Capítulo 2

Me quedé atónita al escuchar las palabras de Om Hans, ¿cómo podía saber que lo había estado mirando y admirando su atractivo? Bueno, es normal que lo admire, ¿en serio es muy atractivo? Mira a mi alrededor, hay muchas chicas mirando a Om Hans, aunque ya es viejo. Pero tiene la vibra de un sugar daddy, sobre todo porque es muy rico, tiene una mansión, su negocio va bien, aunque se rumorea que también tiene negocios turbios. Pero no importa, lo importante es que es guapo. Para mí, admirar no es problema. De todos modos, admiro a los actores coreanos todos los días, porque mi pasatiempo es ver dramas coreanos.

¡Chasquido!

"¡Ahww...!" exclamé.

Om Hans me dio un golpecito en la frente con el dedo hasta que me estremecí de dolor y di un respingo.

"Oye, ¿no me mires así? Te vas a enamorar, ¿eh?", dijo.

"¿Qué tonterías dices? No estoy mirando. ¡Estoy pensando, se me acabaron las ideas!", respondí.

"Me gustan tus historias, eres inteligente para crear historias que a veces son un poco subidas de tono", dijo Om Hans.

"No sé, eso es lo que sale de mi cabeza", respondí.

"¿Qué género estás escribiendo ahora?", preguntó Om Hans.

Le expliqué qué género estaba escribiendo ahora. Muchas de mis historias están inconclusas, tal vez porque soy demasiado ambiciosa para crear tantas historias. Pero, tranquila, poco a poco las terminaré. Om Hans parecía estar mirándome seriamente mientras le contaba lo que estaba escribiendo. También me preguntó con quién había ido al café. Es obvio que estoy sola, pero es gracioso que pregunte con quién. Prefiero ir a todos lados sola, es más cómodo y libre. A lo sumo con un amigo que entienda muy bien mi personalidad.

"¿También escribes dramas de infidelidad?", preguntó Om Hans.

"Por supuesto", respondí.

"¿Experiencia personal?",

"Rey nunca me ha engañado hasta ahora", dije mintiendo.

"Qué bien. Yo también soy fiel, pero no sé Zahra", dijo.

"Espero que la señora Zahra sea fiel, Om. ¿Cómo no va a ser fiel? Tener un Om tan guapo, estable, con una mansión, con todo a su disposición, ¿cómo va a engañar y no ser fiel?", dije.

"No sé si ella es fiel o no, ojalá lo sea. En esta era en la que las mujeres son cada vez más sociables, es difícil encontrar una esposa fiel, pero tal vez la encuentres en ti, Nik", dijo.

"¿Por qué me incluyes a mí, Om?", dije.

¡Es cierto, tu esposa te está engañando, Om! Con mi marido. ¿Tu esposa no se está volviendo más salvaje ahora? Me sorprende que su comportamiento real y sus publicaciones en las redes sociales, que son todas religiosas, resulten ser así. No sé desde cuándo tu esposa y mi marido se engañan.

"Eres diferente, Nik. Te gusta estar sola, no te gusta reunirte con amigos, como la mayoría de las esposas, que a menudo se reúnen para rifas, actividades sociales que no sirven para nada. Presumen de esto y aquello, hasta que exponen sus cuerpos al público. Hay muchas mujeres así ahora, ¿mientras que tú? Desde que seguí algunas de tus cuentas de redes sociales, nunca has publicado una foto tuya, y mucho menos sola, rara vez con amigos. Una vez que hay una foto con amigos, ¿ocultas tu rostro con pegatinas?", explicó con tanto detalle. "¿Eres tan introvertida? ¿Hasta vas a un café sola?", añadió.

"Uy, ¿le gusta espiar y ser curioso con mis cuentas de redes sociales, eh? No soy tan introvertida. Todavía tengo amigos, pero rara vez nos reunimos, cuando nos reunimos lo más que hacemos es comer y chismear", expliqué.

"Es raro que haya una mujer así, Nik", dijo.

"Las mujeres deben ser fieles, deben ser capaces de proteger su dignidad como esposas. Sí, mi apariencia es así, todavía estoy lejos de ser una mujer piadosa, pero sé cómo debe ser el comportamiento de una esposa. ¿La señora Zahra no es así?", pregunté.

