Capítulo 2

Tras el incidente de la cacería, Finnian se convirtió en un visitante cada vez más frecuente en el Ducado Elowen, su presencia era recibida con calidez y gratitud. Orion y Noelia lo veían como un joven ejemplar, un hombre que había superado el estigma de su linaje con honor y valentía. Liora, por su parte, no podía ocultar la creciente fascinación que sentía por su salvador, sus conversaciones se extendían durante horas en los jardines florecientes del ducado, compartiendo sueños, inquietudes y risas.

Finnian, con una astucia calculada, cultivaba esta cercanía con una mezcla de encanto y melancolía, se mostraba atento a cada detalle de la vida de Liora, recordando sus preferencias, consolándola en sus momentos de duda y celebrando sus logros con genuino entusiasmo. Ella, a su vez, se sentía cada vez más atraída por su inteligencia aguda, su sensibilidad y la profunda tristeza que a veces velaba sus ojos oscuros, pero en medio de este floreciente afecto, Finnian comenzó a sembrar sutilmente las semillas de la duda y la desesperanza. En momentos íntimos, cuando sus manos se rozaban o sus miradas se sostenían por un instante más de lo debido, él dejaba escapar un suspiro cargado de resignación.

- Liora - decía con una voz suavemente teñida de tristeza -, nuestros caminos... son diferentes. Tú eres la hija del Duque Elowen, sobrina de los Emperadores, yo... yo soy solo Finnian Seraphina, un hombre sin título, cuyo apellido aún susurra ecos de traición en los pasillos de la corte - Liora fruncía el ceño, su corazón oprimido por estas palabras.

-No digas eso, Finnian, tus actos hablan más fuerte que cualquier apellido, tu valentía, tu inteligencia... todos en la corte te admiran - Él sonreía con una mezcla de amargura y afecto.

 -Tu corazón es noble, Liora, pero el mundo no siempre es justo, en cuanto se enteren de nuestros sentimientos se construirán muros altos e infranqueables, los nobles no verán con buenos ojos, que tú te hayas fijado en alguien sin valor, yo no merezco que tus ojos se posen en mi, ni tus palabras dulces, no soy digno de tus sentimientos.

- Entiéndelo Finnian, tú no eres alguien sin valor, eres el hombre mas valiente y noble que he conocido, con excepción de mi padre, si pudieras ver a través de mis ojos, quizás entenderías que eres maravilloso.

- Si es lo que crees – tomala las manos de Liora entre las suyas -, luchare contra todos por nuestro amor, me esforzare más que nunca, por demostrarles a todos, que en verdad te merezco. Seré merecedor de tu amor, te lo prometo.

Con el tiempo, esta charla de la imposibilidad de estar juntos se convirtió en un tema recurrente en sus encuentros, Finnian pintaba un panorama sombrío de su futuro juntos, resaltando la diferencia de sus rangos, las posibles objeciones de la corte, la sombra persistente del pasado de su familia. Él se presentaba como un hombre resignado a un destino humilde, incapaz de ofrecerle a Liora el futuro brillante que merecía.

Estas palabras, lejos de alejar a Liora, encendían en ella una llama de desafío y compasión, su amor por Finnian crecía con cada obstáculo imaginario que él levantaba. Ella veía más allá de su falta de títulos, percibiendo la nobleza genuina de su carácter, la bondad que se esforzaba por mostrar al mundo.

- No me importa nada de eso, Finnian - le decía con firmeza, sus ojos brillando con una determinación apasionada -. Te amo a ti y si el mundo no acepta nuestro amor, lo haremos aceptarlo. Hablaré con mis padres, con mis tíos. El Emperador Eamon y la Emperatriz Thais te tienen en alta estima, después de todo lo que has hecho, después de la persona que eres, mereces un título, un reconocimiento, te lo mereces todo.

Finnian la escuchaba con una expresión que mezclaba sorpresa y una calculada esperanza, por dentro, una satisfacción helada comenzaba a extenderse, su plan avanzaba a la perfección. El amor de Liora, puro e incondicional, se estaba convirtiendo en la herramienta más poderosa de su venganza. Ella, en su inocencia y su deseo de superar los obstáculos, se ofrecía voluntariamente al matadero, sin sospechar la verdadera oscuridad que se ocultaba tras la máscara de su amado. La manipulación era dulce y efectiva, y Finnian saboreaba cada palabra de aliento y cada promesa de apoyo que salía de los labios de su víctima, el lazo que los unía se estrechaba con cada conversación, un lazo que él pronto convertiría en una soga mortal.

