Capítulo 1 – El principio de lo que no debía pasar
<Las ruedas del auto negro frenaron frente a una mansión que parecía tragarse la noche. El motor se apagó. Y el silencio empezó>
Josh
Es aquí -dijo sin mirarme
Dafne
Ya lo sé
<Mi madre, Marian, bajó primero. Llevaba la mirada baja, como si ocultara culpa. Mi abuela Vita, en cambio, se quedó sentada, observando la entrada con su calma maldita. Siempre tan fría. Siempre tan ella.>
Dafne
[Esto no es una casa. Es una jaula de lujo.]
<Salí sin decir más. Mi abrigo largo cubría las piernas, pero no la incomodidad. Todo en este lugar gritaba peligro. El tipo de peligro que mata en silencio.>
Marian
Quédate tranquila. Solo será por un tiempo...
Dafne
Claro, mamá –susurré, sin creerle ni una palabra.
<La puerta se abrió. Un mayordomo me recibió con una reverencia seca. Al fondo, bajando las escaleras con lentitud, apareció él.>
<La oscuridad parecía seguirlo. Traje negro, expresión seria, mirada fría como el invierno. Ian Moretti.>
Dafne
[Nada impresionante. Solo otro imbécil con cara bonita.]
<Él me observó. No como se mira a una persona. Como si intentara descifrar un arma cargada. No dijo nada. Yo tampoco.>
Marian
Dafne, él es Ian –dijo con voz temblorosa.
Dafne
Hola –respondí, sin emoción.
<Ian asintió. Ni una sonrisa. Ni una bienvenida. Soló se giró y se fue. Como si yo no existiera. Perfecto.>
Dafne
[No quiere que esté aquí. Pues adivina qué, yo tampoco.]
<Esa noche, mientras deshacía mi maleta, una puerta se entreabrió. Pensé que era mi mamá. Pero no. Era él. Ian.>
Ian
Esta es tu habitación. No salgas después de las diez. No me gusta ver gente caminando por la casa.
Dafne
Entonces cierra los ojos.
<Se detuvo. Lo miré sin miedo. Él apretó la mandíbula. Un segundo más… y habría dicho algo más. Pero no lo hizo. Cerró la puerta.>
<Y ahí, en ese silencio, lo supe.>
Dafne
[No me quiere aquí. Pero algo en sus ojos… lo contradice.]
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