Siguieron los días y la fiesta era mañana, yo pensaba aprovechar la oportunidad y pedirle una cita a Sonia, quería estar con ella toda la, noche, pero para mi sorpresa Lía me recordó que la había retado a preparar mi pastel, Arturo la llevaría en su auto con todas sus cosas, pero mis hermanas tenían que ir por las decoraciones y otras cosas que faltaban, así que me tocaba estar al pendiente de ella para que le proporcionara todo lo que le hiciera falta, yo encantado de quedarme solo con ella, así que casi ni dormí por la emoción, y al otro día me levanté temprano y me arreglé esperando a que llegara, y cuando lo hizo, me dedique a andar tras ella, me dijo que sería su ayudante, y nos pusimos a cocinar, resultó una experiencia maravillosa, yo crecí viendo a mi nonna preparar postres, pero nunca había metido las manos y no era tan sencillo como parecía, pero eso me daba el pretexto perfecto para que ella me ayudara a mi, sentía su respiración detrás de mi cuando se acercaba a ver si estaba haciendo bien las cosas, me sujeto la mano para enseñarme la manera correcta de batir las claras, me salvó de quemarme con el chocolate derretido, me limpió el rostro con sus delicados dedos porque lo tenía lleno de harina y yo cuando estaba en grasa do el molde, me embarre los dedos de mantequilla, así que se me ocurrió tocarle la punta de su naricita perfecta y ensuciarse la toda, hasta me atreví a meter el dedo en el recipiente qué tenía los restos de chocolate fundido, lo probé y se me hizo tan bueno que repetí la acción, pero esta vez le di a probar a ella, le metí el dedo en la boca y ella no tuvo más remedio que chuparlo, me pareció tan exitante que me quede solo viéndola a los ojos, quería adivinar si ella había sentido lo mismo que yo, pero solo se sonrojo y salió corriendo de mi alcance, como si temiera que la sujetara para besarla, y efectivamente eso era lo que pasaba por mi cabeza, pero si me precipitaba, no podría después invitarla a salir.
Pusimos el pan en el horno y al preparar el betún, hicimos como que nada hubiera pasado, pero yo no perdí oportunidad de rozar su cara con mis dedos, era su piel tan suave que me exitaba, su olor era tan dulce, que podría perderme entre sus cabellos. Afortunadamente llegaron mis hermanas a interrumpir, mostrando os lo que habían traído, continuamos con el trabajo pero no solos, aún así fue muy divertido, ya que quedamos llenos de harina y chocolate, necesitaríamos una ducha antes de la fiesta, así que terminando la decoración, se retiro a su casa para regresar más tarde. Yo estaba qué no cabía de gusto, todo parecía ir mejor de lo planeado, me duche con agua fría para bajarme la calentura que sentía por haber tocado esa piel maravillosa y haber tenido el dedo en su boca, me vestí con unos jeans ajustados, camisa blanca y tenis negros, como la chamarra de cuero qué me pondría.
Comenzaron a llegar los amigos, invite a los chicos de la universidad, a los de la colonia, a mi amigo Julián y a otras amigas de la prepa, mis hermanas estaban muy guapas, con vestidos casuales del mismo modelo pero diferente color, así se vestían cuando querían ser el centro de atención, pero cuando Sonia llegó acompañada de Arturo, se robó todas las miradas, estaba preciosa, en un jean pegadito y una blusa blanca, tacones blancos y una chamarra de cuero del mismo color, el cabello suelto, con sus ondas naturales y un maquillaje discreto, pero que realizaba su natural belleza, con lo que yo no contaba era con que a mi amigo Julián también se le fueron los ojos detrás de ella.
De todas formas yo pensé tener la delantera, y la recibí muy atento, ella se veía algo tímida, pero pronto entró en confianza. La llene de atenciones y cuando me tuve que alejar un poco Julián me sigui6para preguntarme quien era esa belleza, a lo que respondí que era la mejor amiga de las gemelas, se nota que te gusta, pero ya tienes competencia, afirmó, y confiado contesté que no me importaba, el sonrió y dio media vuelta terminando la conversación. Cuando regresé los encontré sentados juntos y charlando muy animadamente, me senté del otro lado y me uní a la platica, pero para mi mala fortuna, Flavia, una rubia espectacular que fue mi compañera de prepa, se sentó a mi lado y me hizo platica, yo anduve tras ella un tiempo, y ahora ella se mostraba interesada en mi, en un momento en que mi amigo fue al baño, aproveché para sacar a Sonia a bailar, y Flavia se quedó sentada con cara de pocos amigos, pero después Julián reapareció y se nos unieron en el baile, otro amigo me llamó preguntando por algo de él estacionamiento y tuve que salir con él a checar si su auto quedaba bien en el lugar donde lo puso, cosa que aprovecharon y al volver Flavia me esperaba para bailar ya que Sonia y mi rival hacían lo propio, lo que no supe es que mi amiga le reclamó a Sonia por meterse entre nosotros y esta le dijo que no se preocupara, que éramos como hermanos, así que se puso a bailar y charlar con Julián y por el resto de la velada trató de no acercarse muchos nosotros. Yo lo tomé como que ella estaba más interesada en él y por despecho, me pasé bailando con Flavia.
Ya no tuve oportunidad de pedirle la cita que había planeado, pero buscaría la manera de hacerlo más adelante. Cabe mencionar que el pastel que me preparó fue un éxito, estaba delicioso.
Unos días más tarde había competencias de natación y mis hermanas me invitaron, ahí estaría mi sirena y entonces si le pediría que saliera conmigo.
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