Capítulo 3

Clarisa : "Tch, que pena que tenga una hija tan tonta."

- ¿Quién es usted, señor? - se safó del abrazo del primer ministro, a Carolina no le gusta estar en contacto con otras personas.

El primer Ministro miró a Clarisa sorprendido, con los labios temblorosos preguntó - ¿Quién soy? -

- Sí, ¿Quién es usted? -

Clarisa: "Lo siento, pero tengo que fingir que no lo conozco para que mi comportamiento no seíga sospechosos."

Pensó al ver al hombre que temblaba como si alguien le hubiera lanzado un balde de agua fría encima y sin poder creer lo que había escuchado.

- S... S…soy tu padre, no asustes a tu padre de esta manera, sé que estás enojada porque la segunda princesa te dejó caer por accidente una maceta en la cabeza desde el segundo piso - el primer Ministro se sentía angustiado por su hija, no le podía hacer nada a la persona por dos razones, la primera era su esposa y segundo, lo más importante es que la persona causante del dolor de su hija es una princesa. No la puede tocar, sino toda su familia estaría en problemas y los acusarían de lastimar un miembro de la familia real.

Clarisa: "¿Así fue como la villana obtuvo el golpe en la cabeza que provocó la pérdida de memoria?."

Carolina se saltaba algunas partes donde salía los seguidores de la protagonista femenina.

Tatiana Renard, conocida como la segunda princesa, es la segunda hija del rey, es consentida por el rey, la reina y por su hermano mayor.

No se llevan bien con Clarisa, siempre discuten cuando se encuentra, cualquiera de las dos comenzaba a discutir. La mayoría de las veces ganaba Clarisa, pero su madre, Eimi la castigaba por la princesa y eso aumentaba el odio de la villana hacia su prima.

Y para Carolina, la princesa Tatiana es una de los seguidores de la protagonista femenina y por eso no leía las partes donde salía.

El primer Ministro miraba a Clarisa nervioso, cuando la vio que no decía nada, se preocupó aún más, porque sabía que Clarisa se enojaba mucho cuando se mencionaba a la segunda princesa y la expresión tranquila que tenía en el rostro no era normal.

El primer Ministro salió de la habitación para busca a un doctor dejado a Carolina sola.

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En un camino, se podía ver varios carruajes y caballeros con sus brillantes armaduras protegiendo a los carruajes.

- Que bueno que la odiosa de Clarisa no haya venido a esta prueba de magia, porque nadie la quiere cerca - la segunda princesa dijo alegre.

- No digas eso - Elisabeth le habló con voz adormilada, la noche anterior no pudo dormir por estar pensado que pronto su amado iba a divorciarse de su esposa actual, aunque su carácter es un poco malo.

- ¿Por qué no puedo decirlo? - la segunda princesa preguntó con voz insatisfecha - lo que estoy diciendo es verdad, nadie la quiere cerca, adamas, no sé por qué eres tan buena con ella, te ha hecho muchas cosa malas - no estaba de acuerdo con su prima Elisabeth.

- No es nada, es normal que esté enojada - para Elisabeth lo que hacía Clarisa era normal para una mujer al saber que su esposo quiere el divorcio.

- ¿Es normal que esté enojada? - la segunda princesa Bufó molesta al ver en comportamiento amable de su prima - Clarisa siempre se mete contigo con o sin razón, lo bueno de todo esto es que el Duque te protege, eso es lo bueno -

- No seígas tan esagerada - Elisabeth no creia que una mujer fuera tan mala.

- Quiero escucharte decir eso después que Clarisa haga un movimiento contra ti - la segunda princesa dejó de hablar, porque sentía lo que dijera no iba a servir.

Ya no siguieron hablando de Clarisa, para Elisabeth era incomodo, y para la segunda princesa la hacía enojar, hablaro de otros temas.

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