El apellido pesa

En la sala de juntas de Global Holdings, se sentía la tensión. Desde las ventanas se veía toda la ciudad, como si hasta ella estuviera esperando el anuncio. En el centro, la mesa de madera brillaba y alrededor estaban los socios más importantes. Todos sabían que iba a pasar algo grande.

Augusto Casasola, muy serio y elegante, miraba todo. A su lado, su hijo Martín, también serio pero más tranquilo, saludaba a los presentes.

Al final de la sala, Emiliano Casasola, de solo 25 años, estaba de pie. Llevaba un traje oscuro impecable y una camisa blanca que resaltaba su juventud. Se veía seguro, pero sus manos apretadas mostraban que estaba nervioso.

Augusto se acercó a la mesa, golpeó suavemente con los nudillos y dijo:

—Buenos días. Gracias por venir. Hoy es un día importante para la empresa y para la familia. Global Holdings ha sido mi vida y la de mi hijo Martín. Pero hay que saber cuándo es momento de dejar paso al futuro.

Martín se levantó, puso una mano sobre el hombro de su hijo y dijo con voz firme pero cálida:

—Y ese futuro se llama Emiliano Casasola.

Se escuchó un murmullo en la sala. Algunos sonreían, otros se miraban cómplices. Todos conocían a Emiliano desde niño, cuando acompañaba a su abuelo a las reuniones, hacía preguntas inteligentes, pedía informes y aprendía todo rapidísimo.

Augusto miró a su nieto y su cara se suavizó un poco:

—Me acuerdo cuando tenías siete años y me pediste que te explicara qué era una acción preferente. No necesité explicártelo dos veces. Ahí supe que esto era lo tuyo.

Emiliano tragó saliva, dio un paso al frente y miró a todos, a su padre y a su abuelo:

—Gracias por confiar en mí. No voy a intentar ser como ustedes. Voy a hacer las cosas a mi manera, pero con la misma dedicación y respeto que me enseñaron.

Martín sonrió orgulloso:

—Sabemos que no será fácil, pero confiamos en ti, hijo. Esta empresa siempre se ha basado en el trabajo duro y los valores, y sé que tú seguirás por ese camino.

Augusto puso un documento sobre la mesa:

—Esta es la carta oficial. Emiliano Casasola, a partir de hoy, eres el nuevo presidente y director ejecutivo de Global Holdings.

Emiliano lo tomó con las dos manos. Empezaron a aplaudir y poco a poco se convirtió en una ovación. Algunos se pusieron de pie. El nuevo director ejecutivo bajó la mirada un momento, emocionado. Luego levantó la cara con decisión:

—Gracias. No los voy a defraudar. Sé que el mundo cambia muy rápido, pero también sé que nuestros principios nos mantendrán fuertes. Vamos a crecer, a innovar, a cruzar fronteras, pero nunca olvidaremos quiénes somos.

Augusto le dio una palmada en la espalda y le dijo en voz baja:

—No me falles, Emiliano. Este legado es tuyo ahora.

Emiliano asintió:

—No lo haré, abuelo. Lo prometo.

Martín, conmovido, miró a su padre y luego a su hijo. Por primera vez en mucho tiempo, sintió que la empresa estaba en las mejores manos.

Dalia, la mamá de Emiliano y esposa de Martín, y Analía, su abuela, miraban desde una esquina con lágrimas en los ojos. Cuando Emiliano las vio, les guiñó un ojo. Ella le respondió con un gesto de bendición.

Uno de los socios más antiguos, Ricardo de la Fuente, se levantó con su bastón:

—¡Brindemos por la nueva generación! ¡Por Emiliano Casasola y por el legado de esta familia, que nunca se rinde!

Todos levantaron sus copas y el sonido del cristal llenó la sala como una promesa.

Emiliano respiró hondo. Su corazón latía muy rápido. No solo era el director ejecutivo más joven de la empresa, sino que también tenía la responsabilidad del nombre Casasola. Estaba listo para demostrar que se lo merecía.

Cuando terminaron los aplausos, apareció alguien más al final de la sala. Augusto Casasola Jr., el menor de los nietos, caminó con seguridad, aunque todavía se notaba su espíritu rebelde. Llevaba un traje azul oscuro muy elegante, como siempre en la familia, pero con el pelo un poco más largo de lo normal y los ojos llenos de energía.

Todos lo miraron con curiosidad.

Emiliano sonrió un poco:

—No me digas que vienes a quitarme el puesto.

Augusto Jr. se cruzó de brazos y levantó una ceja, como hacía de pequeño:

—Todavía no, hermano. Pero sí vengo a compartir el poder.

