La luz del sol de la mañana se filtraba por las rendijas de la ventana de una habitación de color azul. Y, sobre una cama, había un rollo de mantas con estampado de Keroppi como un capullo. Unos segundos después, una mano blanca se extendió para quitar la manta que cubría todo su cuerpo. Luego, se vio a una hermosa joven con el cabello desordenado. Estaba tratando de abrir los párpados.
Alena sentía que su sueño era muy cómodo, ¿era esto un hospital? ¿Estaba a salvo? ¿No había dejado a su hermano?
Varias preguntas surgieron en el momento en que aún no había abierto los ojos.
Uhhh... me duele mucho la cabeza.
Cuando Alena abrió los ojos, no era una habitación blanca lo que le daba la bienvenida, ni una camilla de hospital donde estaba, y mucho menos la habitación familiar donde dormía todos los días. Pero, una habitación extraña en tonos azul claro. Se veía muy espaciosa.
Alena trató de levantarse para sentarse y apoyarse en la cabecera de la cama.
"¿D-dónde estoy?", murmuró con voz ronca.
Su garganta se sentía muy seca, como si no hubiera bebido durante días.
Alena miró a su alrededor. Aquí era muy lujoso. ¿Era esto un hospital VIP? Pero, parecía un hotel. Aunque ella y su hermano vivían cómodamente, su hermano no podría pagar todo esto.
Luego, su vista captó libros alineados, un escritorio, un tocador y otras cosas. Alena adivinó que esto no era un hotel u hospital. Pero, ¿como la habitación de alguien? Muy diferente a su habitación.
Alena miró sus propias manos. Parece que, ¿había algo diferente?
Luego, se tocó la cabeza que estaba un poco mareada. Había una venda enrollada. Pero, al recordar el accidente, parecía más grave. ¿Por qué solo la cabeza? Todo su cuerpo se sentía bien. ¡Y ah! Alena se dio cuenta, ¿por qué su cabello era de color castaño? cuando, su cabello era negro azabache. ¿Lo había teñido su hermano? Eso era imposible.
Alena intentó levantarse y acercarse al espejo junto a ella.
Al enfrentarse al espejo, Alena se quedó boquiabierta.
Se mostraba una hermosa joven con una estatura un poco más baja que la suya, sus iris eran de color almendra, cabello castaño lacio debajo de los hombros.
"¡¿Soy yo?!" exclamó asombrada.
Porque la persona en el espejo no era ella misma. Su rostro no era tan hermoso, su piel no era tan blanca y tersa, el tamaño de su cuerpo era un poco más alto, su cabello era negro no castaño, luego, el color de sus ojos era marrón no almendra.
¿Había transmigrado como las novelas de fantasía que leía? Pero, Alena no lo creía mucho. Pero ahora... parece que empezaba a creerlo.
"¡¿Pero quién soy?! ¡¿Dónde estoy?!" Alena gritó frustrada. Su voz todavía era ronca porque no se había llenado de agua.
¡Brak! Alena saltó asustada al oír que la puerta de la habitación se abría.
Se vio a una hermosa mujer de unos 38 años. Seguido por un hombre adulto de unos 40 años. Luego, detrás de él había un apuesto joven no muy lejos de su edad.
"¿¡Alena?! ¿¡Ya te has despertado?!"
La única mujer que llegó hace unos segundos, exclamó al ver a Alena. Se acercó y abrazó a la joven que seguía de pie frente al espejo.
"Cariño... ¿estás bien?", preguntó suavemente un hombre de mediana edad que todavía se veía elegante, su rostro estaba muy preocupado.
"Dek, ¿hay algo incómodo?" Ahora era el turno del joven de preguntar.
Alena no les respondió, porque todavía estaba confundida y asombrada por la situación. Había muchas preguntas en su cabeza. ¿Quiénes eran? ¿Por qué esta mujer extraña sabía su nombre? Y kak Alodie, ¿dónde estaba ella?
"Lo siento, ¿quiénes son ustedes? Y... ¿dónde está mi hermana?"
Finalmente, solo esa pregunta salió de los labios de Alena.
Después de escuchar la pregunta de Alena, sus rostros cambiaron de inmediato. La mujer que abrazaba a Alena con fuerza soltó su abrazo. Sus rostros estaban igualmente sorprendidos.
Después de recuperarse de su sorpresa, la mujer frente a Alena respondió señalando al joven que todavía estaba aturdido. Su voz sonaba temblorosa. "Este es tu hermano, cariño..."
