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Jeremy después de 4 meses fuera de la Comarca de nuevo volvía, esos viajes ir y venir ya lo tenían fastidiado, sus hijos ya radicaban en la ciudad y el también ya lo estaba pensando seriamente, pero debido a que aún Mireya se encontraba en la hacienda no se podía dar el lujo de dejarla sola con todo hasta presentarle los papeles del divorcio ya firmados por el.

Había hablado con Charles sobre eso y no sé había sorprendió dandole ánimos para que lo hiciera lo más rápido posible, por eso fue con su abogado para que le hiciera los documentos y ahora los llevaba consigo, convencería a Mireya de firmar los papeles, claro que con una cuantiosa suma de dinero.

Mientras tanto en la cocina de la casa había una pequeña celebración, Martina la cocinera le había hecho un pastel de cumpleaños a Lucita, se habían reunido para darle una sorpresa a la joven la apreciaban mucho, Lucita estaba encantada por el gesto de las mujeres, agradeciendo se disponía a soplar las velitas cuando de pronto apareció Mireya con un gesto de desdén.

—¿Me pueden decir que significa esto?— ¿A quien le pidieron permiso para festejar a esta huérfana? Decía en voz fuerte mirando a la chica con odio,— Señora Mireya,— trato de explicar Martina— ¡Así que fuiste tú la de la gran idea he?! — Pues les comunico y aprendan a saber quién manda en esta casa, te descontaré de tu sueldo haber usado productos de uso que son exclusivamente para la familia.

—Señora Mireya no lo haga por favor!— Fui yo quien le pidió hacerlo para mí, le dice la chica angustiada — ¿Y quien te has creído huérfana mojigata? Le dijo acercándose a ella mientras que Lucita retrocedía miró el pastel que estaba en la encimera lo tomó con ambas manos dejandolo caer en el suelo, Lucita levantó su mirada viéndola incrédula por ese hecho, ¿por qué es usted tan cruel conmigo?—¡Nada le he hecho! Dijo apunto de llorar por el sentimiento, pero no se permitió hacerlo.

—¡Insolente malcriada!— Levantó la mano para abofetearla,— ¡No te atrevas Mireya!— Jeremy le puso un alto a su intención, la miró con reproche, lo fastidiaba,— Lucita ve a tu habitación!— ¡Necesito hablar contigo, después de hablar con esta mujer!— Le dijo a la chica mirando a Mireya con el entrecejo fruncido.

—Te das cuenta Mireya si Luciano se entera como has tratado a Lucita todo este tiempo no vas a tener donde meterte, y por supuesto que yo no meteré las manos por ti!— ¡Era de esperar eres un poco hombre!— Siempre fuiste un títere de tu madre— ¡Deja de decir estupideces Mireya!¡Con eso no podrás manipularme y firma los malditos papeles del divorcio y te largarte de aquí, ha y te aviso ni pienses ir a llorarle a Charles porque el fue el de la idea.

Mireya se sintió ofendida por el trato que le dio delante de la servidumbre, pero al pensar bien se dio cuenta que era una buena idea, además Jeremy fue muy generoso con un cheque que le dio, tenía suficientes ceros para vivir un buen tiempo muy bien, además tenía asuntos que requerían su presencia.

Le avisó a Johana de la decisión que tomó más bien la había obligado Jeremy, pero no les diría lo contrario, la chica la felicito riendo de ella, Mireya sabía que no podía engañarla, la conocía y ella misma le había contado todas sus verdades, entre bromas estuvieron unos segundos más.

Lucita esperaba a Jeremy en la que fue su habitación, estaba enlevada mirando unas fotos que se habían quedado dentro del armario, sonrió al encontrar una donde estaba con Luciano y remo cuando apenas eras unos niños, no se dió cuenta que Jeremy tenía un rato mirándola, ella le causaba ternura, y por ninguna razón seguiría permitiendo que la trataran mal.

—!Hola niña hermosa!— Que ves con tanta ternura? Cuestionó mirando lo que sostiene en su mano,—¡Recuerdos señor Jeremy!—Contestó mostrándole la foto, Jeremy ya se había dado cuenta de que Lucita miraba a su hijo con ojos de amor, pero Luciano cuando tuvo que irse ya era mayor mientras que Lucita todavía era una niña.

Luciano siempre que la recordaba imaginaba aquella chiquilla de pelo rojo y unos pequinés en su nariz, ojitos verde azul que le llamaban tanto la atención, así era como la veía en su pensamiento, no la visualizaba como una joven de 19 años menos en la hermosa joven que se había convertido, y cuando preguntó por ella le habían dicho como Mireya se aprovechaba de ella.

—¡Lucita yo sé que extrañas mucho a Luciano!Dijo mirando su expresión, ella suspiro asintiendo,—Si lo extraño mucho, pero él no creo que me recuerde,— dijo tristemente, pero Jeremy quería darle la buena noticia que tenía que darle, solo quería ver su reacción.

—¿Lucita te gustaría irte conmigo a la ciudad?— preguntó sin dejar de observarla, la joven abrió los ojos muy grandes, aún sin saber si había escuchado bien,— ¿Que fue lo que dijo?—Incrédula pregunto de nuevo,—escuchaste bien niña vas a venir conmigo a la ciudad, bueno si estás dispuesta, le dijo sonriendo mientras la joven seguía

sin creer.

La joven por fin reaccionó preguntando si vería a Luciano,— ¡Por supuesto que lo verás!,—El mismo me envió por ti!…Solo te pido que esperemos un par de semanas mientras término algunos trámites que necesito, y tú puedes darte de baja en la escuela de la ciudad, yo iré contigo para agilizar los trámites.

Hola buenas noches, solo pasaba por aquí a saludar deseándote un reparador descanso, discúlpame por no estar subiendo capítulos rápido pero tengo ya desde la semana pasada, yendo de un lado a otro por unos exámenes que tenía que realizar de mi hijo pues hoy temprano entro en cirugía de su corazón, pero ya que salgamos lo haré dando maratón, de 3a5 capítulos, solo necesitaba que esto pasara rápido pero ya todo terminó ahora solo esperar recuperación. Gracias de nuevo!

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