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Mis padres se marcharon ,dejándome a mi suerte.-suspiro y me siento al borde de la cama.

Fue el peor día de mi vida.... primero mis padres me vendieron y después me dejaron plantada en el altar, mientras que me encuentro en una habitación oscura con un vestido sola y llorando.

Al darme cuenta veo que ya anochecio rápidamente.

Escucho que alguien toca la puerta, rápidamente limpio mis lágrimas y me pongo de pié.

-Señorita Xiao soy yo el mayordomo Albert .

-Le traje la cena.

-Esta bien ,se lo agradezco señor Albert .-trató de sonreír.

-De nada señorita Xiao. Lo hago con mucho gusto.

-Descanse bien señorita.-dice Alberth mientras se retira se retira de la habitación.

Después de todo no puedo dejar de comer, así que cenare.

Después de haber ya cenado, me siento somnolienta, despierto al escuchar unos pasos,tengo mucho miedo, siento cómo se acerca cada vez más.

(Bang) se abre la puerta bruscamente.

¡¿No puede ser alguien abrió la puerta?!.

Me quedó observandolo, no puedo moverme por la sensación que este produce mi cuerpo no responde.

Aunque la habitación está oscura puedo verlo, ¿Pero? no se ajusta a lo que mi madre describió, era joven y alto.

Sin embargo no puedo ver claramente su rostro, me observa, con una voz burlona y fría.

-¡Oh vaya! así que tu eres la famosa novia.

-Al final mi conseguiste lo que querías.

-No esperes que te ame .

-No eres más que una bastarda con la que mi padre me obligó a casarme.

Quede fría al escuchar sus palabras No podía moverme ni hablar.

Pues sentí su aura intimidante.

-Ya que quieres ser mi esposa te daré el gusto.

-No esperes que sea amable contigo.

El me agarra con fuerza y me lanza sobre la cama, lo único que puedo decir.

-S... Sr lu por favor no me haga daño, sé lo suplico.-digo con una voz temblorosa.

El responde con un tono agresivo.

-Tratas de ser pura e inocente frente a mi, no esperes que lo crea.

-Además, ¿no es esto lo que quieres?.

-Hum duele.

- Ah duele mucho, por favor no señor lu.

Mis palabras no sirven de nada ante el.

[siguiente día]

Despiertó pero el hombre con el que estuve anoche no se encontra.

-Todo mi cuerpo, siento dolor, me duele bastante.

-No puedo levantarme.

Era mi primera vez, aún así no fue con el hombre al que amaba, no me sirve de nada llorar.

Tengo que tomar anticonceptivos, no puedo traer a un niño a este mundo, aún peor a que sufra conmigo.

Me las tomo rápido y vuelvo a guardarlas. De repente golpean a la puerta.

¿Me pregunto quien puede ser a esta hora?.-me pregunto curiosa mientras me dirijo hacia la puerta.

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