Luz en la oscuridad

Desde muy pequeña Anneliese, la única hija del gran duque le encantaba leer, mayormente cuentos de fantasía, en dónde el caballero rescataba a la indefensa y bella princesa de la torre, para después darse un beso de amor verdadero.

Sin embargo, no era precisamente ese final feliz lo que llamaba la atención de Anneliese.

Si no el caballero.

(Anneliese) - ¡ Guau!, mamá, ¿viste como el caballero defendió con su espada a la princesa de las garras del dragón?.

(Duquesa) - Así es Anneliese, sabía que este cuento te iba a gustar.

(Anneliese) - Increíble...

A los 10 años empezó a pedirle a su padre que la llevará a ver los espectáculos de batallas imperiales.

En dónde caballeros competían entre sí, mientras, el público apostaba al mejor.

( Presentador ) - ¡¡ EL DESTELLO NEGRO GANA !!

(Anneliese) - {Fabuloso} - ....

Siempre le brillaban los ojos por una persona en especial.

"El destello negro", era una mujer lo cual era mal visto.

No era caballero.

Pero era la hija del comandante en jefe.

(Anneliese) - {Es tan increíble. } - ....

Anneliese no podía evitarlo, era su fan número uno.

Y cada vez que la veía sentía una gran admiración por ella.

Honor, valentía, respeto y justicia, no podía evitar ver todo eso reflejado en esa mujer de cabello negro y ojos rojos como la sangre.

El tiempo pasó y Anneliese cumplió los 15 años de edad.

Creció hermosa y sana.

(Anneliese) - Padre, hay algo que quiero hablar contigo.

(Gran Duque) - ¿?.

Al igual que su eminente deseó.

(Anneliese) - Padre quisiera asistir... ¡quisiera asistir a la academia real Sandhurst!.

La prestigiosa Real Academia Sandhurst, una academia militar de caballeros.

(Duque/ Eduardo) - ¿¡Qué!?.

(Anneliese) - ....

(Duque) - ¿¡Ir a la prestigiosa academia Sandhurst!?, ¿¡ De que estás hablando!?.

(Anneliese) - Padre...

(Duque) - ¡De ninguna manera!, ¡ya arreglamos tu compromiso con la familia de la Rosa!.

(Anneliese) - ¡Pero padre, tu bien sabes que este ha sido mi sueño de toda la vida y me he preparado para esto!.

(Eduardo) - Como futuro duque estoy de acuerdo con nuestro padre, Anneliese, no creo que una mujer tenga la capacidad suficiente para ser un caballero.

Hermano mayor de Anneliese.

(Anneliese) - Pero me esforzaré, entraré al departamento de caballeros y aprenderé los conocimientos y habilidades suficientes para convertirme en caballero.

(Duque) - _enojado_ - ¡¡¿ Estás oyendo lo que dices?!!.

(Anneliese ) - ....

( Duque) - ¡¡ Nunca te enviaré a un departamento de caballeros plagado de muchachos !!.

(Anneliese ) - ¡ Te prometo que tendré cuidado!.

(Duque) - ¡¡Eso no es suficiente!!, ¡¡tu deber como mi hija es honrar a la familia ducal!!, ¡¡además, tienes que ir a la academia de damas!!.

(Anneliese) - ¡No tomaré ese curso!.

(Duque) - ¡¡ SOBRE MI CADÁVER!!.

(Anneliese) - Pero...

(Duque) - ¡ Anneliese como mujer no tienes ninguna necesidad de cargar una espada es tus delicadas manos, lo único que tienes que hacer es disfrutar de tu vida como mujer y cumplir con tus obligaciones como la misma!.

(Anneliese) - Padre, debo ser sincera contigo, no creo que mi felicidad como mujer dependa solo de convertirme en una máquina de bebés.

( Duque) - ¡...!.

(Anneliese) - Aunque es muy bien sabido que traer al mundo una vida es maravillosa, no pienso que sea la única felicidad de una mujer.

(Duque) - ....

(Anneliese) - Y eso recae también en el matrimonio, yo voy más allá.

(Duque) - P-pero hija...

( Anneliese) - ¡Por favor, tienes que confiar en mí!, ¡ prometo regresar con un título!.

