Todo lo que resto del día después del encuentro en el cuarto de las escobas no pude alejar mis pensamientos de esos momentos, no recordaba nada de las horas siguientes a ese encuentro, ni del porque mis papás me sentaron al comedor, supongo que para fungir como mediador entre ellos. Era el cuento de nunca acabar, así que creo que salí airosa como que realmente les estaba poniendo atención con las respuestas de siempre ósea mi mamá tiene razón y mi papá no.
Pero dejando eso de lado (de lo cual no recordaba mucho) y siendo honesta conmigo deseaba tener un nuevo encuentro con él.
Esa misma noche soñé con Ramiro, todo empezó muy bien, llegue a la escuela me saludo y le respondí agradable me acompaño a mis clases y de ahí el sueño cambio de escenario, estoy en educación física y uno de mis compañeros me empieza a molestar por el largo del short (que al contrario de la falda me quedaba sumamente corto) y por qué se me entallaba mucho en las nalgas y cadera, íbamos trotando en eso me arrebasa no sin antes propinarme una nalgada. Lo correteo hasta que logro alcanzarlo y al momento en que casi lo golpeo me besa lo empujo, pero para mi sorpresa él tiene más fuerza que yo, aunque su complexión es algo escuálida. Pareciera que el profesor no ve nada y eso que estamos a escasos 6mts de él, me desespero me espanto, está bien que raramente negaba un beso, pero en ningún momento me sentía forzada, por lo mismo con ese beso me entro desesperación no me lo podía quitar de encima y sus manos se empezaban a aventurar por mis caderas, fue entonces que alguien me lo quita y comienzo a llorar de miedo, creó.
Volteo a ver la situación y veo a Ramiro golpeando a Hugo, este último semi inconsciente, por esta causa me espanto más y corro a quitar de encima a Ramiro, no por proteger a Hugo al contrario por protegerlo a él. Pero no lo entiende se zafa de mi agarre pierdo el equilibrio y me caigo.
¿Por qué Esperanza, porque lo proteges? ¿En verdad te gusta que te traten así? –me levanta y me besa, me muerde y me sangra el labio lo empujo, logro interrumpir el beso, pero me toma de la coleta y se pega a mi completamente, no sé si espantarme o excitarme, pero siento mucho calor- porque me rechazas? ¿Porque no lo rechazas a él? ¿Porque no los rechazas a ellos? - me dice con los dientes apretados y vuelve a besarme, con su otra mano aprieta mi cintura y me encaja los dedos, eso duele y mucho.
Lágrimas de miedo o coraje escapan de mis ojos y resbalan hacia nuestros labios unidos, en ese momento Ramiro por cuenta propia interrumpe el beso, pero hubiese deseado que no fuera así, veo unos ojos que casi siempre eran verdes aguamarina en este momento lucían casi negros repletos de críticas y asco, no me suelta solo no me besa y las palabras que deja salir en ese momento de su boca me lastiman más que su agarre.
Ya veo, sí que eres fácil. -me suelta se da la vuelta y se va.
Despierto sobresaltada y sudorosa, ¿que había sido ese sueño? ¿Posiblemente el miedo de mi subconsciente, pero porque ahora y por qué aparece él? Nunca me había importado lo que hablaran o pensaran de mí, pero el que me viera de aquella forma me causaba escalofríos, aquellas palabras aun creadas por mis sueños me dolían. Mi conclusión llego de sopetón tenía que mantenerme muy alejada de él, puesto que ahorita con nuestro poco trato ya causaba estos perturbantes y dolorosos sueños.
Yo podía soportar mucho y ya me lo había demostrado, pero este chico y ese sueño me confirmaban que relacionarme con él me podía destruir. Eso basto para reaccionar y dejar de soñar despierta tenía que alejarme y pronto de Ramiro. Con esa determinación comencé mi día.
Mi mañana paso sin más percances, un regaño más un regaño menos. Aunque puse todo de mi parte para alejar aquel sueño-pesadilla de mi cabeza no tuve mucho éxito en el proceso, no sé por qué, pero entre más creía estar determinada a alejarme de Ramiro más anhelaba verlo, escucharlo y hablar con él, pero estaba súper segura que si hacia eso le daría una razón para ya no dar marcha atrás y lo debía evitar a toda costa.
Llegue a la escuela con tiempo de sobra bastante para ser precisa, ya que a causa de lo distraída que estaba ahora si concentre toda mi atención en mi quehacer y no me hice pato viendo la tele ya que ni atención le prestaba.
