El fracasado y el drogadicto

—Perfecto señor Aroon, en la siguiente sesión traeré los papeles del contrato, y nesecitaremos que estén atentos por cualquier cosa. Les invitaría un trago, pero sé que Alberto no toma, y Aroon tampoco, así que iré yo solo por una copa, si me disculpan.

—Señor ¿en serio presiente que tendremos éxito con esto?— Dijo Aroon con tono de preocupación y rostro serio, mirando a Albertopues sabía que a él también le preocupaba eso.

—No lo presiento señor, lo sé. Hasta donde sabemos de ustedes, sus historias son muy llamativas, ahora, cuando nos cuenten lo que no sabemos será aún mejor.—Dijo Robert con tono de entusiasmo.—Se pueden retirar

Los dos actores salieron a la calle en completo silencio.

—Bueno, ahora seremos compañeros de trabajo, espero que nos llevemos bien.— La estúpida sonrisa. Aroon le puso atención por primera vez. Era atractivo, claro que lo era. Unos ojos azules y pestañas largas. No por nada había sido el galán en películas pasadas

—Aclarame algo, ¿Por qué ahora resulta que es amable y cordial?—Pregunto de forma antipática, con ojos filosos—Hasta donde se, usted era de las personas más frías del cine.

—Hay veces que una persona comienza a ver la vida de otro modo, y por lo general, tiene que suceder algo malo para que eso pase. Además no siempre el cambio de vista es bueno, ¿no es así?

Teo corto rápidamente el contacto visual— Desde ahora llámame Aroon, lo de "señor" me molesta, me hace sentir viejo.

Alberto se tocó el corazón y en gesto de una flecha alcanzando nuevamente sonrió.—No me lo tomaré personal. Pero entonces, Aroon, solo dime James. Será un gusto trabajar contigo.— Decía miéntras se iba retirando.

Aron solo se quedó ahí. Viéndolo alejándose. <> pensó, intrigado.

—¿Quieres venir conmigo?— ofreció Alberto en forma a de broma.

—Berta me va a recoger.— Respondió por inercia. —¿Donde dejaste tu coche?

El otro se rio —voy en metro.

Sonó un claxon —Sube Teo—dijo Bertha desde la camioneta.

Alberto solo se dio la vuelta o continuó caminando.

Aroon cerró la puerta. El ruido de la calle se detuvo. Bertha comenzó a hablar pero las palabras no tenían sentido, pues el joven Lucard no estaba prestando atención.

Veia como se acercaban al hombre a pie. ¿Como una persona a con gran fama podía caminar se así por las calles?

Respiró fuerte y bajó el cristal.

—¡El metro está a tres cuadras!— Gritó por la ventana. —Sube.

Las personas as al rededor tomaron atención. Y los vieron, después de mucho tiempo, los veían.

Cosas como “¿Ese no es..” y “¡en la camioneta, en la camioneta!”

La gente comenzó a acercarse.

Alberto Tri caminó de prisa y subió a la camioneta.

— Desgrciado, Iba a disfrutar tranquilamente de la ciudad. —Cerró la puerta era.

Aroon soltó una carcajada — excusas, podrías haber seguido tu camino ¿quien te lo iba a impedir? Las ¿señoras mayores que veían tus películas?

—Siete años te llevo niño, si soy un anciano, a ti ya te pueden llamar señor.— Ambos rieron.

Bertha lo miró, mientras sonreía. No dijo nada, solo regresó la vista a la calle.

—Podemos...llevarte a tu casa si gustas—hablaba sin pensar Teo.

—No gracias, en la estación de metro estaré bien.

El tiempo en esas tres largas cuadras pasó a como un flash, al llegar Alberto abrió la puerta y bajó del coche.

—En serio gracias

—¿De verdad no quieres que te llevemos a tu casa?— volvió a preguntar Aroon.

—De verdad quiero caminar—dijo —quiero que se me abalancen las señora mayores.

Pero Aroon no solo sonrió.

—De verdad voy bien— Alberto rió— Lucard somos los reyes de las notas amarillistas, imagina los titulares si nos ven juntos. —Elevó las manos como si viera una pancarta.— Después de años desaparecidos, el fracasado y…

—Al drogadicto...—interrumpió Aroon—Nos vemos mañana —Dando señal a Bertha para que arrancara.

El joven Lucard observó por el retrovisor como se alejaban de la estación.

—No debes ponerte así solo por esa frase, el también tiene sus problemas.—dijo Bertha tratando de compadecerlo.

—Al parecer todos se avergüenzan de estar conmigo— respondió frío.— Y al parecer el mundo solo ve eso en mí, no tengo amigos, no nada. Es desesperante.

—Me tienes a mí Teo.

Alberto se le había pasado ya su tren, no paraba de darle vueltas a lo impertinente que había sido.

—¿Por qué nunca pienso lo que digo?— se decía a si mismo.— Tiene problemas, es obvio.

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Comments

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es la mejor novela BL que e leído en la vida

2019-07-12

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