EL CORTEJO Y EL ¿NOVIAZGO?

Iba llegando a la casa de Aurelio mi padre me había enterado que tenía una nueva conquista pero yo seguía pensando en esa chiquilla.

Daniel: Buenos dias Aurelio.

Aurelio: Ya te he dicho que no me llames así.

Daniel: Me dijeron que tienes nueva aventura en turno.

Aurelio: Pues dile a tus hombres que se informen bien, no es mi nueva aventura, se llama Laura Santander y la quiero.

Daniel: Jajajajaja, en serio esto es de antología.

Mayordomo: Señor Aurelio la señorita Laura.

Aurelio: Hazla pasar.

Laura: Hola buenos días, tu debes ser Daniel cierto.

Daniel: ¡Vaya!, la tienes bien entrenada, sí soy Daniel y tu debes ser su nueva amiguita en turno cierto

Aurelio: Basta Daniel, no voy a permitir que seas grosero e irrespetuoso con ella.

Daniel: Parece que se te olvida que la mujer solo sirve para una sola cosa y a veces hasta mal hecho, me refiero al sexo mi querida Laura.

Laura: Aurelio, no te preocupes por favor no hagas esto con tú hijo amor.

Daniel: Por cierto, ya te la llevaste a la cama.

Aurelio estaba que reventaba de coraje estaba rojo también por la vergüenza de que Laura estuviera escuchando los improperios de su hijo y le dio una bofetada tan fuerte que Daniel cayo al suelo y con el labio sangrando sonrió de lado se levantó y sacudió su saco se dio la media vuelta y se fue, ya adentro de la camioneta volvieron esas malditas imagenes que lo atormentaban y cargaba como un lastre.

Laura: No Aurelio, por favor.

Daniel: Con permiso Aurelio.

Laura: No debiste pegarle, Aurelio me dijiste que querías un acercamiento con él y está no es la manera amor.

Aurelio: No podía permitir que te ofendiera mi amor.

Laura: No me sentí ofendida por qué no soy lo que él me dijo, sabes que te amo.

Aurelio: Y yo a ti mi vida lo sabes.

Aurelio toma de la cintura a Laura y la besa, mientras afuera está dentro de la camioneta está pálido y afloja su corbata.

Miguel Ángel: Señor, ¿está bien?, le daré sus pastillas.

Daniel: Maldita, maldita seas donde estés perra.

Miguel Ángel: Vamos señor.

Daniel: Llévame a la oficina.

Miguel Ángel: Señor, es mejor que vaya a la mansión y descanse.

Daniel: No, obedece maldita sea.

Miguel Ángel: Si señor, como usted diga, Yussef a la oficina.

Yussef: Sí señor.

Llega a la oficina donde ya lo esperaba Juan Carlos y Adrián que al verlo se preocupan.

Juan Carlos: Hasta que llegaste porque...

Adrián: Que mal te ves, ¿ya tomaste tus pastillas.?

Juan Carlos: Daniel porque mejor no te vas a descansar.

Daniel: No hice mi fortuna por irme a descansar.

Juan Carlos: Daniel, ¿qué te paso en el labio?

Adrian: ¿Peleaste con alguien?

Daniel: No, conocí a la nueva aventura de Aurelio.

Adrian: ¿Fuiste a casa de tu papá?

Daniel: Voy a refrescar un poco mi rostro vayan sacando los pendientes para verlos.

Daniel estaba en el baño y refresca su rostro y al mirarse al espejo escucha la voz que tanto odia.

Pilar: Deja de ser tan ridículo, flores ¿para que me sirven?, llena mi billetera de dinero eso es lo que deberías hacer estúpido.

Daniel rompe el espejo con el puño cerrado y comienza a sangrar

Pilar: Me tienes harta con tu cursilería y tu romanticismo barato.

Daniel: Cállate maldita, maldita.

Juan Carlos y Adrián se levantan inmediatamente, abren la puerta y lo levantan Daniel se acaba de cortar las venas otra vez

Juan Carlos: Daniel, por favor otra vez no, pronto Adrián llama a Miguel Ángel que suba para llevar a Daniel al hospital.

Adrian: Maldita mujer... Miguel Ángel sube pronto otra vez lo hizo debemos llevarlo al hospital más cercano.

Juan Carlos: Daniel, ya basta.

Adrian: Y todo por esa pinche vieja de mierda.

En el hospital ya atendieron a Daniel y estaban el médico y la enfermera que lo asistieron firmando un acuerdo de confidencialidad y salieron a decirles el estado de Daniel.

Adrian: Hay viene el médico ¿cómo está doctor, lo podemos ver?

Médico: Espero que esté llevando una terapia el señor, pues por sus cicatrices no es la primera vez que ocurre.

Juan Carlos: Sí doctor de hecho está con medicamentos, él ya está bien cierto.

Médico: Sí está bien.

Adrian: Y no lo podemos llevar verdad.

Médico: Sí ya está lista el alta y queda bajo su responsabilidad.

Miguel Ángel: Doctor todo está en orden espero no tener que hacerle una visita si este incidente sale a la luz verdad.

Médico: Firme el acuerdo no se preocupe no diré nada con su permiso.

Miguel Ángel: Voy a preparar la camioneta para que vayan bajando al señor Harper con permiso.

Adrian: Nos espera una larga noche en la mansión.

Juan Carlos: No importa nuestro deber es estar con él somos sus únicos amigos.

Adrián: Y Patricio.

Juan Carlos: Sí habrá que avisarle vamos por Daniel o Miguel Ángel nos meterá un tiro en la cabeza por la tardanza.

SEMANAS DESPUÉS... Daniel se había recuperado y habló con sus amigos y prometió no volver a atentar contra su vida y retomó el buscar a esa chiquilla que lo tenía hechizado.

Estaba sentado en la oficina con mis amigos, Juan Carlos es mi mano derecha y Adrián es mi contador cuida de mi dinero más que yo mismo y Patricio que es mi parte Económica y Financiera, estaba viendo la foto de ella y escribí una nota para enviar unas flores para ella.

Daniel: Manda a un mensajero a la florería más prestigiosa y compra el arreglo más caro y lo manden a esta dirección y con esta nota.

Adrián:Oye de que nos perdimos, perdona por lo patán que fui.

Juan Carlos: Espero te gusten las flores, dinos¿quién es ella?

Adrián: Es tu nueva amiguita en turno cierto.

Daniel: Ya cállense y hagan lo que les digo.

Siguieron bromeando con Daniel mientras Mónica recibía un arreglo en su oficina; estaba haciendo sus prácticas cuando sus amigas llegaron detrás del mensajero.

Melissa: Amiga por favor cuéntanos todo.

Mensajero: La señorita del Villar Russek.

Mónica: Soy yo dígame.

Mensajero: Buenos días, señorita le enviaron esto me firma de recibido.

Mónica: Están muy lindas, gracias y tome.

Mensajero: Gracias señorita con su permiso.

Ivonne: Mira aquí hay una tarjeta.

Mónica: Me permites... Disculpa mi torpeza y lo patán que me porte contigo espero me perdones Daniel H.

Melissa: Daniel H... ¡Hay no por dios, hay no!

Mónica: ¿Qué te pasa?

Melissa: No sabes la clase de hombre que te acaba de mandar flores.

Mónica: Pues ¿quién es?