El señor Augusto Casasola lo miró sorprendido y orgulloso. Martín frunció el ceño por un segundo, pero luego entendió.

Augusto Jr. se dirigió a su abuelo:

—Quiero estar a su lado. Aprender de usted. Y, sobre todo, demostrar que puedo hacerlo. Ya dejé la universidad, no porque no pudiera terminarla, sino porque la empresa me necesita más aquí que en un salón de clases.

Martín levantó una mano:

—Eso no se decide así nomás, Augusto.

Pero el abuelo lo detuvo:

—Déjalo, Martín. —Se acercó a su nieto menor y lo miró a los ojos—. ¿Estás seguro de lo que dices?

Augusto Jr. no dudó:

—Completamente. Quiero ser vicepresidente. Quiero ganármelo.

Emiliano bajó la cabeza un momento, pensando, luego la levantó y le extendió la mano:

—Entonces trabajemos juntos. Pero esto no es un juego. Serás mi mano derecha, no mi sombra. Y tendrás que luchar por tu lugar, como todos nosotros.

Augusto Jr. estrechó su mano con fuerza:

—Así me enseñaron.

El abuelo Augusto se dirigió a los presentes con voz firme:

—Mi sangre... —dijo señalando a los dos—. Ellos son mi sangre. Y si están aquí, es porque tienen que mantener este imperio. El apellido Casasola no se arrodilla ante nadie. Ni ante el mercado, ni ante los rumores, ni ante los errores. Esta empresa ha crecido con esfuerzo, inteligencia y una fuerza que heredaron de mí y de su padre.

Luego los miró a todos, uno por uno, con tanta seriedad que dio miedo:

—Tienen que estar a la altura. Ser honestos, sí. Pero también ambiciosos. Fuertes, aunque el mundo se venga abajo. Porque si ustedes se caen... no solo se cae Global Holdings. Se cae nuestra historia.

Hubo un momento de silencio. Nadie se atrevió a interrumpir.

Emiliano bajó la mirada, asintió con respeto y dijo en voz baja:

—No le vamos a fallar, abuelo.

—No —repitió Augusto Jr., con más fuerza—. No lo haremos.

Martín, que se había mantenido sereno, sintió un nudo en la garganta. No solía emocionarse mucho, pero ver a sus hijos asumir su responsabilidad con tanta determinación lo conmovió.

—Entonces que quede registrado —dijo, dirigiéndose al notario—. A partir de hoy, Emiliano Casasola es el presidente y director ejecutivo, y Augusto Casasola Jr. el vicepresidente de Global Holdings.

El notario, que había estado en silencio tomando nota de todo, asintió y empezó a redactar los documentos oficiales.

Cuando terminó la reunión, los hermanos se quedaron solos unos minutos en la sala vacía. Emiliano se aflojó la corbata y miró por la ventana, contemplando la ciudad.

—¿Estás seguro de esto? —preguntó, sin voltearse—. No hay vuelta atrás.

Augusto Jr. se apoyó en la mesa con las manos en los bolsillos:

—Nunca quise otra cosa, Emiliano. Quizás fui el más rebelde, pero... esto siempre ha estado en mí.

Emiliano lo miró de reojo y sonrió un poco:

—Entonces más vale que estemos listos. Porque el apellido pesa, y allá afuera... todos van a querer vernos caer.

—Pues que lo intenten —dijo Augusto Jr., con una sonrisa desafiante—. No saben con quién se meten.

Detrás del cristal, el reflejo de los dos hermanos se veía como el inicio de algo nuevo. Juntos, con el peso de su apellido, el nombre Casasola volvía a nacer con más fuerza que nunca.

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Comments

🅝︎🅐︎🅝︎🅒︎🅨︎🅕︎🅞︎🅡︎🅛︎🅘︎

🅝︎🅐︎🅝︎🅒︎🅨︎🅕︎🅞︎🅡︎🅛︎🅘︎

A dejar su nombre en alto , no solo en el mundo de los negocios sino como hombres de bien 🥰😜

2025-07-01

10

Carmen 🦋

Carmen 🦋

Te espera un gran compromiso Emiliano seras el Ceo de la empresa que por años han dirigido tu padre y abuelo,

