Despedida

Tenía una cara de susto horrible, pero tan pronto me vio hasta lo ví sonreír, se acercó a mi rápidamente, me preguntó si estaba bien, y se quedó allí a mi lado, la verdad se lo agradecí, pero en mi mente, porque sí estaba bastante asustada, y tenerlo allí cerquita me hizo sentir mejor.

—No te preocupes, todo va a estar bien, el ejército sacará a esa gente de aquí, todo volverá a ser como antes.—

—Tengo miedo, mi mamá y tu papá dónde estarán?—

—Ellos deben estar bien, recuerda que mi casa es muy segura, no te preocupes.—

Ese enfrentamiento duró horas, y luego cuando calmó, nos tocó esperar más tiempo para poder salir de allí, ya estaba oscureciendo cuando los papás empezaron a llegar por sus hijos, y entre ellos mi mamá y el señor Aaron, ellos nos recogieron rápido y volvimos a su casa, no vimos nada del pueblo, porque estaba oscuro ya, pero nuestros papás comentaban que habían muertos y que todo era un caos.

La sorpresa nos la llevamos, cuando vimos que todas nuestras cosas estaban recogidas, mamá dijo que nos íbamos de aquí, eso me preocupo, yo no me quería ir, que iba a ser de mis gallinas, de mis matas, de mi abuela.

—Mamá yo no me quiero ir de aquí.—

—Nos tenemos que ir ¿que tal que ese hombre venga por ud? Mire no más como estuvo esta guerra, y esto va pa largo, no quiero vivir así y lo mejor es irnos a buscar a su papá, con el podemos encontrar una solución.—

No tenía de otra, nos iríamos, yo me iba de aquí y él, el cretino se quedaba, me sentí muy triste, pero no podía evitarlo. Apenas amaneció el señor Aaron nos llevo en su camioneta al pueblo siguiente, allí es donde se cogía el bus para ir pa donde mi papá.

Mientras mi mamá y don Aaron se despedían, Austin me habló.

—Te voy a extrañar Margarita, lamento que todo se haya puesto tan duro por aquí, me quedo tranquilo al pensar que vas a estar bien y que no vas a correr peligro, por favor cuídate mucho, y si un día vuelves por aquí, espero podamos vernos de nuevo.—

—Claro que voy a volver, espere y verá, así que no se ponga triste, porque al fin ni bien me cae.—

—Lo sé, pero tú si me caes bien, y quisiera que no te fueras, pero no puedo evitar que lo hagas, solo que antes de que te vayas quiero decirte algo.—

—¿Qué cosa?

—Que me gustas, me gustas mucho, y que me hubiera gustado que fueras mi novia.—

Nunca espere que el cretino me dijera algo así, es que los últimos días había cambiado mi manera de verlo, antes le tenía rabiecita, porque todo el tiempo estaba con una y otra, aunque nunca escuché que tuviera novia, pero ahora que hablamos más y que hasta en su casa me quedé, pude darme cuenta que no es tan cretino como yo pensaba, y ahora que me decía que yo le gustaba, me sentía como flotando en las nubes.

—Me arrepiento de no habértelo dicho antes, es solo que pensé que éramos muy chicos aún para eso, y quise esperar a que fuéramos un poco más grandes, pero ahora tú te vas y no quiero que lo hagas sin saber lo que siento, si un día vuelves, quisiera tener una oportunidad, ¿que dices?—

—¿Una oportunidad dice?—

—Si, ¿quieres?.—

Yo me iba de este lugar, y segurito otra le iba a gustar, no dicen que cuando el gato no está los ratones hacen fiesta? Yo no le iba a dejar así nada más el camino libre a los ratones, así que...

—¿Y porqué no puedo ser su novia desde ahora?—

El me miró así con esos ojotes bonitos y me sonrió.

—¿Quieres ser mi novia?—

—Si quiero ser su novia, y lo voy a llamar para decirle dónde estoy y me vaya a visitar.—

—Por supuesto que iré, así que desde ahora eres mi novia y no puedes mirar a otros chicos, si alguien te enamora debes decir que tienes novio y que es muy celoso.—

—Yo soy brava y no todo el mundo se me acerca, pero ud, jumm.—

—Bueno, sabiendo que mi novia es brava, tendré que dejar de ser tan amigable, a mi novia no le gusta que se me acerquen y yo tengo que respetar eso.—

Los dos nos reímos y luego llegó el bus, nos despedimos con un abrazo, pero luego el me dejó un besito en los labios, ese fué mi primer beso, y vino del cretino que tan mal me caía, pero que me hacía muy feliz.

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

Austin.

Ella se fué, está mañana muy temprano la ví partir, pero aunque fue un momento muy difícil para mí, también fue el más bonito, por fin le pude decir lo que sentía, y me di cuenta de que ella me correspondía, eso me hizo feliz, curiosamente nos hicimos novios en esa despedida, y aproveché para darle un besito, fue simple y rápido, pero el mejor de toda mi vida.

Ella se fue está mañana, y aquí nada se siente igual sin ella, papá y yo estamos confinados en la casa, porque afuera todo está tenso, en cualquier momento se desata otro enfrentamiento.

—¿Qué haces?—

—Tareas papá, aunque no sé cuando regrese a la escuela, tengo que seguir estudiando, no puedo relajarme, tengo un nivel que mantener.—

—Tú eres muy bueno para el estudio, y me preocupa que cuando salgas del bachillerato yo no tenga los recursos para darte una buena carrera universitaria.—

—Precisamente por eso me esfuerzo en ser el mejor, mi plan es poder conseguirme una beca y así hacer la carrera que deseo, de esa manera tú no tendrás que hacer nada, solo cuidar de ti mismo.—

—Mi deber como padre, es darte lo que necesitas, así que me esforzaré más, he pensado en que deberíamos irnos a la ciudad.—

—¿Que? ¿Porqué?—

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