Camila fue la primera en despertar, podía oír el teléfono de Alexander vibrar una y otra vez, ella estaba segura de que se trataba de su esposa y no pudo evitar sonreír victoriosa.
Con mucho cuidado se levantó, tomó su propio teléfono y comenzó a tomar fotos de Alexander, quién aún estaba plácidamente dormido a su lado.
Ella lo había logrado, finalmente, luego de haber trabajado tanto para conseguir a aquél hombre, por fin lo tenía en donde quería. Sin molestarse en ponerse ropa, fue a la cocina y comenzó a hacerle el desayuno, porque ella estaba segura que él estaría hambriento.
Luego de que ella se fuera, Alexander se despertó y todo lo que había hecho la noche anterior, le cayó como un balde de agua helada. Sus acciones, las palabras de su hermano y, lo peor, se había acostado con su asistente. Él mismo había destruido su matrimonio.
Miró su teléfono y tenía más de cincuenta llamadas de su esposa, eso lo hizo sentirse aún más culpable, cuando la llamó, ella contestó al instante. Se la oía preocupada, asustada y... Algo más, algo que Alexander no pudo descifrar en ese momento, pues no podía pensar en nada.
—¡¿Dónde demonios estás?! ¡Te he estado llamando toda la maldita noche! –gritó del otro lado–.
—Lo se, lo sé cariño, lo siento... Tuve una pelea en un bar anoche, bebí de más... Y... –guardó silencio, no podía decirle a Victoria que me había sido infiel con otra mujer y de forma voluntaria, eso la destrozaria y le pediría el divorcio, él no podía permitir que eso sucediera, porque no quería perder a su esposa–, y Lucas me llevó a dormir a su casa, lamento no haber contestado, mí teléfono se quedó sin batería.
Le dolía mentirle, ¿Pero que otra cosa podía hacer? Su hermano tenía razón, él era basura y no merecía al ángel que tenía como esposa.
—Es... Es un alivio... –ella suspiró–. Por favor ven a casa.
Él asintió y cortó la llamada, comenzó a vestirse cuando sintió que Camila lo abrazaba por la espalda, resfregandole los pechos contra su piel. Rápidamente la apartó pero su cuerpo ya había reaccionado. Más fingió demencia.
—Lo de anoche fue un error, no debe volver a ocurrir.
Eso fue como una bofetada al rostro de Camila, ella no entendía por qué Alexander se resistía tanto a admitir sus sentimientos por ella. Pero ella sabía que no sería la última vez, y estaba segura de que él también lo sabía, pues ahora que lo había probado, jamás lo dejaría escapar.
Alexander condujo de regreso a su hogar, tenía el corazón destrozado, ¿Cómo pudo haberle hecho eso a su esposa y a su hija? ¿Y saben que es lo peor? Que él disfrutó cada maldito segundo, la dureza entre sus piernas dice que quiere repetirlo. Pero no, no puede, no debería... Pero quiere. Muy en el fondo, él quiere volver a repetirlo, volver a recorrer el cuerpo de aquella joven, volver a sentir su aroma, su sabor, sus gemidos...
—Joder... –Rapidamente acomodo sus pantalones y su camisa, se miró en el espejo retrovisor y práctico una sonrisa falsa para cuando cruzara aquella puerta–.
Una vez que lo hizo, como siempre, su pequeña Lily corrió a sus brazos y él la recibió gustoso. Pero ahora, cada que veía a su hija, recordaba las palabras de su hermano, y eso solo aumentaba su tormento.
Mientras Lily hablaba sin parar, él buscaba con la mirada a su esposa, ya que ella siempre solía salir a recibirlo, pero esta vez no lo hizo. Eso lo alarmó, le preocupó pensar que, tal vez, Cédirc le hubiera hablado sobre Camila, pero rápidamente lo descartó. Pues por muy molesto que esté, su hermano no lo traicionaría de ese modo.
O al menos eso era lo que él creía.
Al llegar a la cocina, pudo ver cómo su esposa estaba hablando muy alegremente por lo bajo, con nada más y nada menos que Cédric.
—Querida, ya vine... –dijo Alexander, observando a Cédric con dureza, pero en el fondo estaba muerto de miedo. Le preocupaba que le revelara todo. Pues, ¿Por qué otro motivo estaría Cédric allí?–.
Su esposa, siempre solía correr a sus brazos y besarlo. Pero esta vez, solo volteó y lo miró con preocupación al verlo herido.
—Oh, vaya... Te vez muy mal, por eso no debes beber, cielo –lo regañó. Alexander pensó que su mujer iría por el botiquín de emergencia y le curaría sus heridas como siempre solía hacerlo en el pasado. Pero, para su sorpresa, ella tomó asiento al lado de Cédric y ambos continuaron su charla, como si él no estuviera allí–.
Con confusión, Alexander subió a su habitación y tomó una ducha, su mente era un caos, por un lado estaba su infidelidad con Camila. Y por el otro, estaba la actitud de su esposa, ¿Acaso su hermano si le había contado todo?
No, no puede ser, pues de ser así, ella estaría desconsolada y le haría un completo show, como lo hacen en las peliculas. Entonces, por ese lado, se quedó más tranquilo, pero ese sentimiento de incomodidad no desaparecía.
Ese día no fue a trabajar, no podía, no quería ver a la mujer con la que se había revolcado. Pasó el día con su hija, pensando en las palabras de su hermano. Cédric tenía razón, no podía tirar siete años de matrimonio a la basura por una aventura de una noche.
Una vez que su hermano se fue, él se acercó a su mujer, depositando besos en su cuello, recorriendo su cuerpo con sus manos. Se sentía sucio, y mal. Pero no por las razones correctas, se sentía así porque al tocar a su mujer no sentía la emoción que sentía con Camila.
Ni siquiera podía excitarse.
Ella estaba más gordita que cuando la conoció, y Camila es esbelta y muy sexy. Su esposa usa ropa de mujer adulta, y su amante ropa muy provocativa, era obvio que ni aunque lo intentará, jamás podría sentir lo mismo.
Por fortuna para él, su mujer lo detuvo.
—Cariño, hoy no, tengo el periodo.
Eso nunca antes había sido un impedimento para ambos, pero ahora él estaba agradecido de ser frenado.
—Está bien, lo haremos después.
Era una mentira, pues él no quería tocarla, ya no, lo único que quería era volver a estar en las piernas de su asistente.
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Comments
Ceci
cuando tu mujer se canse de vos y vuelva a ser la mujer que era sexy provocativa más no sé si más delgada o más gorda Pero sí la mujer que era Cansada de tus desplantes de tu abandono y de no sentirse mujer solamente ser una mamá y una empleada en tu casa ahí te vas a dar cuenta de la macana que te has mandado tan grande y cuando tu amante se vuelva celosa desesperada controladora ahí te vas a dar cuenta de que tu mujer era 10,000 veces mejor que has dejado oro por barro
2025-06-10
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Lorel Uchiha
Que asco esto no tiene vuelta de hoja lo dicho en el comentario anterior son tan imbéciles que creen que una veinteañera se fijaría en ellos
siii por dinero comodidades estatus pero lo veré llorar lagrimas de sangre y que se arrastre como la alimaña que es y ella lo desprecie sin piedad
2025-06-09
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Lorel Uchiha
YO TENGO UNA TEORIA
creo que cedric si le dijo y esa actitud que esta tomando con el es un plan de ambos para tener pruebas y luego desenmascarando y quitarle lo que les corresponde por ley y lograr el divorcio
espero que así sea
2025-06-09
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