2025-07-01

9

Erika Patricia Robles Colpa

Erika Patricia Robles Colpa

jajaja vamos haber que tal estos dos hombres🤔

2025-06-30

11

Total
Capítulos
1 Prólogo
2 Traición
3 Nació muerto
4 El apellido pesa
5 Seis meses de prueba
6 No fue confianza... fue certeza
7 No sabes amar
8 Pollitos tensos
9 El corazón... no se negocia
10 ¿Sabes lo que quieres?
11 Alguien que sepa valorarla
12 La profecía de la chancla
13 setenta y dos horas
14 Nos volveremos a encontrar
15 Anónimos
16 Si hablo me matan...
17 Creo que mi hijo está vivo
18 La dama de fuego
19 No juega limpio... yo tampoco
20 Jugada de Tina
21 Ensuciar el tablero
22 Dime qué no sientes nada
23 No perdamos más tiempo
24 Tienes que hacerte responsable de mí
25 Una ladrona
26 Él enemigo no duerme
27 Planes de dos víboras
28 Podría ser lo que buscas
29 Crisis
30 Me gustaría que fuéramos amigos
31 Una cita
32 Podemos intentarlo
33 Boda de Augusto y Danitza
34 Cásate conmigo
35 Él caballero oscuro y la dama de fuego
36 Una marca familiar
37 Luna de miel
38 Secuestro de Adalid
39 Si yo te cuido... tu también me cuidarás
40 Sombras que protegen
41 Yo les enseñaré a ganar
42 Él juego cambio
43 Reinas y leonas
44 Gracias por cuidarlo
45 La fuerza de los lazos invisibles
46 La ira de Román... la caza de la reina
47 Sin salida
48 Cuentas pendientes
49 Fase venganza limpia
50 La reina y el último movimiento
51 El fin de una batalla
52 Un hogar para José Ángel
53 Capitan José Ángel
54 Papá quédate conmigo
55 Entre susurros y amaneceres
56 Nuestro jefecito
57 Porque el amor nunca se detiene
58 El legado del amor
59 Promesas bajo las estrellas
60 Nuestro día, nuestra historia
61 Casasola Villanueva: amor en acta
62 Una luna de miel escrita en el alma
63 Papi aquí estoy
64 Creciendo contigo
65 Él parto de Danitza
66 Bienvenido Rafael
67 Una nueva luz en la familia
68 Promesa cumplida
69 Hasta siempre
70 Más allá del adiós
71 Herederos del alma
72 El futuro tiene apellido
73 Él corazón no se negocia
74 Epílogo. La fuerza del nombre
Capítulos

Updated 74 Episodes

1
Prólogo
2
Traición
3
Nació muerto
4
El apellido pesa
5
Seis meses de prueba
6
No fue confianza... fue certeza
7
No sabes amar
8
Pollitos tensos
9
El corazón... no se negocia
10
¿Sabes lo que quieres?
11
Alguien que sepa valorarla
12
La profecía de la chancla
13
setenta y dos horas
14
Nos volveremos a encontrar
15
Anónimos
16
Si hablo me matan...
17
Creo que mi hijo está vivo
18
La dama de fuego
19
No juega limpio... yo tampoco
20
Jugada de Tina
21
Ensuciar el tablero
22
Dime qué no sientes nada
23
No perdamos más tiempo
24
Tienes que hacerte responsable de mí
25
Una ladrona
26
Él enemigo no duerme
27
Planes de dos víboras
28
Podría ser lo que buscas
29
Crisis
30
Me gustaría que fuéramos amigos
31
Una cita
32
Podemos intentarlo
33
Boda de Augusto y Danitza
34
Cásate conmigo
35
Él caballero oscuro y la dama de fuego
36
Una marca familiar
37
Luna de miel
38
Secuestro de Adalid
39
Si yo te cuido... tu también me cuidarás
40
Sombras que protegen
41
Yo les enseñaré a ganar
42
Él juego cambio
43
Reinas y leonas
44
Gracias por cuidarlo
45
La fuerza de los lazos invisibles
46
La ira de Román... la caza de la reina
47
Sin salida
48
Cuentas pendientes
49
Fase venganza limpia
50
La reina y el último movimiento
51
El fin de una batalla
52
Un hogar para José Ángel
53
Capitan José Ángel
54
Papá quédate conmigo
55
Entre susurros y amaneceres
56
Nuestro jefecito
57
Porque el amor nunca se detiene
58
El legado del amor
59
Promesas bajo las estrellas
60
Nuestro día, nuestra historia
61
Casasola Villanueva: amor en acta
62
Una luna de miel escrita en el alma
63
Papi aquí estoy
64
Creciendo contigo
65
Él parto de Danitza
66
Bienvenido Rafael
67
Una nueva luz en la familia
68
Promesa cumplida
69
Hasta siempre
70
Más allá del adiós
71
Herederos del alma
72
El futuro tiene apellido
73
Él corazón no se negocia
74
Epílogo. La fuerza del nombre

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