¿Estas segura de esto?

Poneros esto en los ojos – nos tienden unas vendas.

Dudosa me la pongo tapando mis ojos mi amiga igual no se si e echo bien montando en la camioneta, comienza a moverse mi amiga me palpa cuando me encuentra se coloca más a mi lado.

- Ahora estoy cagada – ruedo los ojos aunque no me vea.

- ¿A que ahora no quieres tanta fiesta? – la susurro bajo para que solo lo escuche ella.

No obtuve respuesta de su parte estuvimos quince minutos bien largos dentro de la camioneta cuando nos hicieron bajar ayudándonos para no caernos.

- Bienvenida a mi segunda casa bella – siento sus manos en mi cintura para después quitarme la venda de mis ojos.

- ¡Su puta madre! – escucho la voz de mi amiga a mi lado la miro mal cuando nuestras miradas se cruzan.

Nos dirigimos dentro una banda estaba tocando había un montón de cosas una mesa exclusivamente de comida una fuente camareros repartiendo copas había dulces, siento un cosquilleo en mi nuca cuando le escucho hablar.

- ¿Te gusta lo que han preparado mis hombres? – me doy la vuelta para mirarle y nuestras narices casi se rozan.

- Si esta muy bien han hecho un buen trabajo – no puedo evitar mirarle a los labios.

- ¿Una Copa? – nos interrumpe un camarero con una bandeja, aceptó y cojo una.

- ¿Me aceptarías un baile? – sonrió y bebo casi toda la copa de un trago.

- Claro – nos dirigimos a la pista mi mejor amiga esta con uno de sus hombres el mismo de antes coqueteando al parecer le gustó.

La banda estaba tocando una canción movida creo que era la noche pinta buena comenzamos a movernos al ritmo de la música me deje llevar olvidándome donde estaba y con quien y comencé a mover las caderas más dábamos vueltas alrededor moviéndonos sin parar me sentía libre y feliz me encanta bailar y más la música así de alegre.

Me pego a su espalda y nos rozábamos bailando me olvide lo importante que era el, me dio una vuelta que acabe riendo sin parar, la canción acabo y así estuvimos durante un buen rato la pasamos bebiendo riendo con los demás y bailando.

- ¿Quieres que te enseñe lo demás de la casa? – estaba detrás de mi abrazándome tarde unos segundos en responderle.

- Si claro – me tiende su mano andamos hacia dentro mientras que los otros silbaban y no paraban de bailar y reír.

- Y aquí está el tercer baño – me dice cuando me enseño casi toda la casa, entró impresiona.

- Es precioso – digo.

- Mejor que los otros dos baños si para mi también es el más bonito por la ducha tiene más cosas – salimos del baño y nos dirigimos a una sala donde se puede montar una pequeña fiesta es parecido al sitio donde estuve en el otro sitio.

- Es preciosa la casa y se nota que vale lo suyo – le miro y me sonríe.

- Nada es valioso como lo eres tú – me quedo mirándolo embelesada por su piropo repentino.

- Keyla… - mi nombre saliendo de sus labios o dios con esa voz tan ronca.

- ¿Si? – se acerca más a mi deposita su mano en mi cintura.

- Desde el primer día que te ví supe…

- ¿jefe?

Y así es como nos interrumpen y todo el momento se va a la mierda y me quedo con las ganas de saber lo que me iba a decir.

¿Estas segura de esto que estas haciendo? - me digo yo misma.

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