Un título se otorga solo a los caballeros con un nivel bastante elevado, un nivel que solo se consigue al realizar alguna acción realmente heroica para el imperio, más allá de salir vivo de una guerra.

Y solo puede ser otorgado por el mismísimo emperador.

(Duque) - No sabes que dices...

(Anneliese) - ¡ Sé muy bien de que habló y a qué me atengo!, ¡por favor, tienes que enviarme a la academia!.

(Duque) - ....

( Anneliese) - {Por favor...¡envíame a la academia!} - ....

(Duque) - _Suspira_De acuerdo.

(Anneliese) - ¡!.

( Eduardo) - ¡Padre!...

(Duque) - Pero con una condición.

(Anneliese) - ....

( Duque) - Tendrás que graduarte el primer año con honores de la academia, si fracasas, no seguirás al próximo semestre y si llegas a lograrlo, cumplirás tu promesa y me traeras un título nobiliario, pero si no lo haces, no volverás a intentarlo y te casarás con la familia de la Rosa.

(Anneliese) - ....

(Duque) - Pruébame que eres digna de tener el honor de proteger a la familia imperial, ¿ entendido?.

(Anneliese) - ¡ Si, padre!.

( Eduardo) - Están dementes.

(Anneliese) - {¡ Si!, puede que allá tenido que forzar mi camino un poco, pero lo logré. } - _sonrie_ - ....

Y así comenzó.

Por su condición de mujer, no fue fácil pasar el examen de ingreso, pero después de tanto, Anneliese dio todo de sí demostrando su talento y pasión por la carrera militar, lo que finalmente le permitió ingresar en la academia.

Solo que no todo es color de rosas.

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Academia militar

El primer día.

¡Zas!

(Cesar) - ¡Oye!, ¿pero quién?... ¡!.

(Anneliese) - Ay.

Anneliese tropezó con un príncipe.

(Cesar) - Una niña.

Solo que este príncipe, no se parecía en nada a los de los cuantos de hadas.

(Cesar) - No lo creo, ¿ que hace una niña como tú en un lugar como este?.

Cesar no le brindó ayuda para levantarse, en lo que ella tuvo que levantarse sola.

(Anneliese) - Primeramente , me disculpo por tropezar con usted, ahora, respondiendo a su pregunta, he venido para convertirme en caballero.

( Mateo) - Pero miren que educada es, alguien no se saltó la clase de etiqueta.

(Cesar) - ¿ Caballero ?, no me hagas reír, una mujer nunca podrá ser un caballero.

(Anneliese) - ¿ Qué le hace pensar que no puede?, en este imperio ya han gobernado mujeres, incluso cuando había una ley que lo prohibía, ¿porque piensa que no puedo serlo?.

(Cesar) - Porque una mujer nunca va a tener...

Cesar la mira de abajo hacia arriba.

(Cesar) - ...Lo que se necesita para manejar una espada.

(Anneliese) - Entonces piense lo que quiera.

Anneliese sin darle más vueltas al asunto se marchó.

Y así todo comenzó.

Aunque al principio ella trataba de ignorarlos, su estancia en la academia se fue haciendo más difícil cada día. Desde el primer día, Anneliese sufrió de bullying por parte de un grupo de estudiantes en particular, titulado Edipo, una palabra designada para el grupo de gente que manda en Sandhurst.

Y los líderes principales eran los mismísimos Cesar Villa Acosta, el príncipe de un reino lejano, y los mellizos Daniel y Mateo Costa, hijos del subcomandante

Estos jóvenes resentian la presencia de Anneliese en la academia y la acosaban constantemente, haciéndole la vida imposible.

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Un día, mientras Anneliese se encontraba sola en el patio de la academia, los tres chicos se acercaron sigilosamente con un balde de agua fría. Sin previo aviso, lo arrojaron sobre ella, mojándola por completo y haciéndola temblar de frío. Se rieron a carcajadas mientras ella intentaba levantarse, humillada y avergonzada.

( Anneliese ) - ¡Ouch! ¡Qué falta de respeto!, ¡animales!.

( Cesar ) - ¿Qué pasa, Anneliese? ¿Te molesta el agua fría? Jaja, ¡qué risa!

