Podía sentir toda la flojera del mundo en mi cuerpo justo en este momento. No tenía ni idea de que hora es pero los rayos del sol comenzaban a molestarme en la cara.
Lotte
─¡¿Eh?!
Abrí mis ojos y vi una lámpara en el techo. No tiene nada de extraño una lámpara pero lo extraño es que, no tengo ese tipo de lámparas en mi casa.
Y mucho menos en mi habitación.
Mi vista estaba un poco borrosa al principio.
Pero después pude entenderlo todo.
¡ESTA NO ERA MI HABITACIÓN!
Lotte
─Diablos.. Siento que me va a estallar la cabeza.
Lotte
Solté un suspiro y me levanté de la cama en busca de mi celular pero cuando miré mi vestimenta.. No traía mi ropa encima. Era un camisón largo de color blanco con mangas largas.
¿Que pasó anoche exactamente? No lo sé pero mi mente está jugando a pensar muchas cosas y siento mis mejillas un poco rojas.
Shin
─Buenos días.
Escuché la voz de un hombre, la voz de shin más bien. Me giré de inmediato y pude verlo recostado en la puerta. Está usando un traje oscuro, tiene sus ojos fijos en mí.
Casi gritando, hablé. Estaba demasiado nerviosa y mis mejillas se tornan más rojas cuando él me dedica una amplía sonrisa.
Shin
─¿Anoche? Eso debería de preguntarle a usted.
Lotte
─¿A.. mi? ¿Cómo puedo responder eso? No recuerdo nada..
Shin
─Lotte, anoche te encontré durmiendo en mi carro.
¿¡QUÉ?! ¡TIERRA, TRÁGAME!
No recuerdo nada de nada y esto es demasiado vergonzoso. El se acerca hacía mi y me extiende su mano la cuál lleva un pequeño frasco de pastillas.
Shin
─Ten, son pastillas para el dolor de cabeza. Toma una ducha y usa ropa nueva para que me acompañes a desayunar, bonita.
Lotte
─Aún tenemos que hablar.. Tengo preguntas..
Shin
─Lo sé, puedo verlo.
Lotte
─No puede ser.. ¿Tan mal estaba anoche?
El da unos pasos más y se acerca hacía mi, cruzado de brazos. Aun manteniéndo esa perfecta sonrisa. Haciéndome morder mis labios.
Shin
─Lotte..
Sube una de sus manos y me acaricia la mejilla mientras me pierdo en sus ojos encantadores. Puedo ver que tan confusa y penosa está la situación pero claramente aquí hay algo raro.. entre los dos.
Shin
─Te responderé todo lo que quieras saber.
Estas palabras me hacen suspirar. Él desliza su dedo pulgar por mi mentón y lo levanta firme, haciéndome sonrojar aún más. Está demasiado cerca.
Shin
─No tardes, bonita.
Lo dice en un tono suave, calmado. Me vuelve a sonreír encantador, aparta su mano de mi rostro y se marcha de la habitación.
Lotte
─¡AGH!
Me quejo, tirandome en la cama. Revisé mi celular y tenía demasiados mensajes y llamadas perdidas de mis amigos, deben estar preocupados. Les dejé un mensaje para hacerles saber que estoy bien.
Me levanté de la cama y fuí al baño para cepillar mis dientes, tomar una ducha y luego ponerme la ropa. Era un enorme armario y incluso llegué a pensar que quizás esta ropa era de alguien más.. Quién sabe.
Bajé de la habitación para llegar a lo que vendría siendo su sala de estar.. Es demasiado grande su casa aunque parece que vive solo ya que no he visto a nadie más que sólo el.
Shin
─Te queda bien.
Lotte
─¿La ropa?
Shin
─Todo.
Puedo ver como sonríe de forma divertida y le devuelvo la sonrisa.
Shin
─Ven, hora de comer.
No me había fijado en lo pequeña que era la cocina. Bueno, está bien para una persona que vive sola.. ¿No?
Lotte
─¿Tú cocinaste?
Shin
─Sí, ¿no le parezco ser un buen chef a simple vista?
Él levanta una ceja, mirándome de reojo mientras está preparando los platos.
Lotte
─No, no es así.
Me senté e crucé las piernas, apoyé mis manos en la mesa mientras dejo que mi radiante Chef haga lo suyo en la cocina.
Shin
─¿Ni un poco?
Esta vez yo soy la que le sonrie sin más.
Lotte
─Sólo un poquito.
Nuestras risas se hacen presente en la cocina.
Él trae para desayunar unos huevos cubiertos que con el simple olor me hace agua la boca. Un café azteca frío con leche y hielo; una o más bolas de helado, independientemente de su sabor (pero lo general de chocolate). Prácticamente se acerca más a un postre que a una infusión. Y de postre tengo un pequeño flan con dulce de leche o con caramelo, es un postre ideal para cualquier ocasión.
Pero sólo veo estos platos. Es decir ¿él no va a desayunar? ¿Acaso ya desayunó antes?
Oh, cierto. Tengo el celular en silenciador.. Debe estar lleno de mensajes.
Necesito buscarlo.
Shin
─¿Porqué tan callada? ¿Acaso quiere que le de la comida en la boca?
Oh, no.
Mis mejillas pálidas ahora se encuentran rojas como un tómate.
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HINATA---CHAN~☆
AAAH
2020-09-01
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