<El reloj marcaba las 9:53 p.m. La lluvia golpeaba suavemente la ventana de mi habitación. Mi ropa ya estaba en el closet, pero yo no había desempacado nada dentro de mí.>
Dafne
[Odio estar aquí.]
<Me senté en el borde de la cama, con las manos entrelazadas. No sabía si tenía ganas de llorar o de escapar. Pero sabía algo: esa casa estaba llena de secretos… y todos parecían conocerlos, menos yo.>
Toc, toc –dijo una voz con un tono burlesco.
<La puerta se abrió sin esperar respuesta. Era Edu. Mi tío. El hermano de mi madre.>
Edu
Qué gusto verte, sobrina. Tan seria como siempre.
Dafne
Qué gusto verte, tío. Tan inoportuno como siempre.
<Sonrió. Se acercó con una copa de vino y se la llevó a los labios.>
Edu
No tengo por qué saber nada. Estoy aquí porque ellos lo decidieron. No porque lo quiera.
Dafne
Eso es lo peligroso de esta familia… se hacen favores que siempre tienen precio.
Edu
Ten cuidado con Ian –dijo de pronto, bajando la voz–. No todos los silencios son vacíos, Dafne.
<Lo miré. Quise preguntarle más, pero ya se había ido. Así era Edu: aparecía, soltaba algo que te sacudía… y se iba como si nada.>
<La cena fue silenciosa. Vita estaba en la cabecera, como una reina de piedra. Josh a su derecha. Marian ni siquiera me miró. Ian tampoco. Pero podía sentir su presencia como una carga. Fuerte. Fría. Arrogante.>
Vita
¿Te estás adaptando? –preguntó, cortando su carne con precisión.
Dafne
Claro –respondí, sin mirarla.
Josh
¿Ya conociste la casa? –preguntó, aparentando interés.
Dafne
Conocí lo suficiente.
<Ian bebió de su copa sin decir una palabra. Pero me observó. Lo vi. Lo sentí. Era una mirada que dolía y al mismo tiempo quemaba.>
Dafne
(¿Por qué me miras así… si no me soportas?)
Dafne
<Cuando me levanté para irme, su voz me detuvo.>
Ian
No salgas sola por la noche, Dafne.
Dafne
¿Por qué? ¿Porque me vas a seguir?
<Silencio. Todos lo sintieron. Vita sonrió como si aquello la divirtiera. Marian bajó la mirada. Josh fingió no oír. Ian... Ian simplemente se puso de pie y se marchó.>
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