La influencia de Liora en la corte, sumada al creciente favor que Finnian se había ganado con sus actos y su impecable comportamiento, finalmente rindió frutos. Conmovidos por la sinceridad de su amor y ante la insistencia de Liora respaldada por sus padres y la benevolencia de los Emperadores, se tomó una decisión sin precedentes.

Se restauraría el Ducado de Seraphina para Finnian, varios nobles habían intentado establecerse en las tierras prósperas que manejaban los Seraphina, pero todos habían fracasado. Una serie de calamidades inexplicables azotaban la región: cosechas perdidas, enfermedades repentinas, accidentes extraños, los lugareños susurraban que el ducado estaba maldito, un lugar donde las almas de los antiguos Duques habían quedado atrapadas.

La verdad; sin embargo, era mucho más siniestra. Finnian, en secreto y a través de una red de contactos discretos, se había asegurado de que ningún nuevo señor pudiera florecer en sus antiguas tierras, sabotaje sutil, rumores maliciosos, pequeños actos de violencia encubierta: todo estaba diseñado para mantener el ducado en un estado de caos, listo para ser reclamado por su legítimo heredero.

Los Emperadores, Eamon y Thais, aunque accedieron a devolverle el ducado, actuaron con cautela, le otorgaran el título, sí, pero con una condición: Finnian debía demostrar su capacidad para gobernar y restaurar la paz y la prosperidad en sus tierras, solo entonces su ducado sería reconocido oficialmente por la corona.

Esta nueva responsabilidad implicaba una separación temporal de Liora. Finnian debía viajar al Ducado de Seraphina, enfrentarse a la tarea de reconstrucción y ganarse la confianza de un pueblo marcado por la desgracia, la despedida fue un espectáculo conmovedor, en los jardines del Ducado Elowen, bajo la mirada comprensiva de Orion y Noelia, Liora y Finnian se abrazaron con una intensidad dolorosa.

Las lágrimas de Liora humedecieron el traje de Finnian mientras él le susurraba palabras de consuelo y promesas de un futuro juntos, un futuro brillante donde su amor no estaría empañado por el pasado. Ella, aferrada a él como si temiera que se desvaneciera, le juraba esperarlo, mantener viva la llama de su amor a pesar de la distancia, sus votos resonaron en el aire, cargados de una tristeza dulce y la ferviente esperanza de una reunión gloriosa.

 -Volveré, mi amor - le prometió Finnian, sus ojos simulando una profunda pena -, y cuando regrese, nada ni nadie podrá separarnos. Construiremos un futuro juntos en nuestras tierras, un futuro digno de nuestro amor, antes de cumplir nuestros sueños debo trabajar para que el Ducado de mis padres vuelva a sus días de gloria, te prometo que trabajare arduamente para que el tiempo de nuestra separación sea el menor posible.

Liora asintió entre sollozos, sintiendo el dolor por la partida de su amado, la imagen de Finnian alejándose en el carruaje, su figura volviéndose cada vez más pequeña, quedó grabada en su mente como un juramento silencioso.

Sin embargo, la realidad dentro del carruaje era muy diferente, apenas habían salido de la vista del Ducado Elowen, la máscara de aflicción de Finnian se desvaneció, reemplazada por una sonrisa fría y triunfal. En el asiento frente a él, una joven de cabellos oscuros y ojos astutos lo esperaba con una sonrisa cómplice. Era Cataleya, su verdadero amor, su confidente, la mujer que conocía cada detalle de su plan de venganza y que lo acompañaría en este nuevo capítulo de su retorcida historia.

-Toda marcha según lo planeado, mi amor - dijo Finnian, tomando la mano de Cataleya entre las suyas -, Liora cree en mis promesas, su familia me ve como un hombre honorable, el ducado 'maldito' y el ducado de los Elowen serán míos, y este es el primer paso para el futuro grandioso que nos espera.

Cataleya le devolvió la sonrisa, sus ojos brillando con una intensidad oscura.

- Juntos, Finnian, como siempre, ellos pagarán por lo que le hicieron a tu familia, y después podremos disfrutar de nuestro amor de forma libre, no tendremos que ocultarnos más.

- Hemos esperado mucho para poder disfrutar de nuestro amor, ahora falta poco, muy poco, te prometo que después de deshacernos de los Elowen nadie impedirá nuestra felicidad mi amor, te amo.

Mientras el carruaje se alejaba, dejando atrás la imagen de una despedida llena de lágrimas y falsas esperanzas, el verdadero viaje de Finnian comenzaba. Un viaje sembrado de engaño y alimentado por un rencor inextinguible, con Cataleya a su lado, lista para ser su sombra en la oscuridad que pronto envolvería a la casa Elowen.

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Comments

Limaesfra🍾🥂🌟

Limaesfra🍾🥂🌟

muy interesante, vamos a una nueva aventura

2025-05-29

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