Los primeros meses Nilsa lloraba demasiado lo que provocó que su padre adoptivo odiara llegar a casa.
Su madre adoptiva se sentía molesta con la pequeña, cuando cumplió un año ella dejó de llorar ya se había acostumbrado al aroma de la mujer que la golpeaba cada vez que ella lloraba.
La madre adoptiva de Nilsa a los dos años, comenzó con náuseas y vómitos, ella esperaba un varón.
Le informo a su esposo sobre la noticia que por muchos años habían esperado. El hombre al saber que pronto llegaría a su vida un hijo varón, comenzó a pasar más tiempo con su esposa.
La madre adoptiva de Nilsa ya no tenía tiempo de cuidarla, la servidumbre era la que se encargaba de darle comida a la Nilsa, cuando el hijo de su familia adoptiva nació toda la atención era para el pequeño, Nilsa estaba emocionada por qué tendría un hermano con quién jugar, cuando se acercó a él su madre la empujó, le dijo que él no era su hermano y que ella no podía estar cerca de él.
La pequeña niña salió llorando de la habitación y corrió a los brazos de la cocinera, ella le tenía mucho cariño a Nilsa, pues miraba como la trataba su madre.
Le dijo que su madre estaba cansada y por el embarazo reaccionaba de esa manera, que su hermano aún era pequeño para jugar, que lo mejor era estar lejos de un bebé llorón, Nilsa miraba a la cocinera con sus enormes ojos y por alguna razón a la edad de dos años podía entender lo que la cocinera le platicaba.
Antes de irse la cocinera le preparaba la cena a los señores de la casa, a Nilsa le daba de comer en la cocina, la sentaba en una pequeña silla y ella se sentaba en el suelo, le enseño a tomar la cuchara.
Después que los señores se marchaban a su habitación con su hijo, tomaba a la niña en sus brazos y la subía a su recámara, le colocaba su pijama, le contaba historias mágicas para dormir y cuando ella dormía le cerraba la puerta con seguro para que ella no saliera a molestar a los señores de la casa. Nilsa cuando tenía pesadillas, abrazaba a su pequeño oso que la cocinera le había regalado, lloraba en silencio o su padre entraba con el cinturón en mano para golpearla.
Solo bastó una noche para que la pequeña Nilsa aprendiera a dormir en silencio, la cocinera cuando vio las piernas marcadas de Nilsa la abrazo y lloraba en silencio. Nilsa le dio un beso en la mejilla, le dijo; ya no voy a gritar nani.
Los años fueron pasando, Nilsa se volvió la ayudante de Nani, pasaba el tiempo cocinando y lavando platos, cuando llegaban las visitas de la familia, Nilsa tenía prohibido aparecer, a la edad de seis años la mandaron a dormir al sótano, jamás cruzó una palabra con el hijo de su familia adoptiva, el la miraba como un sirviente más. La poca ropa que tenía Nilsa era ropa que Nani le regalaba.
Nilsa sabía que esa familia no la amaba y que ella solo era un estorbo para ellos, le rogó muchas veces a Nani que la llevara con ella, pero Nani tenía miedo que sus jefes la acusaran de secuestro al final Nilsa tenía su apellido.
A la edad de diez años Nilsa se sentía extraña, empezó a temblar, su cuerpo tenía fiebre, sentía que le faltaba aire, no quería hacer ruido, sabía que si ella salía a pedir ayuda le iba a ir peor. Pero su cuerpo necesitaba sentir el aire fresco de la noche, se acercó a una pequeña ventana, la abrió y saco su rostro, su cuerpo seguía temblando, comenzó a sentir que sus pequeños huesos se quebraron, ella quería gritar de dolor, pero el miedo a despertar a su padre la aterraba más, mordió sus labios y lloraba en silencio, de pronto el dolor fue tan fuerte que perdió el conocimiento.
En la mañana Nani entro a su habitación, ya era tarde para el desayuno y Nilsa no estaba despierta.
Al entrar observó a la pequeña niña tirada en el suelo con su ropa desgarrada, ella pensó en lo peor, tomó a la niña en sus brazos, Nilsa despertó y le contó a Nani que sus huesos se quebraron, Nani la miró y pensó que alguien había abusado de la niña, que la habían dañado al grado de romperle los huesos.
- ¿quién te daño Nilsa?, preguntó enojada Nani.
- Nadie, estoy enferma no podía respirar y mis huesos comenzaron a tronar, pensé que despertaría a los señores de la casa, pero creo que no me escucharon, dijo Nilsa cansada.
- Vístete hija, tenemos que salir de aquí.
Nilsa tomó ropa limpia y se cambió, Nani tomó de la mano a la niña. Salieron de la mansión hasta llegar a una estación de policía.
- ¿qué hacemos aquí Nani?
- vamos a denunciar a tus padres, ya no puedo permitir que te hagan más daño. Se podía mirar el rostro de Nani muy molesto.
Se acercó a un policía y le contó todo lo que la familia Armands le hacía a la pequeña Nilsa.
Nilsa miró asombrada a Nani, ella sabía que sus padres se iban a molestar mucho por lo que la cocinera le contaba a la policía. Asustada miró a Nani.
- ¡Ellos no me dañaron!, gritó mientras salía corriendo de la comisaría.
Nani y el policía corrían detrás de ella.
- detente niña te vamos a ayudar, decía el policía al correr.
- ¡Nilsa detente cariño!, gritaba Nani
Nilsa sabía que sus padres iban a castigarla por decirle a la policía, corría con lágrimas en su rostro, ella sabía perfectamente que ellos no eran sus padres, a la edad de seis años el señor Armands le gritó que ella era una niña huérfana y que gracias a ellos tenía un apellido, pero que ella no era digna de recibirlo.
Mientras ella permaneciera callada, los señores no la golpeaban, sabía cuál era su lugar, la cocina y ayudando en la limpieza del hogar eran sus oficios para pagar la comida que se le daba.
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Updated 61 Episodes
Comments
Yusmeli Castillo
los huérfanos son que sufren
2024-02-15
1
Lorena Larios
en fin así hay personas que adoptan y después los hacen a un lado
2023-09-29
3
Ana Laos
que comienzo no entiendo cómo pueden adoptar niños para luego maltratarlos se me parte el corazón 😢😢
2023-09-15
1