Jóvenes ilusos

Si, no hace falta que ni lo pienses, era una locura total, decidimos salir de la ciudad, nos enteramos que unos camiones iban a salir de la ciudad para ir a cortar madera, eran 2 camiones uno para el transporte de la madera y el otro llevaba muchos soldados.

Nuestro gran plan era colarnos en esa expedición, para ello nos dividiríamos, un grupo se escondería en los camiones, y el otro saldríamos por uno de los huecos en la barrera de autos apilados, uno de 3 que solo los de la escuela conocíamos, nunca les habíamos dicho a los adultos porque era nuestro propio secreto, nuestra manera de tener emoción.

La verdad es que todo salió muy mal, los que se iban a colar en los camiones fueron encontrados, y por ello la expedición de cortar árboles se canceló, pero los que salimos por la barrera, no lo sabíamos llegamos al punto de encuentro, sin percances, pero llego el medio día, y no había rastro de nuestros compañeros.

La verdad no sabíamos bien cual era nuestro plan, en nuestra mente creíamos, que la gente de afuera iba a estar muriendo de hambre en sus casas, esperando a que les diéramos alimento y que les diéramos medicinas para el virus, por eso llevábamos medicina y comida escondidas en nuestras mochilas así volveríamos con los soldados y les daríamos evidencia de que a esas personas solo les hacía falta alimento, y que con eso cambiaría el punto de vista de la ciudad sobre compartir nuestros recursos.

Lo sé, algo muy tonto, pero recuerda que teníamos 14 años, y nos sentíamos más listos que nadie, además con las muertes que habíamos visto de más pequeños y el dolor de nuestras familias queríamos de verdad ayudar a esas personas, para que con las medicinas se curaran y de esa manera todo el mundo por fin disfrutara de una vida como la que nosotros habíamos llevado desde hace 5 años.

Pero la realidad es que estábamos en una guerra de ambos lados, pero aún no lo comprendíamos, después de medio día los 7 que estábamos ahí, nos empezamos a preocupar, ya que empezamos a sospechar que a nuestros amigos los habían atrapado, pero decidimos que para ayudarlos lo mejor sería demostrar nuestro punto cuanto antes así que empezamos a caminar para encontrar personas a las cuales darle la comida y darles las medicinas.

Y vaya que las encontramos, después de caminar unos 2 kilómetros a lo lejos vimos un lugar donde había muchas personas en un edificio abandonado, pero en cuanto ellos nos vieron, corrieron hacia nosotros, nosotros, no supimos que hacer, solo los vimos venir y no supimos si ir a su encuentro o si era mejor escapar rápidamente.

Pero ellos nos dieron la elección rápida, uno de ellos saco un arco puso la flecha y nos disparó, le dio a uno de nosotros justo en la frente él se llamaba John, solo lo vimos caer y ya no pensamos en ayudarle o ver si estaba bien solo nos pusimos a correr en dirección a casa mientras ellos nos perseguían con flechas, piedras y tubos en las manos.

No recuerdo haber corrido tanto en mi vida ni tan rápido, cuando llegamos a la puerta, de inmediato los soldados comenzaron a disparar, solo recuerdo que cuando al fin estaba dentro de la ciudad me desmaye de cansancio.

Cuando desperté me enteré, que de los 7 que éramos, solo Adrián, otro joven llamado Albert y yo, llegamos a la ciudad, de los demás, ya no supimos de ellos y a Albert lo habían herido con una flecha, poco después se infectó del Ómicron X y falleció de manera horrible y dolorosa.

Todos en la ciudad estaban conmocionados, unos nos reclamaban por ser unos tontos y otros empezaron a pedir una guerra contra los de afuera, ya no solo defender la ciudad si no ir a buscarlos y matarlos y los familiares de los que murieron nos veían con enojo como si nosotros los hubiéramos matado, y hasta cierto punto yo me sentía así, me preguntaba qué hubiera pasado si no hubiéramos salido si no hubiéramos ido a buscar a las personas de fuera, tenía tantas dudas en mi cabeza que no podía más.

Mi papa me regaño me culpo de las muertes de los 5 fallecidos, y me dijo que a partir de ese momento no podía ser padre de un joven tan estúpido como yo.

Me sentía morir y me preguntaba qué pasaría con mi vida ahora, ¿Merecía seguir viviendo?, llegué a pensar en entrar como militar y vengar a mis compañeros, pero al mismo tiempo me sentía como un inútil y pensaba solo, en que fui el primero en llegar a la ciudad porque fui el que huyo primero y el que corrió más rápido, era el que no se dio cuenta cundo cayeron los demás, de cuando hirieron a Albert, solo pensé en correr.

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