Capítulo Cuatro

—Veamos, veamos. —Lydia daba vueltas alrededor de Antonio, mirando el traje que lleva puesto e inspeccionando su imagen. —Aún falta, pero vamos por buen camino.

—Jefa, es que aunque la mona se vista de seda... —Wendy trata de justificar y Orlando empieza a toser, interrumpiendo a las dos irrespetuosas.

—Cof, cof. ¡Ya! ¿No ven al pobre cómo está de nervioso, y ustedes tratándolo como espécimen? Jefa, a lo que vinimos. —Lydia sale de su burbuja y se sientan los tres en la sala.

—Antonio, ¿qué esperas? ¡Siéntate! —Bueno, solo faltaba Antonio por sentarse. Él, hasta que no le den la orden, no hace nada.

—Con permiso. —Dice Antonio y se sienta en la silla más apartada de todos.

—Antonio, este es tu nuevo expediente. —Lydia le pasa una carpeta, pero está tan nervioso que no se atreve a leerlo. —Ya que se nota que estás en un solo temblor y no te atreves a leer, te lo voy a leer yo.

Lydia le arrebata el informe y empieza a leer.

Antonio Duarte, 28 años. Ingeniero de software y programación de la Universidad del Bosque. Especialista en informática y telecomunicaciones de la misma universidad. Heredero de una de las mejores haciendas cafeteras de Colombia. Fundó Diamond Technology hace dos años, posicionándola en la cima. Maneja un bajo perfil, pero sus posesiones lo clasifican entre los más influyentes de Miami.

Antonio estaba asombrado. Jamás se imaginó que en su vida iba a pasar esto. Tenía una nueva identidad en Estados Unidos y nada más y nada menos que de un hombre rico. Él, que fue un niño sin padre, que creció en el campo recogiendo café y que gracias a la perseverancia de su madre, inculcándole la lectura desde muy niño, fue que comenzó a leer artículos de ciencia ficción, informática y robótica. Debía ir caminando hasta el instituto qué quedaba a treinta minutos de la finca, pero eso lo hizo amar aún más el estudio, ocupando siempre los primeros puestos y por eso fue el mejor icfes del país, dándole la oportunidad de estudiar en la universidad que quisiera, pero él no quería dejar sola a su mamá, así que decidió estudiar en la capital. Allí se formó como profesional y,... conoció a Kasandra.

—Doctora, en el informe no dicen que soy papá. —Antonio cae en cuenta de ese pequeño detalle y Lydia lo mira con rabia.

—Si no lo nombré, es porque no está. —Esa respuesta sin alma le partió el corazón a Antonio. —Pero tranquilo, que esta semana su niño estará aquí. Este sábado es la boda y este será tu nuevo hogar. Todo está organizado para que reciba el tratamiento que el pequeño necesita.

Dicho esto, le pasa un formulario donde está la admisión de Anthony al mejor centro médico para el manejo del cáncer infantil.

Antonio lo lee con atención y ya con eso siente que vuelve a calmarse su corazón. Anthony fue un niño muy sano, pero cuando cumplió los cinco años, enfermó de la nada. Sangrados nasales inexplicables y moretones que salían sin haberse dado un golpe encendieron las alarmas y, después de varios análisis, recibió el peor diagnóstico de todos: Leucemia linfoblástica aguda.

Así que todo lo que está pasando, es para él una oportunidad para que su niño se salve.

—Entiendo, doctora, todo está muy bien. Lo principal es que Anthony reciba el mejor tratamiento. —Antonio le responde y le entrega el formulario.

—Lydia, me llamo Lydia. Y si vas a ser mi esposo, queda como muy raro que me diga doctora. Así que vete acostumbrando; si quieres, me dices, mi amor. —En ese momento suelta su típica carcajada siniestra, haciendo que a todos los presentes se les ericen los pelos.

—Jefa, ¿nos necesita para algo más o nos podemos ir? Recuerde que mañana tenemos que volver a Kidman Nexus. No deben sospechar lo que estás haciendo. —Wendy le recuerda a Lydia.

—¿Yo también me puedo retirar? —Orlando le pregunta.

—Sí, se pueden ir. Yo me quedaré aquí con mi nuevo prometido. —Lydia mira a Antonio con ojos de gata y el pobre siente que esa mujer lo desviste con la mirada. —Vamos, querido, conozcamos de una vez nuestra habitación.

Orlando y Wendy salieron del penthouse aguantando la risa al ver al pobre ratoncito amedrentado por tremenda gata. En ese momento llegaron las compras qué hicieron en “Musa” y Lydia las hizo llevar hasta la habitación principal.

Una vez en la habitación, Lydia ayudó a guardar la ropa en el amplio vestidor. Antonio se sorprendió al ver que ella ya tenía la suya allí.

—¿Qué pasa, amorcito? ¿Te sorprende el ver mi ropa aquí? ¿Acaso no vamos a ser marido y mujer? ¿O cómo piensas hacerme un bebé? ¿Por ósmosis o por simbiosis? —Lydia se burla del tímido Antonio y este, con lo que la bruja de su jefa le dice, se pone pálido. ¿Acaso ella quiere?

