Los días pasaron en Crescentville, y el romance entre Elena y Alex florecía como un jardín encantado. Cada encuentro era una nueva oportunidad para conocerse mejor y descubrir los rincones más profundos de sus corazones. Se convirtieron en cómplices de sus sueños y en confidentes de sus temores, compartiendo sus alegrías y preocupaciones sin reservas.
Una tarde, mientras paseaban juntos por el parque, Elena notó un brillo en los ojos de Alex. Parecía tener algo en mente, algo que quería compartir con ella. Intrigada, lo miró con curiosidad.
"¿Hay algo que quieras decirme?", preguntó Elena, sonriendo con dulzura.
Alex tomó su mano con suavidad y la miró con cariño. "Hay algo que quiero mostrarte", respondió misteriosamente.
Elena aceptó el enigma con una sonrisa juguetona y lo siguió hacia un sendero que llevaba a un lugar oculto del parque. El camino estaba bordeado de flores silvestres y árboles centenarios, creando un escenario encantador para lo que estaba por venir.
Finalmente, llegaron a un claro rodeado de árboles altos. En el centro, había un pequeño piano de cola colocado sobre una alfombra mágica. Alex se acercó al piano y lo miró con orgullo.
"Este es mi rincón secreto, mi lugar de inspiración. Aquí es donde vengo a componer y a dejar que la música fluya libremente", reveló Alex, emocionado por compartir este rincón tan especial con Elena.
Ella se sintió honrada y agradecida por ser testigo de ese momento tan íntimo en la vida de Alex. "Es hermoso, Alex. Un lugar lleno de magia y melodías", expresó con admiración.
Alex sonrió y se sentó frente al piano. Sus dedos comenzaron a acariciar las teclas con delicadeza, creando una melodía suave y emotiva. La música llenaba el aire, mezclándose con los susurros del viento y el canto de los pájaros.
Elena cerró los ojos y se dejó llevar por la música, sintiendo cómo cada nota tocaba su corazón con suavidad. Era como si Alex le hablara a través de sus composiciones, expresando lo que a veces las palabras no podían decir.
Cuando la melodía llegó a su fin, Elena abrió los ojos y encontró a Alex mirándola con ternura. "Es una composición que escribí hace un tiempo. Quería compartirla contigo porque tú también eres parte de mi inspiración", confesó con sinceridad.
Las palabras de Alex tocaron el alma de Elena, y una sonrisa radiante se dibujó en sus labios. "Gracias por compartir este momento conmigo. Es una de las experiencias más hermosas que he tenido", dijo con gratitud.
Alex la tomó en sus brazos con dulzura, abrazándola como si quisiera protegerla de todo. "Eres muy especial para mí, Elena. Desde que llegaste a Crescentville, mi vida ha cambiado de una forma que nunca imaginé. Eres como un rayo de luz que ilumina mi mundo", confesó, susurrando al oído de ella.
Elena se sintió abrumada por sus palabras, pero también abrigada por el calor de su amor. No pudo evitar que una lágrima de emoción resbalara por su mejilla. "Tú también eres muy especial para mí, Alex. Nunca había conocido a alguien como tú, alguien que me hace sentir tan viva y feliz", confesó, mirándolo a los ojos con cariño.
El sol se ocultaba lentamente, pintando el cielo con tonos anaranjados y rosados. Elena y Alex se quedaron abrazados, contemplando el atardecer juntos, como dos almas que se encontraron en un lugar donde los sueños y la realidad se entrelazan.
A medida que las estrellas comenzaban a aparecer en el cielo, Alex tomó la mano de Elena y la llevó de vuelta al sendero principal. Caminaron juntos en silencio, disfrutando de la compañía del otro y de la magia que los rodeaba.
Al llegar a la puerta de la casa de Elena, se detuvieron una vez más, como si ninguno de los dos quisiera que ese momento terminara.
"Ha sido un día maravilloso", dijo Elena, mirando a Alex con cariño.
Alex asintió, acariciando suavemente su mejilla. "Sí, lo ha sido. Gracias por compartirlo conmigo", respondió.
Se despidieron con un beso tierno y lleno de promesas, dejando que el eco de la música y la magia del piano les acompañara en el silencio de la noche.
Y así, entre secretos compartidos y sonrisas intercambiadas, el amor entre Elena y Alex seguía creciendo como un río caudaloso, llevándolos hacia un destino lleno de emociones y sorpresas. Crescentville se convertía en el escenario de una historia de amor única y eterna, donde cada nota de piano y cada palabra escrita se convertían en símbolos de un amor que trascendía el tiempo y el espacio.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 30 Episodes
Comments