-

Mientras que Greta y Luciano conducían a la niña al interior de la casa, una mujer los miraba desde la ventana de su habitación con un gesto de reproche y odio, Mireya Duncan madrastra de Luciano, tomaba todas las acciones que su suegra hacía como un desafío para molestarla, desde que se casó con Jeremy nunca la había aceptado creando en la mujer un profundo odio por Greta y todas sus acciones.

Mireya entró a su habitación molesta, ahora tendrá que soportar a otra intrusa en la casa que según ella por ser la esposa del hijo de Greta le pertenecía, algo fuera de la realidad, ya que Jeremy ya había heredado los negocios de su difunto padre en la ciudad, a la cual viajaba constantemente para hacerse cargo de lo más importante,

Su asistente era un hombre de confianza desde que su padre existía, se hacía cargo de todos los negocios más importantes de la empresa familiar, mientras que Jeremy tenía que estar continuamente viajando de la Comarca hasta la gran ciudad, para atender a su familia y mantener estable la empresa.

Por lo que Greta había quedado como legítima dueña de la Comarca, y para Jeremy era lo menos que su madre podía merecer, ya que no quiso nada qué ver con los negocios familiares, dejándolo todo a él hasta que sus dos nietos ejercieran cuando cumplieron la edad necesaria y completaran sus carreras y capacitación.

Por lo tanto Greta era la que decía la última palabra de lo que se hacía o no en la hacienda, y Greta no tomaba opiniones ni parecer de nadie, más de lo que le dictaba sentido común, eso para Mireya era provocarla porque pensaba que ya estaba muy vieja para tomar decisiones, además ella era la esposa de su único hijo y creía que todo debería pasar a sus manos.

—¿Te gusta la casa Lucita?— preguntó Luciano mirándola, la niña asintió con una sonrisa sin dejar de ver a su alrededor, el chico hizo un gesto —¿Abuela ella no habla?— le volvió a preguntar ya que desde que llegó no había pronunciado ninguna palabra,— ¡Claro que habla! Respondió dirigiéndose a la niña,— ¿Verdad Lucita?…dile algo a Luciano para que te escuche y sepa que tienes voz.

¡Sí se hablar!—contestó con un gesto ofendida, Luciano sonrió al verla con ese gesto, le pareció gracioso,—¿Quieres que cuente?—Propuso la niña lista para empezar su conteo, Luciano negó de inmediato, no quería escuchar eso, le parecía aburrido, por le que propuso salir a jugar con remo su perro, un pastor alemán que les había regalado Jeremy desde que era un cachorro.

Su abuela les dijo que podían hacerlo después de que Lucita comiera algo, pues desde qué habían salido no había probado bocado, ambos asintieron, entrando a la cocina para ordenar qué le prepararan una comida ligera para que en la cena se alimentara como era debido, Luciano la acompañó hasta que terminó, yéndose después a divertirse con su mascota.

Así pasaban los días, los niños jugaban reían y corrían detrás del perro que estaba entusiasmado con la recién llegada, Lucita era cuidada como un tesoro de Luciano porque la veía indefensa, no había nada más preciado para el chico que era como una hermanita para el y sentía que su obligación era velar qué nada le sucederá.

Así volvieron a pasar los días, los meses y en poco se convirtieron en años, donde la niña empezó a ver al adolescente con otros ojos que guardaba en su corazón, el ya era un hombre de 18 y ella era una niña de 12, el dejó mucho antes los juegos las carreras tras remo, ahora se dedicaba a estudiar para reforzar su mente, pero no abandonaba a su niña pelo de fuego como le llamaba, desde la estancia siempre la vigilaba.

Pero en poco tiempo, llegó su peor dolor para ella, Luciano debía marcharse a estudiar al extranjero a seguir estudiando para en poco hacerse cargo de las empresas, Lucita estaba exhorta a despedirse de Luciano, sus lágrimas lo decían todo, Greta entendía perfectamente lo que le sucedía, pero no podía evitarlo tenía que irse era una ley que se había hecho entre la familia.

Luciano le dolía verla llorar, pero tenía que irse!

—¡Te prometo que cuando esto termine vendré por ti!—Y te llamaré y te escribiré cuando me sea posible, le dijo tomándole ambas manos,—¿Me lo prometes?—preguntó con su mirada puesta en él, —Claro, te lo prometo!— aseguró dándole un beso en la frente, para enseguida abordar el auto que guardaba por el, junto con su padre y hermano que iría hasta el aeropuerto a despedirlo.

Lucita lo vio partir, llevándose con el parte de su corazón, se quedó observando como desaparecía en la lejanía el automóvil, Greta esperó hasta que ella se volvió para mirarla, se hecho en sus brazos llorando desconsolada, la abuela solo acariciaba su espalda sin mencionar nada, no tenía nada que decirle, la quería como una nieta, y entendía lo pasaba en su corazón.

Cinco años después la abuela Greta enfermó del corazón, pero su estado no era falible, Lucita estaba cuidando de ella, Jeremy presentía que su madre ya pronto los iba a dejar, por eso no se separaban de ella, sin embargo Mireya estaba feliz su pesadilla pronto dejaría de existir se decía para ella misma, y no era necesario adivinar porque su estado de pronto se volvió crítico.

Avisaron a Luciano del estado de su abuela, pero estaba en medio de una encrucijada, pues era el final de su carrera y tenía que presentar su evaluación para viajar a Italia, la empresa estaba en pleno desarrollo de levantarse, Jeremy le sugirió no venir ya que su abuela ya no lo reconocería, además el volvería para estar presente en su presentación como el CEO de la empresa familiar.

Unos meses después Greta murió dando otro golpe a Lucita, pero su pesadilla empezó después que Jeremy tenía que viajar, Mireya mostró su verdadera careta, le quitó todos los privilegios que Greta en vida le había otorgado, la puso a dormir en una habitación donde ocupaban las mujeres del servicio, la empezó a tratar como una sirviente, la hacía cocinar y le daba fuertes tareas de limpieza que debía hacer, la mujer amenazo a todos los sirvientes, si decían algo se vengaría de cada uno, pues decía que ahora era la señora de la casa.

Más populares

Comments

ana luisa

ana luisa

Esperemos que la novela este bien esperando un maraton por favor

2025-09-16

1

Martha Ordoñez

Martha Ordoñez

está bien la novela bendiciones escritora más capitulos porfi gracias

2025-09-16

0

Tere Jimenez

Tere Jimenez

que perra ojalá y la borres del mapa pronto

2025-09-26

0

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play