Fui a la tiendita de siempre y me compré por primera vez un segundo cigarro en la misma semana, estaba muy estresa. Cuando estaba por la mitad del cigarro lo vi acercarse, quise salir corriendo pero tampoco quería ser tan obvia, así que disimuladamente empecé a caminar aparentando estar distraída pero prestando toda mi atención a Ramiro que cada vez estaba más cerca, me emparejo y me arrebato el cigarro para después tirarlo, esa acción hizo que me sorprendiera por unos segundos y después me puso a hervir de coraje, quien creía que era para tirar mi cigarro que aclaremos no había cumplido su cometido, (relajarme), así que explote.
Quien fregados te crees tú para tirar mi cigarro -le dije casi a voz de grito.
Haber relájate, punto número uno, eso a la larga te va a matar y número dos, estas casi a la vista de los prefectos de la puerta. ¿Qué quieres que te suspendan? ¿O que le llamen a tú mamá? Estoy seguro de que ella no sabe que su niña de 12 años fuma, o si? - ok reconozcamos que tener razón pero…
Y eso a ti que te importa, al final de cuentas la que a la larga se va a morir seré yo, a la que van a suspender o a regañar sus padres será a mí. Así que por favor déjame en paz - me obligue a decir y lo empuje a un lado para seguí caminando hacia la escuela.
Creo que hoy vienes de malas, pero de ante mano te aviso no me echare para atrás, deseo conocerte tratarte y lo voy a lograr así te acoraces en ti misma. No sé a qué le tienes miedo, pero lo voy a descubrir y te aseguro que más tarde que temprano lo lograre. - con esto dicho hecho a correr hacia la puerta.
En verdad de la buena tenía que mantenerme alejada de él, cruzar unas cuantas palabras con Ramiro podían hacerme sentir feliz y más si esas palabras eran de preocupación, parecía que le importaba. Pero era muy pronto para que así fuera.
En la primera clase me asalto Pamela, Nayeli y Karen, chicas con las que ocasionalmente hablaba pero que en general eran buena onda.
Hola Bustamante-dijeron las tres al unísono, algo no estaba bien que otros rumores habían escuchado. Creo que andaba muy a la defensiva ya que las palabras que pronuncio posteriormente Karen me desconcertaron un poco.
Este… bueno parece que no le hablas a nadie en el salón a excepción de algunos chavos y pues no pareces mala persona, no te gustaría llevarte bien con nosotras malas no somos. ¿Qué dices? A si sirve que si nos dejan trabajos en equipo los hacemos nosotras 4.
La verdad siempre le he huido a hacer muchas amistades y mucho apego a otras personas, ya que de por si en mi familia me causaban bastante dolor no había estado dispuesta a permitir que nadie más me causara ese tipo de malestar. Las únicas chavas que hasta el momento habían logrado meterse un poquito en mi vida eran Nikky e Issa, a las cuales solo trataba en receso y en mis horas de taller.
Pero siendo honesta. Ya me había cansado de siempre estar sola en el salón, de ensimismarme en mis pensamientos o de entretenerme besuqueando uno que otro de mis juguetitos. No sé si estas tres chicas se traían algo más entre manos, pero les daría una oportunidad. Eso sí, con cautela.
Es muy repentino, no entiendo bien el por qué me hablen hasta hoy. Pero está bien lo intentare, nada más discúlpenme de antemano si llego a ser muy seca, es normal en mí. Ah y también me disculpo porque siempre me he llevado con puro niño así que también puedo llegar a ser muy brusca, ¿ok?
“Ok”-contestaron al parejo, con una sonrisa que parecía genuina.
Esperanza por favor deja de dudar de todo y de todos, me reprendí.
Pasaron las dos primeras horas sin mayor percance y me sorprendí poniendo mucha atención a la segunda, cabe aclarar que es de mis clases favoritas “matemáticas”.
Pero llego la hora que me temía, educación física no sé porque pero varios de mis sueños se cumplían y el que me despertó ese día era uno de los que menos quería que se cumplieran. En el salón me cambié y salí al patio en compañía de mis tres nueva “amigas”.
Entre si eran peras o manzanas me mantuve trotando lo más alejada del odioso de Hugo. Se me emparejaron las chicas y empezaron a hablarme de algunas banalidades y algunas cosas de las materias que llevábamos.
Se las robo un segundo- dijo Diego uno de mis compañeros de besuqueo.
Mmm, si - contesto Naye y Pame.
Diego me jalo a la orilla del patio y me arrincono, acto seguido me beso.
¿Hola, señorita como esta hoy? - su voz en modo caballero me hizo reír.
