DESPUÉS DE TODO, TÚ FUISTE TORPE FRENTE A MÍ

Después de reírnos tanto, escuché unas palabras tuyas que recuerdo, y me da risa, todavía no puedo creer que una chica, deja de eso, una persona lo hubiese hecho con un desconocido.

-Necesito llegar a mi casa, me estoy meando y ya se me salió un chorrito, ¿Alex?

Sí, efectivamente ese era mi nombre. Lo supo por el perfil por el que le mandé la solicitud y acaba de contestar, pensé yo .De inmediato levanté la sombrilla y lo cerré, creo que ya no tenía caso usarlo ya no podía cumplir con la función de protegernos del agua, estábamos empapados, hasta creo que si en ese momento Laura se hubiese hecho del baño como lo menciono ni cuenta me hubiera dado.

La tomé de la mano por impulso, y comenzamos a correr bajo las pequeñas gotas de lluvia y las que provocaban nuestras pisadas, yo me sentía pesado por el agua en mi cuerpo, pero aún así corrí para que la chica que tenía tomada de mi mano no fuese a tener un accidente, aunque se resbaló varias veces por sus tenis, las rampas que habían en las casas para hacer cochera, y no es por presumir pero gracias a mi no cayó, por fin llegamos a su marquesina, sacó su llave y entró corriendo como si alguien la estuviese siguiendo.

Iba a partir, cuando vi que la puerta estaba todavía abierta no supe si cerrarla o tocar para que alguien o ella salieran a hacerlo, estaba con mis pensamientos cuando la puerta se abrió por completo, era ella con una toalla en la cabeza, parecía monja, me sonrío.

- Pensé que te irías sin poder agradecerte, te portaste bien chido conmigo, aunque no se si lo hiciste para enmendar que te burlaras de mí.

-Ja, no lo hice por eso, creo que no tendría por qué disculparme, después de todo tú fuiste torpe frente a mi.

-Jaja ¿torpe? bueno creo que tienes razón, pero no sabía que era correcto reírse de las desgracias ajenas. Creo que eres un descarado e insensible -su rostro cambió a una mueca de molestia.

-Payasa-. Fue todo lo que le dije, me di la vuelta y me dirigí a mi casa pensando _eso me pasa por ayudar a niñas torpes.

Llegué a mi casa, y mi mamá me miró.

- ¿Por qué no me llamaste para que fuera por ti? - me dijo

- Ya no soy un niño -le dije mientras me quitaba los zapatos.

- Si te enfermas, como ya no eres un niño, te cuidarás tu sólo y si no fueras un niño ni te hubieras mojado tanto, ¡y más aun llevando sombrilla!

Me enojé al recordar el por qué estaba empapado, pero sonreí al recordar a mi querida Laura riendo como loca y sus muecas que hacía al aguantarse para ir al baño. Me dirigí a mi cuarto a cambiarme

- Ya te preparé el baño para que te metas a bañar, no quiero que te enfermes - dijo mi madre con una sonrisa, siempre ha sido la mejor mamá del mundo - ¿cenas? - me preguntó