Alena negó con la cabeza suavemente. "No. Mi hermana es mujer".
Al escuchar eso, sus expresiones volvieron a ser de sorpresa mezclada con preocupación.
"¡Alena... este es tu hermano!", intervino el joven suavemente.
El joven se acercó a Alena y le tomó la mano. Alena se negó a negar con la cabeza.
"¡Ravael! ¡Llama al doctor Ferro aquí!"
Ante la respuesta de Alena de negar con la cabeza, el hombre que había estado en silencio desde el principio ordenó a la persona que decía ser el hermano de Alena que llamara al médico. Sin rodeos, el que recibió la orden se apresuró a salir corriendo de la habitación.
"Alena, esta es mamá, hija..."
La mujer frente a Alena tenía los ojos llorosos. Volvió a abrazar a 'su hija'. Alena trató de corresponder al abrazo sin responder a sus palabras, porque realmente no entendía esta situación. Mientras que, el hombre a su lado seguía mirando a Alena preocupado.
Después de unos minutos, se oyó que la puerta de la habitación se abría de nuevo mostrando al hombre llamado Ravael con un médico que traía un instrumento de examen.
"Ferro, ¿por qué Alena no nos recuerda? Pero, en cambio, pregunta por su hermana. De hecho, Alena solo tiene un hermano. Alena no tiene amnesia, ¿verdad?" Las preguntas consecutivas del hombre adulto al lado de Alena dieron la bienvenida a la llegada del doctor llamado Ferro.
"La examinaré".
Después de decir eso, el doctor Ferro se acercó a Alena y la examinó. Mientras que, la mujer que había estado abrazando a la joven desde el principio soltó su abrazo y retrocedió un poco.
"Alena, ¿aún te duele la cabeza?", preguntó el doctor Ferro.
Alena solo asintió. La revisó de nuevo. Luego, después de unos minutos, el doctor Ferro abrió la boca.
"Lo siento, señor Alvarendra. Parece que Alena sufre de amnesia total. No recordará su infancia hasta ahora. Así que, descanse lo suficiente y lleve a Alena a los lugares que ha visitado antes para que recupere un poco su memoria", reveló el doctor Ferro extensamente.
Las expresiones de las tres personas se volvieron más aterradas y preocupadas.
La mujer que parecía ser la madre del cuerpo que Alena ocupaba, se tapó la boca y lloró a sollozos. Volvió a abrazar a Alena. Mientras que, dos hombres de diferentes edades al otro lado miraban a Alena con los ojos rojos conteniendo las lágrimas.
No sabía por qué, Alena también se sintió triste. Sintió que no podía soportar ver su tristeza, así que Alena de repente lloró siguiendo deseos fuera de su control.
"No estés triste, cariño. Mamá, papá y el hermano Ravael intentarán ayudarte a recuperar tu memoria", consoló la mujer que la abrazaba suave y cálidamente, haciendo que el anhelo y el deseo por el afecto de una madre surgieran en el corazón de Alena.
Después de que la situación se calmó, soltó su abrazo. Sus ojos estaban hinchados por llorar durante mucho tiempo. La madre de Alena miró a su hija con tristeza.
"¿Recuerdas tu propio nombre?"
Alena negó con la cabeza respondiendo a su pregunta, porque no sabía el nombre completo del cuerpo de la joven que ocupaba. No podría ser el mismo, ¿verdad? Alena no conocía el lugar y la gente aquí. Aunque sintiera que no tenía amnesia, era mejor que fingiera tener amnesia.
La madre de Alena suspiró pesadamente, pero su cálida sonrisa no se desvaneció.
"Cariño, tu nombre es Alena. Alena Valencia Alvarendra", dijo mientras sostenía ambos hombros.
Alena solo asintió. Resultó que su nombre completo era diferente a su nombre original y parecía ser de apellido.
"Luego, la mujer que tienes frente a ti ahora es tu mamá, Berliana Velicia", señaló a sí misma.
Su dedo índice giró hacia otra dirección. "Este es tu papá, Devian Alveno Alvarendra".
"Y él—" Su dedo índice terminó en el joven que había estado mirando a Alena en silencio.
Cuando Alena se encontró con su mirada, el joven sonrió suavemente.
"Ravael Revalno Alvarendra".
Alena se quedó atónita y parpadeó confundida. ¿Por qué el nombre y el apellido le son tan familiares?
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