Muy bien joven señor ¿en qué le puedo ayudar?
En mucho, últimamente me ha tenido muy abandonado señorita, y cabe mencionar que hoy se ve muy bien, jajaja- le gano la risa- ya enserio Espi (mote juguetón que él había empleado desde que empezamos con los besuqueos), me has tenido muy olvidado extraño esos labios que besan tan bien, y es enserio lo de que te vez muy bien hoy, bueno y siempre que traes esos shorts, oye una pregunta.
Dime.
¿Porque tu mamá es tan rara, te hace usar una falda súper larga y unos shorts que son todo lo contrario?
¿Quieres que te sea honesta?
Si -respondió rápidamente
No tengo ni la más remota idea, solo sé que me siento muy incómoda con los shorts. Por otro lado no sé por qué me extrañas, que tú novia besa mal?-le pregunte y me eche a reír.
Que graciosa- dijo y me volvió a besar-enserio que ya te extrañaba no me dejes tanto de lado.
¿Está bien, pero, no te da miedo que tu novia se entere?
No, aparte aquí nadie nos ve -fue su respuesta y me dio otro beso que esta vez duro más, para este momento sus manos ya habían empezado a aventurarse por mi cintura y a bajar a mis caderas cuando una voz que me resultaba muy familia lo interrumpió todo.
Pues no creo que eso sea verdad, es eso o yo me llamo Nadie. -era Ramiro y a juzgar por su tono en la voz no estaba muy divertido con nuestra puesta en escena- hola, Esperanza como te va? Bueno para que pregunto eso, puedo ver que muy bien -no pude ni responder cuando el dio la vuelta y comenzó a caminar.
¿Espera, a dónde vas? ¿Conoces al presumido aquel? - me cuestiono Diego sosteniéndome del brazo, no supe que responder me quede muda en el momento en que Ramiro paso junto a un bote de basura y tiro su cuadernillo de dibujo.
Que había hecho, está bien es lo que quería, ¿no? Mantenerme alejada de aquel chico que me podía destruir, pero porque ahorita dolía. Me zafé de Diego y corrí hacia el bote en el que había tirado el cuadernillo, para mi mala suerte los acababan de vaciar y para lograr sacar el cuadernillo me tenía que meter en ese bote. Pues ni modo, pensé, los dibujos son demasiado buenos como para que se vayan a la basura así.
Con esa determinación en mente y cuidándome de que nadie me viera, me metí en el bote y fue fácil, el problema surgió cuando quise salir, nada mas no podía. Pasaban los segundos y más desesperada me sentía (porque demonios nadie pasaba por ahí) pensé, ósea Diego tenía toda la razón, pero ahora la pregunta que pasaba por mi cabeza es: porque si nadie pasaba por esos rumbos se tenía que aparecer justamente Ramiro.
Para ese momento ya me había rendido con eso de salir de ahí ilesa (salir antes de que alguien me cachara). Pero por primera vez en el día la suerte estuvo de mi lado y el profesor Fausto paso por ahí.
¿Pero Bustamante que hace en ese bote? -pregunto el profesor y disimuladamente se comenzó a reír.
Bueno pues vera maestra, juagando con mi cuadernillo lo avente y se me fue al bote. -una muy mala mentira.
¿Juguemos a que le creo, pero ahora dígame porque no sale de ahí?
Bueno pues vera prof, entrar al bote me resulto fácil. Pero ahora no puedo salir-confesé muerta de pena.
Haber venga para acá le ayudo -sostuvo el bote y se prestó de soporte en para que me apoyara y así poder salir de ahí.
¿Sabe lo que hubiera pasado si uno de los prefectos la encuentra dentro? Usted y yo sabemos a quién me refiero.
Si maestro, la verdad no fue intencional quedar atrapada en esta situación -fue lo único con lo que me pude defender.
Ahora ándele vuelva a sus clases y ya no se ande metiendo en botes, ¿entendido?
Sip, no se repetirá, gracias - fue lo último que dije antes de echarme a correr de regreso al patio principal.
Tenía que regresarle el cuadernillo a Ramiro y explicarle, es lo que quería, pero por otro lado mi cabeza me reprendía diciéndome que como podría explicar lo que vio y posiblemente todo lo que escucho. Él no me dijo fácil como en mi sueño, pero estaba más que consiente que posiblemente eso es lo que pensaba ya que en ciertos varios momentos yo pensaba lo mismo de mí.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 23 Episodes
Comments
Valentina Olimpo
dios mío que fuerte 😍
2023-03-04
3