—¿El bebé? ¿Acaso no es por inseminación o alguna de esas cosas? —Antonio pregunta a lo tonto.

—Buajajaja, ¿y quitarle la diversión a la fabricada de “mi hijo”? —Lydia es malvada en sus comentarios, confirmando su apelativo de “la bruja”. —Quítate ese traje, tenemos que empezar la tarea de traer un heredero Kidman al mundo. Allí está el baño, date una ducha que yo te estaré esperándote en la cama. No tardes, amor mío.

Dicho esto, Lydia salió a la habitación donde tenía su pijama de seda lista para ponerse. Quitó los tendidos de cama y se acostó, pero como estaba tan cansada, inmediatamente se durmió.

Antonio se dio una refrescante ducha; la verdad es que la necesitaba y aún más con lo que le dijo Lydia. Esa mujer no tenía tabúes, y le decía las cosas sin filtro.

«Pero, ¿cómo esa mujer va a tener relaciones sin un sentimiento de por medio?» pensó Antonio, cayendo en cuenta de que eso mismo hizo Kasandra con él.

Se puso una pantaloneta y una camiseta, saliendo tímidamente a la habitación y allí pudo por fin respirar al ver que la bruja ya se había dormido esperándolo.

Así que con mucho cuidado, corrió un poco las cobijas y se acostó a su lado.

Rápidamente se durmió, pues fue un día muy agotador y lleno de emociones. Hasta se le olvidó que no había comido nada, solo lo que desayunó en casa de su primo Pedro Luis, pero a las seis de la mañana su cuerpo ya no pudo más y despertó con hambre, así que se levantó de la cama despacio para no despertar a la bruja y se dirigió a buscar la cocina. Una vez allí, empezó a preparar el desayuno; la mayoría de los productos que había en la despensa no los conocía, así que se fue a lo básico. Huevos revueltos, café, panecillos y salchichas.

Ya estaba terminando de prepararlo y Lydia llegó a su lado, sorprendiéndolo.

—Buenos días, ratoncito. ¿Cómo dormiste? ¿Feliz de que me durmiera y no tener que cumplir con tus deberes maritales? —Lydia lo dice seguido de su típica carcajada siniestra.

—Buenos días, doc... Lydia. Ya está el desayuno, ¿le sirvo de lo que hice? —Antonio le pregunta, tratando de mantener la calma que esa mujer le roba.

—Qué lindo, ya pareces mi espósito. Pero, mmm, no. —Lydia, le dice a Antonio, mirando lo que preparó. —Yo no como nada de eso. Tranquilo, desayuna tú que yo me preparo lo que siempre como. —Lydia abre la nevera y saca yogur griego, mermelada light y luego le añade granola. Y con elegancia se sienta en la barra de la cocina acompañada de Antonio, que con el hambre que tiene se come todo lo que preparó.

Luego se arreglan para dar inicio a la farsa que montaron. Lydia se va a presentar a su trabajo en Kidman Nexus junto a Wendy, su asistente, y Antonio se va a presentar en Diamond Technology como el dueño que supuestamente siempre ha sido. Argumentando que estaba trabajando de incógnito, como un simple operador llamado Pedro Luis Quintero, para ver cómo se desempeñaba el personal, pero en realidad se llamaba Antonio Duarte y la verdad, todo encajaba para que el personal pensara eso.

Así que asumió su puesto de trabajo en la lujosa oficina. Ya era el CEO de Diamond Technology y debía desempeñar el papel como tal. Lo primero era comprender la empresa y su funcionamiento. Su deber era posicionarla y convertirla en la mejor del país.

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Comments

Maria Eugenia Romero Viñoles🤡

Maria Eugenia Romero Viñoles🤡

Lydia tienes un punto negativo para mí hasta ahora y es el hecho que no te estoy viendo ser una tiburón ruda si no una grandísima mal educada con el hombre que escogiste para que te sacará las patas del atoyadero y de paso en el capítulo anterior admiraste como Antonio prefiere ver sano a su hijo y ahora menosprecias el hecho de que el quiera que digas que es padre si ya le inventaste una vida pues en ese invento puedes decir qué el es divorciado o hasta viudo y no ser tan insensible con Antonio

2025-09-05

27

😍❤️кαяєи🍀🇻🇪

😍❤️кαяєи🍀🇻🇪

gracias 🫂 querida Angie por otro capítulo más.!!! pobrecito ese Antonio jajaja de verdad que parece un ratoncito con esa gata angora 🤭🤭🤣🤣

2025-09-05

30

🥀🩶Lis🤍🥀

🥀🩶Lis🤍🥀

Antonio esta mujer es una experta en todo lo que hace ideó un plan tan calculador y todo encaja, bueno solo queda que tu mejores tu personalidad y dejes de ser tan tímido y empieces a sacar lo que va a ser tuyo y de tu hijo.

2025-09-05

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