba tan molesta y ofendida que decidió marcharse sin decir nada.