( Daniel ) - Sí, no deberías estar aquí, eres solo una mujer. No tienes lugar en la academia de caballeros.

( Mateo ) - Exacto, ¿quién te crees que eres para venir a ocupar el espacio que nos pertenece a nosotros?

( Anneliese ) - No tienen por qué tratarme así, solo quiero demostrar que soy capaz de ser una gran luchadora, como ustedes.

( Cesar ) - ¡Ja! No eres más que una niñita, no durarás ni un día en esta academia.

( Daniel ) - Es mejor que te retires ahora mismo, antes de que te hagamos la vida imposible.

( Mateo. ) - Sí, mejor lárgate y deja de avergonzarnos con tu presencia.

( Anneliese ) - No me voy a ir, no me van a hacer rendir. Demostraré que soy digna de estar aquí, no importa lo que piensen ustedes.

(Cesar) - Pues prepárate para sufrir las consecuencias, Anneliese. No nos detendremos hasta que te hayas ido de una vez por todas.

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Anneliese abrió su casillero y se encontró con una serpiente enrollada en su interior. La miró con sorpresa y miedo.

( Anneliese ) - ¿Qué es esto? ¿Quién puso una serpiente en mi casillero?

En eso Mateo se acercó con una sonrisa maliciosa en el rostro.

( Mateo ) - ¿Problemas, Anneliese? Nosotros solo estábamos jugando contigo.

( Anneliese ) - Esto no es un juego, Mateo. Una serpiente no es algo con lo que se juega.

 Daniel, se unió a la conversación.

( Daniel ) - Vamos, Anneliese. No te pongas tan dramática. Solo queríamos asustarte un poco.

Anneliese miró a los tres con determinación en sus ojos.

( Anneliese ) - Ya es suficiente.

Cesar, se acercó a Anneliese con una mirada desafiante.

(Cesar) - ¿Y qué vas a hacer al respecto? Eres solo una chica en una academia de hombres. Nosotros somos más fuertes que tú.

( Anneliese ) - ....

Cesar se acercó a su oído.

( Cesar) - Si te molesta, entonces vete.

Anneliese respiró hondo y se aproximó a la serpiente en su casillero. Con un gesto rápido, la agarró y se marchó con ella para soltarla lejos.

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La situación en la academia de caballeros era cada vez más tensa para Anneliese. Los tres hombres que la acosaban constantemente hacían todo lo posible por hacerla renunciar, pero ella se mantenía firme en su decisión.

Así fue por unos meses, hasta que día, mientras Anneliese dormía en su habitación, un extraño hombre se escabulló silenciosamente.

Por la oscuridad ella no pudo ver su cara.

( Anneliese ) - ¡¿Quién eres tú?! ¡Suéltame ahora mismo!

No le dijo ni una palabra y empezó a golpearla despiadadamente, intentando forzarla a acostarse con él a la fuerza. A pesar de sus esfuerzos por resistir, Anneliese se vio superada por la fuerza del hombre y...

( Anneliese ) - Y-ya basta por favor....

... Lamentable no pudo hacer nada.

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Ella calló todo, porque en ese lugar nadie iba a creerle y si su padre se enteraba, ella no podría seguir intentando alcanzar su sueño.

Obligándola así a casarse con un hombre al que ni siquiera conocía.

Sin embargo, a pesar de su determinación, Anneliese se sentía cada vez más desanimada y triste debido al constante acoso que sufría, más ese dolor que ahora llevaba en los hombros y no se podía quitar de encima.

La depresión se apoderaba de ella de forma silenciosa, y se preguntaba si realmente valía la pena seguir luchando en ese entorno hostil.

Ya vivía sus días como muerta en vida.

Las vacaciones llegaron y regreso al ducado de visita.

Una noche, Anneliese decidió escapar de todo y se dirigió a un túnel secreto del gran ducado con un cuchillo y la intención de quitarse la vida para poner fin a su sufrimiento. Sin embargo, en medio del proceso, un accidente la llevó a tropezar y caer sobre un estante lleno de libros. Uno de los libros que cayeron al suelo llamó poderosamente su atención...

" El diario de Cecil "

Intrigada por el contenido del libro, Anneliese decidió abrirlo y comenzar a leer...

....Y así comenzó la verdadera historia.

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