"Puedes juzgar por ti misma, por sus redes sociales. No la prohíbo, pero no debería ser así, pero déjala, si la regaño, seguro que se enfada, aunque la regaño suavemente", explicó.

"Cuando quieras regañar a tu esposa, debes acariciarla dulcemente, Om. ¿Sobre todo si la acaricias con billetes rojos con el sello de Soekarno-Hatta? Así seguro que obedece", dije riendo. Om Hans solo sonrió dulcemente, mientras me miraba profundamente. "La señora Zahra se ve joven, Om. Todavía tiene un cuerpo sexy, aunque ya tiene tres hijos. ¿Eh? ¿Y yo estoy así?", dije elogiando a Zahra.

"¿Así cómo, Nik? Eres hermosa, ¿sabes? Tal vez no tengas confianza en ti misma tal como eres. Por eso no te quedes siempre detrás de las cámaras, Niken", dijo.

"¿Hermosa cómo? Si estoy gorda así. Parece que la esposa de Om todavía es muy sexy aunque ya tenga edad, aunque ya tenga tres hijos, le gusta hacer aeróbicos, Om. Así que está en forma", dije.

"Sí, bueno, déjala, que sea feliz. No quiero entrometerme en su vida", dijo Om Hans.

"Tú también haces aeróbicos, ¿verdad?", preguntó Om Hans.

"Sí, solía hacerlo a menudo, pero ahora rara vez lo hago desde que escribo. Creo que hacer eso es una pérdida de tiempo, así que lo reemplacé con ejercicio en casa para ahorrar tiempo. Si estoy en el estudio de gimnasia, además de charlar de esto y aquello, y otras cosas, se pierde el tiempo. Tengo que cocinar, tengo que ordenar, tengo que escribir", expliqué.

Sí, ¡tu esposa solo se dedica a hacer gimnasia! Hasta que no tiene trabajo. Sus videos de gimnasia se publican en las redes sociales. A pesar de que usa hijab, se graba haciendo gimnasia. Además de eso, ¿una vez vi a tu esposa enviarle un video de gimnasia a Mas Rey? ¿Para qué? ¿Es la gimnasia de tu esposa una provisión para complacer a hombres ajenos? ¡Presume de ser syar'i pero se comporta como un Dajjal!

Miré el reloj en mi muñeca izquierda, ya marcaba las diez de la noche. Miré mi teléfono y había un mensaje de Mas Rey.

[Niken cariño, todavía no he terminado de trabajar, tal vez me quede en el taller. Mañana hay un coche que tengo que recoger]

Resoplé con exasperación después de leer el mensaje de Mas Rey. Sabía que iba a continuar con sus acciones con la señora Zahra. Estaba segura de ello.

"Me voy a casa, Om. Ya son las diez de la noche", me despedí. Aunque tenía muchas ganas de sorprenderlos de nuevo.

"Ah, vale, ten cuidado. ¿Vas en coche o en moto?", preguntó Om Hans.

"No sé conducir, Om. Mas Rey no me deja aprender a conducir. Así que voy en moto", respondí.

"¿Por qué es así? Aprende, ¿no? Ruega a Rey que te enseñe", dijo.

"Parece que no es necesario, Om. Es complicado, es mejor ir en moto", dije. "Vale, Om. Me voy a casa", me despedí de nuevo.

Puse mi iPad en mi bolso, también mi teléfono. Me fui inmediatamente a casa. Tenía que volver a mirar en el taller, si Zahra todavía estaba allí. Arranqué mi moto hacia el taller. A pesar de que el café estaba cerca de casa, di la vuelta hacia el taller de Mas Rey.

Todavía vi el coche de Mas Rey allí. El coche de Zahra también estaba allí. Entré a escondidas y vi la puerta de al lado ligeramente abierta. Seguía igual que antes cuando fui allí para llevarle comida a Mas Rey. Entré a escondidas y volví a escuchar los gemidos de personas que estaban teniendo relaciones sexuales. Era repugnante, vi a Mas Rey disfrutando de lo de Zahra, chupándolo con avidez hasta que Zahra se estremeció mucho.

Me sentí débil al presenciar eso. Salí, lloré con todas mis fuerzas y me di cuenta de que Om Hans también estaba allí presenciando a su esposa así. Me senté en el patio del taller, Om Hans se acercó a mí, me abrazó mientras yo lloraba desconsoladamente al ver a mi marido así de nuevo.

"Vámonos a casa, déjalos así".

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