¿Acaso mi fortuna importa?

Salgo después de ellos encontrándome con una situación más que incómoda.

- ¡Que mierda esta pasando aquí! – pongo mi mano en mi pecho al escuchar el grito del precioso cowboy.

Mi amiga intenta separar a dos de los hombres que intentan agarrarse a golpes, rápidamente me acercó a ella dispuesta a separarla no quiero que se lleve ningún golpe.

- No te metas – la agarro de la cintura con fuerza.

Nos sorprendemos las dos cuando uno de ellos saca un arma apuntando al otro en la cabeza, rápidamente el cowboy se mete por miedo sin importarle que el arma puede ser disparada.

- Baja el puto arma ahora mismo – le habla serio con una mirada que en estos momentos da bastante miedo.

- No tiene huevos – salta el otro.

- Tu cállate si no quieres salir mal – se gira el cowboy enfrentándolo.

- Vamos a calmarnos nadie quiere salir herido – me acercó un poco para intentar relajar el ambiente.

- ¡TU CALLATE PERRA! – me encojo en mi sitio y el cowboy me mira de reojo.

Le cogió del cuello fuerte mi amiga tiene intención de pararlo pero la detengo negándola con la cabeza.

- Vuelve a hablar por esa boca y te meto un tiro recuerda que el que manda aquí soy yo – me pongo mis manos en mi boca al ver que el hombre estaba empezando a ponerse morado.

- Tenemos invitadas y no me esta gustando esto nada, más vale que os portéis bien – vuelve a decir le acaba soltándolo al suelo fuerte.

Se acerca a nosotras coloca su mano en mi mejilla que seguro esta colorada y con su pulgar me acaricia.

- Lo siento si as tenido que presenciar una situación así – niego y agachó la cabeza.

- ¡Vamos la fiesta no a acabado! – grita el chico que le gusta mi amiga.

- ¿Estas bien? – me alza tocando mi barbilla, me fijo en esos ojos que tanto me vuelven loca que me derriten, no decimos nada solo nos miramos y me entran las ganas de comerle la boca.

Poco a poco se va acercando peligrosamente a mí cuando nuestros labios se rozan se lo piensa unos segundos si hacerlo o no como si estuviera inseguro, paso mi lengua por mis labios secos sin poder contenerlo sus ojos muestran lujuria y sobre todo pasión.

- Eres preciosa no me cansaré de decírtelo – resoplo me estoy muriendo por dentro con ganas de probar esos labios tan carnosos.

- Eres algo que esta prohibido – esas palabras salen de mi boca sin haberlas pensado.

Se aparta rompiendo la distancia entre nosotros y por un momento me arrepiento de hacer sido tan estúpida y decir esas palabras.

- ¿Cuál es el problema? – frunce el ceño.

- Eres peligrosamente poderoso y peligroso si me meto en tu mundo voy a salir mal nunca me entenderías – me giro porque no me atrevo a mirarle a los ojos de nuevo.

- ¿Acaso mi fortuna importa? – niego, no no quiero ir por hay tengo miedo que se meta tanto en mi que pueda salir mal yo, además de que el tiene enemigos por todas partes.

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