Secreto Milagroso

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Sus pasos eran muy ligeros, una dulce sonrisa adornaba continuamente sus labios.

Hoy era el día que marcaba los 3 años de relación con su amado.

Ella era Alena Axelia Manuelo, planeaba volver a su apartamento para prepararse y encontrarse con su amado.

Desafortunadamente, al llegar a su apartamento, descubrió a su amado y a su mejor amiga besándose.

Se quedó de pie mirando fijamente a ambos que en ese momento estaban en el sofá.

La mujer estaba sentada sobre el vientre del hombre mientras subía y bajaba su cuerpo.

"¡Juan! ¡Meilan! Son unos desalmados..." Las dos figuras que se besaban se congelaron en su lugar.

Meilan, el nombre de la chica que estaba sentada sobre el vientre de Juan, miró a Alena con cinismo.

Al principio se sorprendió al escuchar la voz de Alena, pero rápidamente se calmó.

Juan, que era el amado de Alena, no le importó ser sorprendido y eligió continuar su actividad vil con Meilan.

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Las lágrimas de Alena finalmente cayeron, le dolía el corazón al encontrar la traición de las dos personas en las que más confiaba.

"Alena, eres solo una chica tonta fácil de manipular. ¿Sabes? Juan y yo nos amamos desde hace mucho tiempo y tú eres solo un obstáculo para nosotros".

"Lo que dice Meilan es la verdad. Eres solo una chica idiota que se cree la mujer más hermosa, en realidad ya estoy muy harto de solo verte".

Alena se agarró el pecho, le dolía mucho el corazón. Aunque derramaba lágrimas, todavía se obligó a sonreír.

"Así que, ¿así soy a sus ojos, hmmp?" Alena sonrió con amargura y continuó hablando.

"Si realmente soy solo un obstáculo para su relación, me retiraré y los dejaré unirse. Una P*ta y un B*stardo son una pareja perfecta". Después de desahogar su frustración, Alena inmediatamente se fue de su apartamento.

Sus pasos eran vacilantes, sus ojos hinchados e inflamados. Alena en ese momento era como un muerto viviente, siguió caminando hasta que llegó a un parque.

Se detuvo y se sentó en uno de los bancos del parque, eligiendo llorar para liberar todo su dolor, esperando que después de llorar, pudiera olvidarlo todo.

Alena lloró durante bastante tiempo, hasta que su teléfono sonó y la despertó.

Miró su teléfono, en la pantalla del teléfono aparecía el nombre de la persona que llamaba. Alena se secó las lágrimas y trató de sonreír. Se dio cuenta de que todavía tenía una familia que siempre la apoyaba.

"Hola mamá."

"¡Hola Alena! A partir de ahora, ya no eres parte de la familia Manuelo. No necesitas llamarme así. La familia Manuelo te crió solo para ser nuestro amuleto de la suerte, como has cumplido 20 años, ya no te necesitamos. A partir de ahora no es necesario volver a la familia Manuelo, ya he transferido algo de dinero para tus necesidades futuras".

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Alena volvió a apretarse el pecho, se sintió destrozada. La familia que esperaba que fuera su lugar para desahogarse, en cambio, roció agua salada sobre la herida que ya estaba abierta.

Alena no pudo contener su tristeza y comenzó a llorar fuerte, para eliminar su dolor.

Traicionada por su amado y su mejor amiga, abandonada por la familia que la crió.

Finalmente supo que no era de la sangre de la familia Manuelo y solo un amuleto para esa familia.

Alena, que era como un muerto viviente, actualmente no tenía ninguna esperanza.

Se levantó de su asiento y se alejó del parque. Sus pies la llevaron sin saber a dónde.

El dolor que sentía destrozó todo el espíritu de vida que tenía.

Sraaaassshh

Con Alena triste, la lluvia también cayó como si estuviera de luto por Alena.

Alena se paró bajo la lluvia y miró el cielo ennegrecido.

"Dios, no quiero quejarme del destino que has escrito para mí. Nacer sin saber quiénes son mis padres, experimentar la traición e incluso el destierro de la familia que recién ahora sé que solo es una familia adoptiva que solo me usa. No quiero quejarme ni culparte, porque también me has dado felicidad aunque solo sea temporalmente. Sin embargo, actualmente estoy muy indefensa. No pido nada, pero espero que después de hoy, pueda tener mi sonrisa de nuevo y que todavía estés de mi lado".

Las lágrimas de Alena que seguían saliendo ya no se veían, porque se habían mezclado con el agua de lluvia.

Alena se quedó de pie con la mirada vacía bajo la lluvia. Ya no era consciente de su entorno.

Hasta que el grito de alguien persiguiendo a un ladrón entró en sus oídos.

Alena dirigió su mirada al ladrón que corría hacia ella con una daga. Detrás del ladrón, la policía y algunos ciudadanos lo perseguían.

Alena apenas iba a esquivar, pero la daga ya se había clavado en su corazón.

Alena volvió a mirar fijamente y cayó bañada en sangre. Antes de que su conciencia fuera tragada por la oscuridad, todavía podía ver a un joven apuesto que presenciaba su condición con desesperación.

Alena no sabía quién era ese joven, eligió cerrar los ojos y orar una vez más.

"Dios, si este es realmente el final! Estaré encantada de aceptar el destino que has escrito para mí. Sin embargo, por una sola vez, ¿podrías darme una segunda oportunidad para cambiarlo todo? Te lo ruego".

Con su última petición, la conciencia de Alena fue completamente tragada por la oscuridad.

Alena nunca supo hasta que la muerte la alcanzó. El joven apuesto que actualmente abrazaba el cuerpo de Alena que ya no respiraba, estaba llorando.

"Chica tonta, lo siento porque llegué tarde para salvarte". el joven parecía desesperado y siguió abrazando el cuerpo de Alena que ya no respiraba.

Todo su cuerpo temblaba al abrazar el cuerpo de Alena, hasta que se dio cuenta de que podía repetir el pasado.

Sin embargo, el ritual que iba a realizar también le arrebataría la vida como pago para que Alena pudiera volver a vivir.

Cargó el cuerpo de Alena y la metió en su coche, y ordenó al conductor que condujera de vuelta a su residencia.

Una vez que llegó, el joven llevó inmediatamente a Alena a su habitación. Con esmero limpió el cuerpo de Alena.

Al ver que el cuerpo de Alena estaba limpio, se levantó y cerró la puerta de su habitación con llave.

Se sentó al lado del cuerpo de Alena que yacía y se había enfriado.

"No me importa sacrificar mi vida, siempre y cuando puedas vivir y volver al pasado".

Se mordió el pulgar hasta sangrar y se lo untó en la frente de Alena. Después de eso, comenzó a recitar un mantra que nadie podía entender.

Lentamente una luz apareció en la frente de Alena, donde el joven que salvó a Alena untó su sangre.

Al mismo tiempo, el joven también exhaló su último aliento con una sonrisa en sus labios.

Una sonrisa que nunca había mostrado a nadie más que a Alena que lo había salvado cuando tenía 12 años.

Antes de exhalar su último aliento, el joven se había puesto en contacto con sus padres sobre su decisión. Aunque sus padres se negaron, él insistió por la chica que amaba.

Por la chica que le robó el corazón, no le importó entregar su vida. Estaba satisfecho, siempre y cuando su amada pudiera cambiar su vida.

...